1. ¿Por qué no te quedas?- BossNouel Terminada

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En los tres meses siguientes, los vampiros más bellos de los distintos clanes de Tailandia, se fueron encontrando y se pasaban las noches combatiendo por lograr ser los únicos para el príncipe.

Mientras Nouel, Saifah y su escuadrón siguieron con el mismo propósito de siglos atrás, buscando día y noche a sus enemigos sin descanso pues el joven príncipe no pensaba en otra cosa, más que en evaporizarlos para vengar a sus padres.

Sin embargo y a pesar de tener ventajas para coger a los vampiros desprevenidos durante el tiempo que el sol lucía en el cielo, nunca lograba atrapar a los escurridizos Fort y Vegas.

...-¿Qué vamos a hacer, mi príncipe?-preguntó Notder muy desconcertado-Por más que los buscamos no damos con el escondite de los jefes del Norte y el Oeste.

-Debemos seguir buscando- dijo este apretando la mandíbula-No puedo permitir que esos cabrones sigan existiendo y riéndose a mis espaldas.

-Tranquilos, los encontraremos- habló Saifah, algún día cometerán un error y será nuestra oportunidad de cortarles la cabeza.

En su regreso y tras entrar en el edificio de la Corporación, una de las empleadas humanas se les acercó.

-Señor, el consejo ha llamado para comunicar que vendrán esta tarde.

-Joder, ¿ya se han cumplido los tres meses?- preguntó este mirando a su segundo.

El segundo al mando asintió confirmando.

-Oh mierda, ni siquiera he tenido tiempo de centrarme en eso- resopló el príncipe molesto- ¿Qué les voy a decir?

Notder carraspeó mirándole.

-Bueno alteza, todavía le quedan nueve meses. Quizás será mejor que organicemos un baile y puede que ahí haga su elección.

-Si, un baile estaría bien. Que sea lo más pronto posible- decretó -Organizalo todo Notder, te doy carta blanca.

Nouel más relajado, echó a andar hasta el ascensor, camino de su habitación seguido de ambos.

-¿Estás seguro de tener paciencia para aguantar otra noche de pretendientes contándote idioteces?- preguntó su amigo.

-¿Y qué quieres que haga, Saifah?, Hemos ido a varios club nocturnos y allí solo nos hemos topado con la peor de la morralla vampírica.

-Yo solo repito tus mismas palabras.

-Alteza, emm...-les interrumpió Notder mientras seguían caminando tras salir del ascensor minutos después-¿Y a quién quiere que de aviso?, Quizás debería ser más concreto en sus gustos.

El príncipe se giró y soltó un gruñido de frustración.

-Joder, esto de encontrar esposo está siendo más difícil de lo que había creído.

Su amigo lo miró y se encogió de hombros pero ya no dijo nada, mientras tras abrir la puerta de sus estancias, veía como el príncipe se quitaba todas las armas adheridas a su cuerpo y las ocultas bajo la ropa.

-Maldita sea, ya no estoy tan seguro de que pueda encontrar a alguien adecuado para mí.

-No sé desanime, alteza-Notder hizo una reverencia tras guardar todo el armamento en su lugar-seguro que hay alguien ahí fuera esperando para amarlo.

-O puede que quizás ya lo hayas visto pero no lo has reconocido-habló el segundo al mando-puede que esté más cerca de lo que crees.

Al escuchar eso, el joven príncipe chasqueó la lengua con desgana.

-Aquí tan solo han venido idiotas, buscándome por el mero interés de ocupar el trono a mi lado. Yo no quiero eso, no me sirve y jamás me uniré ninguno a ellos.