Capítulo 14

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Si se esfuerza lo suficiente, casi puede sentir que está de vuelta en su habitación, acurrucado en su cama con su laptop encima de él. Estaría revisando Pinterest, recordando esa linda tarjeta de San Valentín que guardó, por si acaso, solo en caso de que lo necesitara el próximo año para Louis. Él usaría esa hoja de diseño especial que guardó hace unos meses, con la esperanza de conseguir una ocasión en la que utilizarla.

Aprieta el libro de Cumbres Borrascosas contra su pecho. Tal vez podría pedirla prestada a la amable señora Woods, secretaria de la biblioteca escolar. Hoy podría preparar un chocolate caliente...

—Harry.

Bueno, ahí se va su tarde de ensueño.

Ya que Louis rompió su burbuja de alucinaciones, puede permitirse verse confundido por unos segundos. El ojiazul se ve agitado, entonces Harry pisa tierra. ¿Louis lo estuvo buscando?

—No voy a ir a ninguna parte —es lo primero que dice, y aunque intenta sonar decidido, sale más como un ruego.

—¿Qué pasó, conejito? ¿Ahora por qué estás escondido? —Ambos hablan bajo, a pesar de que no hay nadie alrededor.

Baja la mirada, avergonzado. —Solo quería leer —miente.

Louis se queda sin palabras por unos instantes, por lo que Harry aprovecha en preguntar:

—¿Dónde estuviste todo el día? No contestaste mis mensajes. —Se muerde el labio—. ¿El director los castigó?

—Solo nos quitó nuestros celulares. Lo siento por no contestar. —Encoge los hombros—. Estaba en los vestidores, tuve clase de deporte, por eso me demoré un poco. ¿Estás enojado por eso?

¿Su rostro se ve enojado? Harry lo obliga a relajarse. 

—No estoy enojado, Lou. Lo prometo.

El ojiazul se sienta a su lado en el suelo. Harry sabe que no lo convenció.

—Pero algo está mal, ¿no?

—Yo... solo me siento desanimado. Eso es todo. —Le da una sonrisa débil.

—Oh, bebé. —Louis lo atrae, besa su frente. Harry se permite relajarse bajo su toque—. Sé qué puede animarte. No he olvidado mi promesa del sábado.

Algo en el rizado parece despertar, y en cuestión de segundos ya está incorporado y casi saltando de emoción.

—Lou —dice, y sale de él como un ronroneo, complacido.

—Primero quiero mi beso.

Harry se acerca y picotea sus labios desesperadamente. Louis ríe y acepta los besos como un niño recibiendo un dulce.

—Mhm, un conejito ansioso —murmura al alejarse—. Bien, sé obediente y cierra los ojos.

Lo hace, temblando de la emoción, pero dispuesto a cumplir con la orden.

—¿Huh? ¿Dónde lo de...? Aquí está.

Hay cinco segundos de silencio, y Harry frunce el ceño.

—¿Por qué no dices nada?

—Estoy creando suspenso.

Harry bufa.

—Ahora sí, abre tus lindos ojos para mí.

Parpadea, enfocando su mirada en lo que sostiene Louis en sus manos.

Un papel.

—Sé que no es extravagante, pero pensé que te gustaría algo... cursi. Eres cursi, Harry Styles. Y escribí esto para ti.

The Rosebud Blush is Charming the Season [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora