Harry se concentra tanto en todas las opciones de dulces que hay para escoger que no nota a Louis tomándole una foto, por lo menos hasta que siente el flash.
—¡Lou!
—Nada de avergonzarse, conejito. —Toma un par más y guarda su celular.
—¡Elimínalas!
—Nop, ahora son parte de mi galería.
—Louis.
—Vamos, amor, escoge algo.
A Harry no le gustan las fotos desprevenidas. Son incómodas y en la mayoría de veces sale terrible. Y si le pidió a Louis que las borrara y no lo hizo, entonces tiene derecho a enojarse, por más que sea su primera cita. Decide que se lo hará saber a Louis a través de su mal humor en vez de decirlo en voz alta. Así que se cruza de brazos y espera a que sea su turno.
—¿Qué dulces quieres?
Harry se encoge de hombros, mirando el suelo. Están a una pareja del mostrador, por lo que deberían decidirlo ya. Bueno, que Louis se encargue.
—¿Te molestaste por las fotos? Pero si te veías adorable. —Siente que la mano del ojiazul se posa en su espalda baja. Finge que no le causa escalofríos—. ¿Mhm? ¿Te gusta el chocolate?
—No tengo hambre, Louis.
Hay algo en el estado de Louis que es demasiado tranquilo para ser verdad, pero Harry está muy ocupado haciendo berrinche para importarle.
—Muy bien.
Llega su turno y Louis no vacila al contestar:
—Un combo mix grande, dos M&M's y un paquete de gomitas de ositos, por favor.
La mirada del rizado se ilumina de inmediato; ¿cómo supo Louis lo que quería?
Su molestia se desvanece tan rápido como el joven del mostrador entrega su pedido. Las comisuras de sus labios se levantan sin su permiso.
—Gracias, Lou.
—Ahora soy Lou de nuevo. —Comienzan a caminar hasta la sala número tres.
Harry suelta una risita culpable e intenta tomar las gomitas, pero Louis mueve la bandeja hacia un costado.
—¿Quién dijo que eso es para ti? Te oí decir que no tenías hambre.
—Pero... —El rizado boquea, sin saber qué más decir. Louis claramente compró eso para él, ¿no?
—No, ricitos. No se puede cambiar de opinión, lo siento.
—Pero... —¿Me tomaste fotos sin mi consentimiento, ni siquiera te disculpaste y encima me vas a dejar hambriento? Quiere decir, pero se cruza de brazos una vez más y finge indiferencia—. Está bien.
Oye una risa contenida por parte de Louis, pero él no lo encuentra divertido. Existe una gran posibilidad de que, después de todo, sí sea caprichoso. Como el infierno. Debe ser su alter ego. Wow.
El suelo de la sala está en completa oscuridad (exceptuando por el brillo de la gran pantalla) cuando llegan. Harry prende su linterna para que Louis no se tropiece con todo lo que lleva encima.
Encuentran sus asientos más rápido de lo pensado; están en la última fila de la sala. ¿Por qué? ¿Por qué la última fila? ¿Qué tiene planeado Louis? Harry traga en seco.
Todavía no hay película; solo esperan a que pasen los comerciales. Llegaron temprano.
—¿Sigues enojado, bebé?
Se sonroja (y agradece que esté oscuro a su alrededor). Y aunque está a punto de ignorarlo, una punzada de culpa atraviesa su interior. Por el amor de dios, es su primera cita, Louis está aquí siendo atento y cariñoso. No puede comportarse así.
—No —confiesa por lo bajo, ahora avergonzado—, pero los dulces sí son para mí, ¿verdad? —inquiere, solo por si acaso.
Louis se carcajea, lo cual está bien porque aún no empieza la película. Se acerca al rizado y besa su mejilla, como lo hace siempre que percibe a Harry tan lindo y peculiar.
—Claro que lo son, conejito. Estaba molestándote.
—Oh. Genial, entonces. —Le regala una sonrisa, porque se siente feliz de nuevo, porque adora cómo Louis lo mira cuando lo hace. —Gracias por traerme, Lou.
—De nada.
El ojiazul lo besa, es pequeño, inocente, pero claro que Harry, una vez más, se deshace y suelta un ruidito de protesta cuando la boca del chico se aleja. Persigue los labios como un cachorro buscando cariño. Y Louis no se puede negar. Así que pronto se encuentra sin aliento, pero sediento por más. Sus labios se abren e invitan a la lengua de Louis a entrar, más, más profundo. Probablemente es vergonzosa la forma en que se ve tan desesperado, pero no le importa, mientras Louis lo reciba tan bien. Necesita. Oh.
Oh.
Harry se despega de Louis en un salto alarmado. —No quiero tener sexo.
Al ojiazul le toma un momento procesar las palabras de Harry, quien se arrepiente un segundo después de haberlo dicho.
—Cristo, Harry. ¿Por quién me tomas?
La mirada de Louis se ve dolida, y es cuando Harry sabe que lo estropeó todo.
—Lo siento. Es que, solo quería aclararlo, porque... ya sabes, estamos en la última fila, prácticamente solos... —Cada palabra que suelta suena terrible. ¡Pero no puede detenerse!
—¿Crees que lo planee todo, entonces?
—¡No! No. —Sacude la cabeza—. Olvida lo que dije, fue estúpido. Por favor, no te enojes.
Louis suspira, y así como así Harry ya no tiene hambre, esta vez genuinamente. ¿Es así como las parejas pelean? ¿Así es como se separan? No, no, no. Ellos ni siquiera lo han oficializado. ¡No puede terminarse tan rápido!
Por fortuna, el ojiazul se apresura a responder.
—No estoy enojado, Harry. Solo... no entiendo qué hice para hacerte pensar que te invité para tener sexo. —Se pasa las manos por el cabello.
—No hiciste nada, Lou. Es todo culpa mía: no entiendo esto de... de citas y amor. Y luego mi madre me advierte que debería llevar mi propio condón, y...
—¿Trajiste tu propio condón? —Las mejillas de Louis se enrojecen.
—¡No, no lo hice! No quiero tener sexo por primera vez en un cine pegajoso.
—Yo no quiero que tengas tu primera vez en un cine pegajoso tampoco, Harry.
—Y no sé cuándo esté listo. Entonces me dije a mí mismo que no dejaría que cruces la raya, pero entonces me besas y... y no puedo controlarme. Me asusté.
Un, dos, tres, cuatro segundos pasan de largo. Louis comienza a sonreír. Ay, no, dio en el clavo de nuevo.
—¿Mis besos te descontrolan?
—Ugh. —Harry se tapa la cara—. ¿Podemos solo ver la película y no volver a pelear?
—Claro, conejito.
Toma un poco de gaseosa y algo cruza por la mente de Harry. —Tú solo asumiste que era virgen. —¡¿Lo dijo en voz alta?!
—¿Mhm? —dice, distraído.
—Nada.
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The Rosebud Blush is Charming the Season [L.S]
FanfictionHarry se esconde en la belleza de su imaginación y de su habitación para evitar el mundo real, donde los chicos son crueles y nadie le presta atención. ¿Qué pasará cuando Louis lea su secretos? O donde Harry es un tímido adolescente que escribe a es...