Te amaré hasta mi último suspiro

Sanando

Era un día lluvioso por lo cual me vestí con ropa para el frío y estar bien abrigada y no me diera un resfriado.

-Madre, ya estoy lista-dije con la voz apagada.

-Solo me falta lavarme los dientes, ves entrando al auto-agregó mi madre dirigiéndose al baño.

Me dirigí al auto, sin ánimos, después de lo que pasó con Jenna, eso me había deshabilitado un poco, bueno, creo que mucho, pero aparentaba ser fuerte y que no me había dolido ni que hubiera pasado algo, pero igual tenía que seguir.

Mi madre me llevó a la escuela, para ese entonces no había llovido, pero aun así, el sereno que había, o la humedad que estaba en todo el ambiente, hizo un efecto en mi, solo que no le preste atención.

 Dilan y Eric aun no habían llegado, yo me fui a mi asiento, y recosté mi cabeza sobre el pupitre, mis brazos cubrían mi cara, Jenna no se me podía salir de la cabeza, y anhelaba que se fuera de mi cabeza y las palabras que me dijo también.

Solo quiero ya no estar así, solo quiero...

-Hola Alexa-agregó Eric al sentarse en su asiento.

Levante levemente la cabeza para mirarlo, le respondí y luego volví a esconder mi rostro.

-¿Estás bien?-agregó acercándose a mi.

-Si.

-No parece, estas como apagada.

-Estoy bien, ya deja de preguntar-dije muy exasperada.

-Okay, no te molesto.

Después de un minuto me disculpé por mi reacción de enojo e irritación, tenía los ojos rojos y realmente quería estar en mi habitación, no me encontraba bien, gracias a la ruptura que tuve con Jenna. Tenía que evitar pensar en eso, pero eso era lo único que pensaba, no había empezado el día cuando ya estaba siendo torturada por mis pensamientos.

Las clases empezaron y me costaba prestar atención, ya que mi mente no dejaba de molestarme y solo pensaba en Jenna.

-Alexa, ya sonó la campana-dijo Eric, recogiendo sus cosas.

-No quiero salir.

-¿Otra vez?

-Solo, me duele la cabeza y tengo sueño.

-¿No dormiste bien?

-Si, solo que no me siento bien.

-¿Seguro estas bien?...Alexa!, estas ardiendo en fiebre.

-¿Que esta ardiendo la liebre?

-Jah, deja de bromear, estas mal, vamos a enfermería.

-No, no quiero ir, aquí estoy bien.

Es increíble como te estas comportando de caprichosa y la forma en la que hablas, ni hablar, pareces una niña de 5 años.

-¿Tendré que cargarte y llevarte en contra de tu voluntad?

-Déjame en paz gruñón.

-No me queda de otra, vamos, te cargaré.

-No...Noooo.

-Bájame.

-Ni siquiera puedes abrir los ojos bien y ¿crees que vas a poder mantenerte en pie?

En ese momento estaba muy infantil, hasta que escuche los latidos de Eric. Luego de escucharlos me tranquilice y me acurruque a su cuerpo.

Alexa, estas mal, y quiero saber lo que te está pasando, me preocupas que vas de mal a peor, y no se que hacer para prevenir esto, pero no quiero que estés mal.