Mi vecinito [ScalonixAimar]

Capitulo 7

"Román, ¿Cómo te das cuenta que te gusta alguien?"

El nombrado casi se ahoga con el mate. Mira a Pablo sentado al lado de él en el banco, con la mano en la barbilla, pensativo. Roman siente miedo con lo que Pablo pueda saltar si responde a la pregunta. Pero la curiosidad mata al gato.

"Ocho y media de la mañana un MARTES PLENA CLASE DE HISTORIA... ¿Y vos me preguntas eso?" Roman le pasa el mate y Aimar ceba uno para él.

"¿Qué tiene loco? Nadie está prestando atención a lo que dice el profe." Pablo espera la respuesta de su amigo y no escucha ninguna "Gracias amigo, sos de oro me re ayudaste".

"Bueno pará, es que me agarraste desprevenido" Le explica Roman. "¿Se puede saber quién le robó el corazón a Pablito?". Con una sonrisa picara le choca con el hombro, jodiendolo.

"Si no me respondes, no". Pablo ya estaba arrepintiéndose de haberle preguntado algo a su amigo. Verdaderamente era un tema que estaba rondando por su cabeza hace semanas y quería alguna segunda opinión que lo ayudara a aclarar sus pensamientos. Porque si se lo dejaba mas tiempo a él, se iba a volver loco.

"Bueno, bueno. Dejame pensar". Mientras, Pablo le ceba y le pasa un mate, Roman toma un poco y dice "Yo supongo que es cuando la tenés cerca y sentís como si bichos te comieran los intestinos"

"... ¿Mariposas en el estómago?". Pregunta incrédulo Aimar.
"Si, eso. No me salía".

Pablo piensa, siempre tuvo esas molestias en la panza cuando estaba cerca de Scaloni, pero tenía entendido que era porque verlo le daban ganas de vomitar.

"También cuando le ves la boca y querés partírsela". Agrega descaradamente Roman. Pablo se sonroja, recordando cuando sintió algo así esa noche que compartió con Lionel. También recuerda cuando Scaloni jugó sucio aquel entrenamiento y le ganó. Cuando vió su boca no quería hacer otra cosa que partírsela también, pero no exactamente con besos.

"¿Y qué pasa si a veces me dan ganas de bajarle los dientes?". Dice sin pensar Aimar. Roman deja el mate y lo mira totalmente confundido. "¿Eh?. ¿No era que te gustaba?"

"No seeee". Aimar suspira y pasa sus manos por el pelo, exasperado, agarra el mate que le devuelve Riquelme y ceba. "Por lo que decís, parece que me gustara, pero a la vez, es todo lo contrario". "Siempre me lleva la contra, es re hinchapelotas, no me deja en paz. Me jode y yo también jodo para devolvérsela, parece que no nos podemos despegar ni aunque quisiéramos. Pero tenemos esos momentitos donde digo Epa...¿Qué está pasando? Y nos desconocemos mutuamente, como si nunca nos hubiéramos odiado de un principio."

Ambos se miran. Roman lo ve con un rostro de completa confusión y curiosidad, tratando con todas su fuerzas de entender qué le pasa a su amigo con tan poca información en manos. Aimar le devuelve una mirada de desesperación, esperando el veredicto de su compañero. Pablo piensa que a Román le falta la libreta y unos lentes para que esa charla se convierta en una sesión de terapia.

"y... mirá. Con lo que me contas lo único que puedo decirte es que si ella se comporta así, jodiendote, pegándose a vos, buscando tu atención y bla bla bla... No te duermas amigo, porque claramente te está mandando indirectas muy directas y vos no las estás cazando". Roman se ceba su propio mate porque  Pablo se colgó totalmente de seguir con la ronda y el mate ya estaba convirtiéndose en micrófono.

"Ahora, el temita a tratar, sos vos" Le dice sin pelos en la lengua. "Porque por lo visto, no tenés las cosas muy claras. ¿Como es eso de que te pones nervioso al verla pero a la vez no la soportas?. No es muy dificil flaco, si la ves y te dan ganas de culeartela y/o presentársela a tu familia, te gusta. Corta". Termina la frase con un ruido de mate.