Capítulo 15

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Al terminar de leer la carta, Harry se siente definitivamente mejor. Bueno, por lo menos lo mejor que uno puede estar en el armario del conserje después de pedirle a tu maestra permiso para ir al baño porque la desesperación está carcomiendo la boca de tu estómago.

No podía esperar más; entre pensar lo que Louis haría con la cabeza caliente y el no saber qué pasaría después de esa clase, Harry necesitaba relajarse. Solo lo sabía, su cuerpo ya no aguantaba más esa sensación constante de explotar en cualquier momento. No ayudaba el hecho de que nunca ha sabido cómo enfrentarla, solo se ha acostumbrado a ella. Hay patrones, sin embargo. Siempre se esconde en lugares cerrados, como ahora.

Sale del pequeño cuarto con las mejillas sonrojadas de cariño, sus pies caminando de regreso al salón, pero su mente perdida entre los párrafos. Hasta tiene ganas de llorar, y solo no lo hace porque él no llora dos veces en un mismo día.

Louis le dedicó aquellas líneas con tanta adoración, como si ya hubiera sabido que llevaba el corazón de Harry entre sus dedos. Pudo sentir la delicadeza con la que escogió sus palabras, exclusivamente para él. Le pertenece a Louis de la forma más inocente posible.

Siempre tuvo ese anhelo de ser especial para alguien, el único. Y ahora tiene una prueba física, su objeto más preciado; Louis lo quiere, pero Harry ya es suyo.

Entonces no tiene por qué preocuparse por nada, razona. Se siente así por el resto de esta clase y la siguiente. Se convence de que todo está bien, y su cuerpo lo acepta porque está demasiado ocupado pensando en lo enamorado que se siente.

Hasta que sale del laboratorio de química y los ve. Cuatro figuras grandes que se acercan a él con pasos resonantes. Harry jura que puede oír su corazón escapando de su pecho. Es definitivo: van a arrancarle los huesos. Esta vez no se imagina que lo están viendo, porque es claro que sí lo hacen.

¡Harry es tan alto como ellos! ¡Más alto que las dos chicas! ¡¿Por qué está temblando?! Si corre, ellos lo atraparán primero. E incluso si lo intentara, ¿a dónde iría? No tiene un escondite cerca del maldito salón de química. Está al otro lado de la escuela.

Se gira, fingiendo que busca a alguien, pero es claro que su única amiga no está alrededor. Aprieta sus libretas contra su pecho, hiperventilando. ¡¿Qué se supone que haga ahora?! ¡¿Dónde está Louis?! ¡¿Dónde...?!

—¿Harry? —Siente una mano posarse en su hombro. Se voltea de un salto, rechazando el toque—. Por fin te encontramos. —El chico arruga las cejas—. ¿Estás bien?

Harry siente sus manos temblar, pero asiente.

—Zayn, estúpido, lo estás asustando. —dice una de las chicas, quien cambia su tono amenazador para sonreírle dulcemente al rizado—. Hola, soy Sarah.

—Hola —murmura, aterrado.

—Somos los amigos de Louis. Nos reconoces, ¿no? —dice el otro muchacho—. Soy Liam.

Él solo puede asentir una vez más. No entiende nada.

—Y yo soy Rose. —Le ofrece su mano, a lo que Harry acepta, aun cuando su mano está fría y temblorosa—. No somos peligrosos, Harry. Queríamos presentarnos —dice la última.

—Louis nos contó que escuchaste lo que dijo Carl. Él es un idiota, ni siquiera es nuestro amigo —dice Zayn.

—Cuando escuchamos lo que dijo, no nos quedamos callados, Harry. No somos ese tipo de personas.

—O sea, sí somos insoportables, pero nunca así, ¿sabes? —dice Liam.

—Habla por ti. —Rose rueda los ojos.

The Rosebud Blush is Charming the Season [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora