Capítulo 12

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Harry se arrepiente de su vestimenta una vez que salen de la sala de cine.

—Hace unas horas no hacía tanto frío —se queja por lo bajo.

—Bueno, en las noches la temperatura baja, amor.

El rizado hace un puchero, abrazándose a sí mismo. Él es un ser increíblemente friolento, debió revisar el clima antes de salir.

—Olvidé que es otoño.

Louis suspira. —Eres un conejito tan mimado. —Se quita el abrigo que tiene puesto sobre su hoodie—. Por suerte para ti, vengo preparado.

El calor que siente al colocarse el abrigo de Louis es reconfortante. Está usando la ropa de Louis, que huele a Louis. Es de Louis. Louis.

—¿Y las gracias?

—Gracias, Lou. —Sonríe con sus mejillas cálidas. Decide que lo besará una vez más cuando lleguen al auto.

—Pff, no hablo de eso. —Infla un cachete, dejando en claro que quiere un beso en esta. Y Harry se lo da gustosamente—. Eso es.

Respira profundamente, sintiendo el olor inocente de la noche. Fue perfecta y, mientras caminan fuera del centro comercial, se siente por un minuto como el personaje de uno de sus libros románticos, usando la ropa de su enamorado, con el sonido de sus pasos llenando el vacío del estacionamiento.

Aunque, una vez ahí, el rizado comprende que es hora de regresar a casa. Y Louis no le ha pedido que sea su novio. Están en una cita, ¿no es el momento indicado para hacer la pregunta? Es, en definitiva, un mal momento para no saber de citas. Qué mala suerte. Y, cómo no, vuelve a poner una cara larga.

—¿Ahora qué te molesta? —pregunta Louis, dentro del carro. Se está colocando el cinturón, pero observa a Harry curioso.

—No quiero ir a casa —miente. Pone su expresión más desgarradora para Louis. Ambos saben que es un berrinche de mentiras (casi).

—Cuando me dispuse a salir contigo, nunca pensé que serías tan consentido. ¿Quién lo hubiera dicho? Eras tan callado. —Niega con la cabeza, pero hay una sonrisa en su cara.

—Hey, creí que era adorable —repite las palabras del ojiazul.

—Claro que lo eres. —Se estira para acariciar sus rizos. ¡Valió la pena pasar horas arreglando su cabello!—. Debí suponer que serías tan caprichoso, al final del día sigues siendo el menor de todos tus hermanos.

—No soy caprichoso. —No tiene que admitirlo frente a Louis, por lo menos.

—Te enojaste porque tomé una foto sin tu permiso.

—Eso fue grosero. —Frota su mejilla contra la palma de Louis, ahora sosteniendo su rostro.

—Son cosas de novios, bebé —dice con cariño puro en su voz.

¿Qué?

Harry se aleja, la realidad golpeándolo con fuerza. —No somos novios.

—Ouch. Para ser nuevo en las citas, eres todo un rompecorazones. —Harry tiene la sensación de que a Louis no le importa tanto como a él. Esto no es casual, ¿lo es?

—¡Ni siquiera me lo has pedido! —Se cruza de brazos en un acto tan conocido para él. Espera que eso sea suficiente para hacer notar su desacuerdo.

Parece que es el único que se toma las cosas en serio aquí. ¿Y si se preparó demasiado para la cita? ¿Y si no era gran cosa y él lo convirtió en un gran evento? Oh, no. Se sonroja por la realización; ¡está guardando en su cartera los malditos boletos de cine! ¡Los iba a guardar como recuerdo! Incluso iba a usar su diamantina favorita. Oh. ¡Oh, no!

The Rosebud Blush is Charming the Season [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora