Mi vecinito [ScalonixAimar]

Capitulo 13

Primer partido del Tour Sub 18: Fase de grupos

El equipo entrena con el sol de la mañana, Lionel trata de enfocar toda su atención en el partido que en pocas horas se disputará. Se estuvo pegando a su compañero Walter todo el viaje y día como si su vida dependiera de eso, su amigo lo mira extrañado, pues nunca fue tan demostrativo con el. "¿Que onda vos, estas en modo maricon?" Le pregunta mientras lo abraza por los hombros, dirigiéndose a los vestuarios.

"No te voy a mentir, estoy un poco cagado por el partido de hoy". En cierto punto era verdad, pero la causa de su pegote a su amigo era para distraerse de unos rulos que no puede sacarse de la cabeza.

"Hay que ir con confianza, como siempre lo hacemos. Dando pasitos y ganando de a poquito".

"Si, si. Tenes razón". Lionel poca atención le dio a sus palabras y siguen caminando hacia el vestuario.

Ahi se duchan y cambian, hablan de trivialidades como el almuerzo del hotel, las instalaciones y demás. El silencio se hace en la sala cuando Lionel termina de ponerse su remera y ve a el dueño de sus pensamientos: Pablo Aimar pasa por delante de él sudado, saluda a Samuel que esta literalmente a su lado, pero a Lionel no le da ni una mirada.

El nombrado sale de los vestuarios furioso, sin siquiera esperar a que Walter terminara de cambiarse. Quiere estar solo, quiere estar con Pablo, no quiere estar con Pablo. No sabe qué hacer con la situación que se le presenta enfrente. ¿Debería dejar ir a Pablo? Hacer como si no existiera le parte el corazon, pero le dejó claro que su presencia no es mas bienvenida. Le da bronca saber que mientras el sufre, Pablo vive su vida como si no hubiera pasado nada. Le da aun mas bronca que haya confiado en el, creyendo como un estupido que Aimar estaba igual de enamorado.

Abre la puerta de su habitacion y se tira de espaldas en la cama, suspira de cansancio. Esta agotado física y mentalmente, y no puede permitirse estar así en este momento. No cuando el inicio del Torneo es en unas horas. Agarra su reloj de la mesita de luz y programa una alarma para despertarse cuando tengan que prepararse para el partido. Cierra los ojos tratando de conciliar el sueño para que las horas no se le hagan tan largas. Nunca le gustó dormir siesta, pero esta vez quiere cerrar los ojos y por un momento olvidarse de todo, morir un ratito, para poder afrontar con un poco mas de energia la realidad.

Cuando despierta todo sigue igual, se calza las zapatillas y agarra su mochila con todo lo necesario para dirigirse al hall, donde el micro los espera para ir a la cancha.

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El equipo puede escuchar desde los vestuarios la hinchada del rival. Saben que no son locales, por lo que van a tener que acostumbrarse a los silvidos y puteadas constantes dentro del juego. Roman es el encargado de dar la arenga, dando fuerzas y energías a cada uno de los jugadores con sus palabras. Estan eufóricos, la adrenalina les recorre de pies a cabeza cuando entran trotando a la cancha. El partido comienza y no hay marcha atrás, tienen que dejar todo ahi adentro.

El primer tiempo esta complicado, ninguno de los dos equipos da el brazo a torcer, y las posibilidades de gol son mínimas. La tension se puede cortar con un cuchillo y ambos equipos suspiran cuando el arbitro pita al termino del primer tiempo, el marcador en cero.

Los jugadores estan reunidos una vez mas en el vestuario, tomando agua y tratando de descansar en esos quince minutos que parecen segundos. "Quiero que entren ahora como si fuera otro partido, con otra mentalidad, con otras ganas. Ellos son un buen equipo pero nosotros podemos dar más, hagan lo necesario para cambiar el marcador. Samuel, te necesito fuerte en la defensa, si tenes que quebrar tobillos, quebralos. Pablo, no estas solo en la cancha, empeza a pasar la pelota y escuchar a tus compañeros. Scaloni esta de lateral derecho y vos te estas poniendo de espalda a él cuando tranquilamente juntos pueden generar buenos ataques".