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Aún recuerdo la primera vez que me entregué a el, mi cuerpo se mostraba totalmente sumiso ante el, su tacto sobre mi cuerpo me robaba ciertos suspiros de satisfacción y el lo sabía.

Me sentía amado por el, cómo me tocaba con dedicación y depositaba suaves besos a lo largo de mi piel; sentía como me despegaba de mi camisa, botón por botón, sentía la excitación hasta la punta de los pies y mis jadeos susurrados en su oído lo hacían desearme más.

Mi agarre era seguro alrededor de su cuello, mientras el descendía sus besos por mi cuello y mi pecho, su respiración caliente chocaba con mis aureolas y su lengua las empezó a recorrer, un escalofrío recorría mi ser.

Sus manos trataban de desabrochar mi pantalón, cuando logro su cometido los retiro de mis piernas y dirigió sus manos hacia mis glúteos masajeando los por encima de la ropa interior.

Yo intentaba quitar su camisa y pantalón, una vez logrado no podía controlarme, tenía una excelente vista del cuerpo de aquel reconocido futbolista y todo a mi disposición, aún seguía sin creer el porque de tantos a mi me había elegido.

Cambiamos de posiciones, ahora yo me encontraba sobre su regazo mientras hacía movimientos circulares con mi cadera, su miembro se encontraba entre mis glúteos aún con la ropa interior puesta, soltaba ligeros gemidos y escuchaba como el gruñía cerca de mi oído.

-Por favor, por favor
-¿Qué deseas lindura?
- Por favor, tómame Alfa

Y si como una orden yo hubiera dado, empezó a retirar nuestros boxers, su miembro precionaba contra mi lubricada entrada, nunca había hecho esto, pero estaba seguro que quería que el fuera el primero.

Nos encontramos en un beso intenso, dónde el me sujeto de las caderas y me hizo bajar lentamente, abriendo paso su extensión dentro de mí; sentí que no lo soportaría era muy grande y yo hace unos instantes todavia era virgen.

El parecía notarlo, por lo cual me regaló un tiempo para poder respirar y adaptarme a la nueva sensación mientras él me acariciaba y depositaba besos en mi cara.

- p-puedes moverte Alfa~ por favor~

Sin decir algo más, volvió a sujetarme de la cadera, me levanto y me dejó caer de una manera suave. Yo no podía contener los gemidos que se escapaban de mis labios, el movimiento empezó a ser más rápido y el dolor aún seguía pero el placer era más...

Sentía que en cualquier momento acabaría, sus movimientos eran certeros y constantes, hubo cambio de posiciones y ahora el se encontraba encima de mi nuevamente, mientras que arremetía con seguridad dentro de mí. Sentí como sufría mi orgasmo y mi interior se apretaba aún más alrededor de el, escuchaba sus gemidos roncos y provocaba que mi orgasmo se extendiera un poco más.

Salió de mi y bombeó su miembro lo cual provocó que su esencia se derramara sobre mi vientre. Sentía los párpados pesados, era un cansancio que no había experimentado antes, pero sin dudas quería volver a vivirlo...

...

Después de aquel recuerdo, volví a prestar atención a mi bebé que ya había terminado de tomar su biberón, la posicioné sobre mi pecho para poder hacerla eructar. Una vez que lo hizo la coloque en su corralito para que pudiera jugar un rato antes de volver a quedarse dormida; Robert no se encontraba en la casa puesto que lo habían llamado citar al club para hablar sobre su renovación de contrato en el Barcą, después de la incapacidad por maternidad volví a jugar, era lo que me encantaba y tener una hija no me prohibía dejar de hacer lo que me apasiona.

Cuando llegó la tarde, yo y mi hermosa Klara nos encontrábamos viendo unas series animadas, todo era para que ella se distraiga un rato y yo estaba aprendiendo a tejer, era una actividad que había empezado a hacer en cuanto nació mi bebé, ya que no me dejaban salir porque Robert temia que me pasará algo o a la bebé nos encerraba en la casa.

Era divertido en cierto modo, tejía gorritos o suetercitos para mi bebé y algunas bufandas para Robert.

Eran cerca de las ocho de la noche y aún no llegaba mi Alfa, había salido desde temprano y me preocupaba que algo le hubiera sucedido, trate de márcale varias veces pero me mandaba a buzón de voz. Ya había acostado a la bebé y yo me encontraba en la sala, acababa de haber hecho la cena, pero mi preocupación era grande.

Se dieron las once de la noche y aún no había noticias sobre Robert, había decidido que si aún no aparecía yo mismo iría a buscarlo. Sin embargo, se escuchó la perilla de la puerta y lo observé, se veía distinto y al acercarme para abrazarlo lo noté...

Un suave aroma a piña...

Espera ¿qué? Yo no conozco a nadie que tuviera ese aroma, volví a olfatear y si, allí estaba, pasaba casi desapercibido, pero allí estaba.

No le comenté nada, más, sin embargo, el sintió mi tristeza por medio de la marca...

- No te estés haciendo ideas que no son Gavira...
- ...
- Lo que hueles es el aroma del nuevo integrante al equipo, para eso me llamaron, querían mi opinión como capitán del club.
- Oh, que bueno y ¿Cómo se llama?
- Como que son muchas preguntas¿No?
- Si, lo lamento amor

Le ofrecí de comer, pero me rechazó la cena argumentando que ya les habían dado de cenar en el club, lo cual me parecía un poco extraño, ¿Porqué solicitarían a Robert hasta las once de la noche? Cómo si el destino hubiera contestado mi pregunta recibí una llamada por parte de nuestro entrenado Xavi.

- ¿Gavi?
- Si ¿Que paso?
- No nada, te marcaba para decirte que el día de mañana habra una reunión en el club, vamos a tener un entrenamiento especial para que no falten Robert y tu.
- ¿Porqué no le comento a Robert ahorita que estaba con usted?
- ¿Robert? El no ha venido al club el día de hoy, ¿De qué hablas?
-...
- ¿Pablo sigues allí?
- Si, lo siento, me confundí una disculpa.
- Bueno los espero el día de mañana sin falta, que estés bien Gavi
- igualmente

No lo podía creer porque Robert me mentiría, ¿Porqué me había engañado?

Aún sumergido en mi mente escuché un carraspeó detrás de mi..

-¿Quién era?
- Emm... Era Pedri, me acababa de avisar que nos quieren mañana en el club para un entrenamiento especial
-¿Me estás mintiendo?
- No, solo te estoy diciendo el aviso que me dieron.

No me preguntó nada más y se dirigió al cuarto, yo pasé a ver a nuestra bebita, si el aroma a piña no era de un nuevo integrante...

¿A quién pertenecía?


Espero y les esté gustando la historia, gracias por leer ✨✨

VIOLENTOMETRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora