Día de la cena

14 3 0
                                    


-Bueno jóvenes, eso es todo por hoy, nos vemos en la próxima clase- agregó el profesor al oír el timbre.

Recogí mis portafolios y me fui para mi casa, al llegar a casa, vi a mi padre ayudando a mi madre acomodando la mesa. Era raro verlo comer por las tardes ya que comía con sus compañeros de trabajo, y muy pocas veces cenaba en casa.

-Hola, ya llegué- dije al cerrar la puerta.

-Hola hijo, ¿Cómo te fue en la escuela?-preguntó mi madre.

-Bien.

-Hijo, me llamó la mamá de Alexa y me comentó lo sucedido, así que,  ya sabes la condición.

-Si, pero, le dijo ¿a que hora? 

-Si, me dijo que fueras a las 6.

-Gracias madre.

-¿Alexa?. ¿Quién es esa chica?-preguntó mi padre.

-Es...Es una amiga del colegio. En ese momento se me aceleró el corazón.

-¿No le has dicho?-agregó mi madre

-No.

-¿Qué pasa?, ¿Qué no me han dicho?- peguntó mi padre con el ceño fruncido.

-Es...Bueno...Es la chica que me gusta.

-Oh, ya te gusta alguien, al fin.

-Eh, si.

-¿Y por qué no me lo habías dicho, si e so es algo normal?

-Es que, mayormente no estas casi en casa y bueno, no me atrevía a decirlo.

-Comprendo. Entonces, ¿hoy iras a su casa?

-Si.

-Y, ¿ya ella lo sabe?

-No, pero, pienso decírselo.

-Entiendo, espero y te corresponda, y si no, recuerda que ella no es la única chica que hay en el mundo, solo hay una que será la indicada para ti, de hecho, ve un ejemplo de tu madre y yo.

-Gracias papá.

A pesar de que mi padre no estaba mucho en la casa, siempre teníamos buena comunicación, no le contaba mucho de mi, pero siempre que hablábamos, siempre me aconsejaba de algo y me orientaba, a quien le cuento un poco más de mi, es a mi madre.

Almorzamos, fueron pasando las horas, yo encerrado en mi cuarto escuchando música y haciendo tareas, hasta que llegó la hora de alistarme, no sabía que colocarme y estaba nervioso.


-Hola, buenas noches señora Emma.

-Hola joven, pasa.

-¿Cómo sigue Alexa?

-Ya está mejor.

Entre a la casa y al verla... Casi me quedo mudo de lo hermosa que se veía.

-Hola Alexa-dijo sonriéndome.

-Hola Eric-dije confundida.

-Tu mamá me invitó a cenar.

-Ah vale, ahora entiendo por que me dijo que me alistara que venía un visita.

-¿Cómo sigues?

-ya estoy bien, gracias.

-Y gracias por ayudarme.

-No hay de que, siempre  estaré ahí.

-Bueno chicos, ayúdenme a terminar de acomodar la mesa.

Te amaré hasta mi último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora