"El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella"
-Edgar Allan Poe
El sol estaba en punta de lo alto, era cerca del mediodía cuando desperté esa tarde después de un buen directo entre la noche-madrugada recién, a decir verdad, es divertido pero a veces puede ser agotador, el solo tener que imaginar la cantidad de miradas en mí, estar atento a lo que escriben, las luces, es algo complicado pero al final del día son cosas que me gustan.
Una vez terminé de contemplar el techo de la habitación a medio iluminar por mis pesadas cortinas oscuras, decidí ponerme de pie para iniciar mi día, el estómago me rugía, a veces su gruñido me causa gracia, es peculiar como algo que está dentro de nosotros y es relativamente pequeño puede llegar a hacer tanto ruido.
Llegue a la cocina, frotando mi nuca despeinado aún más mí ya de por sí terco cabello, mi celular vibró desde mi bolsillo donde lo había metido al salir de cama.
Ya había olvidado que tenía una cita para verme con Jisung y grabar nuestro siguiente video cooperativo, y es que tengo tan pocas ganas de grabar, pero sí quiero ver a Jisung, el solo verlo siempre me pone de buen humor, él es como una parte importante en mi vida lo necesito, me he sentido algo abrumado de nuevo.
Respondí rápidamente su texto, confirmando la cita, el suave pelaje de Kkami se rozaba con mi pierna, mientras con pequeños sonidos me pedía que le llene su tazón y me recordó que no habia comprado alimento.
- Kkami, ¿qué pasa mi niño? ¿Tienes hambre? ¿Dónde está la loca de tu hermana?
Me agaché para tomarlo en brazos, y es que es una bola de pelo gordita con su pelaje blanco con algunos tonos negros y grises, mientras evitaba a toda costa que le diera un beso pero tal vez insistiendo de manera pasiva por algo de comer, con pasos rápidos Berry paso a la cocina, ladrando por igual, mi pequeña bayita es linda, pero creo que para Kkami no soy más que el dispensador de alimento.
- ¡El monstruo ha salido!
Solté divertido al bajar al perro de mis manos, a pasos rápidos subí me metí las zapatillas sin ajustar las cintas y tomé una sudadera vieja, de color café claro que de alguna forma especial para mí, tenía ganas de salir un rato a dar un paseo y así aprovechar a comprar comida para mis niños por lo que decidí bajar y una vez llegué a la puerta, la abrí y...
<<¿Changbin?>>
Mi mirada se perdió al frente en la acera donde Changbin bajaba de su auto, cerrando la puerta ya, apenas pude notar una chispa de sorpresa de su parte al verme, pero en apenas un segundo cambió drásticamente a una amplia sonrisa, esa confiable mueca, y con su voz optimista me lanzó un fuerte saludo.
- ¡Eh, Hyunjin!
Sonreí por igual al acercarme, guardando las llaves de casa en mi bolsillo al igual que mi teléfono, antes de estrechar su mano y atraerlo en un abrazo de medio cuerpo, palmeando su espalda.
-¡Bin! Que sorpresa, ¿Que andas haciendo por acá? Iba hacia la tienda por comida para mis gordos. Te importa si...
Hice una pequeña pausa girando mi cuerpo hacia la izquierda camino a la tienda más cercana, gesto que entendió de inmediato.
- Claro que no, Jinnie primero lo primero, anda y vamos.
Muchas veces me ha cruzado por la cabeza lo gentil que puede ser Changbin la mayoría del tiempo, es algo obsesivo, le encantan las reglas, el ejercicio pero sé que en el fondo... Debe ser agotador estar en su pellejo.
- He estado ocupado, olvidé por completo que me había quedado sin alimento para los perros, pero seguro entiendes cómo es eso.
- Uhn... No, creo que en realidad no, es muy difícil que olvide algo, ¿sabes?
Su mirada cayó en la mía, serio apenas por un segundo antes de sonreírme de nuevo, podría haber jurado que había algo diferente en él esa tarde, pero no pude, mi hambre y de mis perros era demasiada como para pensar fríamente en ello, simplemente sonreí y lo deje pasar por igual.
- Es por qué eres mitad robot o algo así, te venderé a la NASA para comprobarlo.
Traté de hacerme el gracioso para romper esa ligera e inquietante aura que había entre ambos en ese momento, pero el solo mantuvo esa sonrisa amable sin decir mucho.
Cuando llegamos a la tienda, se me desprendió de inmediato, dando vueltas en los pasillos del mini mall, es que de manera rápida lo perdí de vista por completo por un segundo, pero, sabía que estaba por algún lugar de la tienda no es un niño, no tengo que vigilarlo todo el tiempo, simplemente tomé lo que buscaba y me fui a pagarlo, dispuesto a esperarle fuera.
Una vez más, me sorprendió ver qué de hecho, él ya estaba ahí.
- Joder Seo, hoy estás en modo fantasma.
- Tal vez eres tú el distraído.
Sonrió
Esa sonrisa, algo tenía...
-¿Nos vamos?
Me sacó mi momentáneo lapsus, simplemente asentí para andar, soltando torpes bostezos por culpa del hambre, subí mis brazos para estirarme, soltando un suave gruñido al sentir ese momentáneo placer que provoca poner todo en su sitio, sin embargo, no todo era agradable, podía sentir su mirada clavada en mí mientras andábamos.
- Bueno, todavía no me has dicho por qué viniste.
Hablé casi por inercia al bajar mis brazos, tuve que apresurarme a verlo con una amplia sonrisa, lo que menos quería era ofenderlo.
- ¿Te molesta que haya venido?
- Oh, no, siempre es agradable tenerte cerca, pero... ¿Acaso olvide alguna reunión? Hablando en serio, sabes que soy muy distraído.
- No olvidaste nada, solo vine a visitar a mi Hyunjin.
Llegando a casa tomé mis llaves, divertido por su manera de decirlo, su tono era normal y fresco, de hecho muy similar a cuando tenemos grabaciones, abrí la puerta de casa para poder pasar de una vez, en cuanto entramos, ambos perros corrieron a nosotros en una ola de ladridos desesperados, husmeando la bolsa desde abajo al andar.
<< Quieren lo que hay aquí>>
- Si, sí. Ya sé, ya sé, tardaré un segundo.
Me giré hacia la puerta trasera donde tenía ambos tazones para servir con calma, el silencio a mi alrededor me hizo levantar la mirada para verme completamente solo.
- Ah, ¿Bin?... << ¿Dónde se ha metido?>>
Tomé la bolsa de croquetas y la puse sobre la barra de la cocina mientras buscaba con la mirada a mi alrededor, algo abrumado por la cantidad de silencio que había.
- Espero que no estés husmeando en mi casa.
Casi como un instinto básico, lo primero que pensé fue caminar hacia las habitaciones, principalmente a la mía, a Changbin le encanta tirarse en camas ajenas.
- Bin, espero que no estés fizgonean--!
No pude terminar lo que decía, cuando un fuerte golpe de lleno en mi rostro frenó mi camino, tumbándome atrás al suelo donde azoté con un ruido sordo, la fuerza fue suficiente para nublar mi vista y confundirme por completo. Pude sentir un hilo tibio bajando de mi nariz hacia mis labios.
- Ungh... !¿Cha-Changbin?!
La voz que emergió de mi estaba confundida y asustada, me giré esperando verlo por el fondo del pasillo, sin embargo, cuando volví la vista al umbral de la puerta, pude verlo ahí, sacudiendo su mano con molestia.
- Lo siento mucho, Hyunjin.
Fue lo último que dijo, antes de inclinarse hacia mí, torciendo su brazo a la espalda, soltando ese fuerte cañón nublándome por completo de una vez.

ESTÁS LEYENDO
Missing [ChangJin]
Diversos"En lo profundo de esa oscuridad, observando detenidamente, siempre estuve allí... preguntándome, temiendo, dudando. Soñando sueños que ningún mortal jamás se atrevió a soñar antes." El amor... ¿qué sabemos realmente de él? Changbin siempre ha amado...