Pablo Gavira no se imagina del abuso que empieza a generarle su más grande amor... Robert Lewandowski.
A lo mejor su inocencia o ingenuidad no lo dejan notar que cada vez su relación con el mayor ya no es igual que antes.
¿Qué tan lejos puede llega...
Después del largo vuelo en avión, al fin llegamos al hotel en el cual nos quedaríamos durante nuestra estancia en este país. A Robert y a mi nos pusieron en una misma habitación puesto que éramos esposos y habría problema de compartirla, además Robert había puesto la excusa de su celo.
Nos tocaba en una habitación alejada a los demás, pero ese temor en mi no se alejaba, después de lo ocurrido en el autobús me habían quedado marcas en el cuello, Ferran no dejaba de molestar debido que él pensaba que eran chupetones que mi marido me había dejado, bueno fuera...
- Está es su habitación la número 205, esperamos y disfruten su estadía aquí. - Muchas gracias.
Cuando ingresamos a la habitación Robert me tomó de brazo, no me dolía el agarre , pero temblaba inconscientemente por el hecho de que estábamos solos, ¿Que le impedía ahorcarme aquí?.
- Dame tu celular.. - ¿Para que?, ¿No traes el tuyo? - Es para asegurarme de que no te escaparas con Pedri. - ¿Otra vez lo mismo? Pepi es casi mi hermano, además, ¿Cómo me voy a comunicar con mi madre? Tengo que estar al tanto de Klara. - Le puedes hablar del mío, pero dame tu celular, me importa poco si tú no ves a Pedri así, yo sé con qué intenciones se acerca a tí. - Ni siquiera lo conoces lo suficiente, aún sobre él y sobre todos yo te escogí a ti Rob, ¿No lo entiendes? - No, no lo entiendo y no te lo voy a decir otra vez, dame tu celular solo así voy a controlar con quién hablas y más vale que cooperes.
Saque mi móvil de mi sudadera y se lo pase, no quería ver qué más podría hacerme. Grandioso ahora me prohibía mi celular y mis mensajes, ¿qué sigue? ¿Elegirá también que ropa me debo de poner? Es ridículo.
Tome la copia de la llave de la habitación y salí, sin darle ninguna explicación, mientras caminaba por los pasillos me puse a pensar, ¿Dónde quedó aquel Omega valiente que imponía a los Alfas? ¿Qué paso con aquel Omega fuerte que mi madre había criado? ¿Porqué me dejaba tratar así por el?, Sin dudas el amor cambia, pero también lástima. Mi amor por Robert es inmenso, pero mi miedo hacia él ¿creceria de la misma manera?.
Me sentía mal, llegué hacía unas pequeñas jardineras que se encontraban en la parte de atrás del hotel, había una bancas y tome lugar allí. Quería saber cómo estaba mi bebé, pero no quería verle la cara a Robert, tal vez cuando se duerma tome su celular prestado.
- ¿Porqué la cara larga? - Diablos Frenkie casi me matas del susto. - Lo siento Gavi, es que últimamente te he visto como decaído. ¿Está todo bien?
No, no lo está...
- Por supuesto, solo algo cansado, por lo del vuelo y eso... - Oh, bueno entonces yo te recomiendo que vallas a descansar, mañana será nuestro primer partido y tienes que dar lo máximo. Sabes que cuentas con mi apoyo para cualquier cosa que necesites - Gracias Frenkie, te aseguro que así será. - Bueno chaval, te veo luego.
De Jong se fue y me dejó pensando sobre mi problema...
¿A quién podría acudir por ayuda?
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