Luego de la aniquilación de sus padres y próximo a alcanzar su edad adulta, 1.800 años, el príncipe Nouel de la Comunidad vampírica del Este, necesita una pareja para convertirse en rey.
Tras buscar al adecuado sin suerte alguna, entre los varones d...
Nouel llamó a Notder para que mandase a un par de guerreros de la muerte con una de las furgonetas y algunas bolsas de sangre y así poder llevarse las cosas de Boss a la Corporación, las cuales iban a recoger y guardar en maletas.
Tras terminar la llamada, hacerlo apenas les llevó un minuto pues ambos usaron su rápida velocidad y a continuación las pusieron en la entrada.
El músico también debía pagar al casero una penalización pues ya no viviría ahí y todavía le quedaba un año de contrato, por ello, el príncipe también le dijo a su guardián que los guerreros trajesen efectivo.
Mientras estos no llegaban, el príncipe vampiro y su neófito se dieron un intenso baño, en la que no faltaron sedientos besos y fuertes empotramientos contra la pared, haciendo saltar algún que otro azulejo.
La libido del guapo neófito estaba por las nubes y a duras penas, el príncipe pudo lograr que este perdiera el control y lo destrozara todo.
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Finalmente se pusieron ropa limpia de Boss y se sentaron a esperar, aunque más bien acabaron tumbados pues este no pudo evitar querer asaltar el pequeño cuerpo de su lindo conversor a cada milésima de segundo.
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...-Boss, cariño, para...para por favor. Debes controlarte, no te desesperes- suplicaba el príncipe bajo suya.
-Te deseo. Te necesito... Joder, hueles tan malditamente bien- susurró el músico sin dejar de moderle y arañarle.
-Lo sé pero si sigues así lograrás que no pueda recuperarme de las heridas que me estás causando. A penas tengo sangre en mi sistema.
-Pero no puedo evitarlo, estoy muy caliente
-Busca la fuerza de voluntad en tu interior, cariño. Por favor, no dejes que te domine.
Varios minutos después, al fin el timbre sonó y reuniendo sus últimas fuerzas, Nouel consiguió empujar al fuerte y ardiente neófito, quién cayó al suelo sentado.
-Señor, aquí le traemos lo que pidió-Habló uno de los guerreros entregándole los maletines con el dinero y las bolsas de sangre.
Rápidamente este cogió una bolsa y se la pasó a Boss, quién enseguida la abrió y se la bebió casi de un sorbo, mientras que el príncipe hizo lo mismo con otra.
