Los límites que dividen la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, sombríos y vagos. ¿Quién dirá dónde termina uno y dónde comienza el otro?
Con todo lo ocurrido en el día, no le tomó mucho tiempo al sueño alcanzarme, podía sentir el suave peso de las cobijas sobre mi cuerpo y eso me relajaba, a veces no es difícil saber cuándo estás dormido, especialmente cuando has estado en el mismo sitio antes.
Cuando al fin entré al sueño profundo, me encontré en aquel espacio completamente negro una vez más, justo en el mismo punto en el que me había quedado antes, giré a mi alrededor para ver la farola aún suspendida arriba, di un par de pasos hacia ella antes de detenerme de abrupto y cruzar mis brazos. <<Ah, no. ¡Ni de coña! La última vez que me puse a perseguirte termine muy mal>>
— Esa no fue culpa nuestra.
Me giré violentamente a mis espaldas, al frente de nuevo, mire en todas direcciones como un frenético, esa voz no había sido yo me congelé en mi sitio, la negrura no me dejaba ver nada.
— ¡¿Qué, ahora no podré ni dormir en paz?! — Grité con fuerza para alcanzar a sabe quién.
— Claro que sí, incluso éste podría ser el mejor de tus momentos.
La voz estaba mucho más cerca que antes, con ese frío trepando por mi espalda, mi cuerpo se disparó como el gatillo de un arma hacia la luz flotante, es lo único que había cerca que me podía dar cierta paz.
— ¡Hey! Vuelve aquí, Hyunjin.
No tenía ganas de escucharlo, hablaba tan relajado que me daba mucho mal rollo. teniendo la farola cada vez más cerca, apenas pude sentir algo detrás mío, pero no quería voltear. << ¡no gires, cabrón! >> me repetí mentalmente sin detenerme, pero algo andaba mal. a poco más de la mitad del camino, parece que había dejado de avanzar la farola estaba más cerca pero ya no avanzaba más.
O más bien yo no lo hacía.
— No te canses, Hyunjin. — murmuró detrás mío.
— Agh. ¡Cállate, hijo de puta!
Aún que no quería, el pánico se apoderaba de mi de nuevo, estaba comenzando a cansarme, baje mi ritmo poco a poco, pues nada pasaba, y de a poco nada se escuchaba, terminé por parar. << De cualquier manera no estás llegando a ningún lugar.>>
— ¿Ya terminaste? — replicó a mis espaldas.
— Cállate. -Respondí con torpeza, recuperando el aliento.
— Creo que sería bueno que te sentaras, tienes una cara espantosa. — pude notar que sonrió, la voz cambia cuando sonríe mientras hablas, eso no hizo más que ponerme aún más ansioso. — Bueno, tu semblante es espantoso, esa cara que tienes es de hecho muy guapa.
— ¿Qué carajo quieres?
Terminé por girarme, hostigado por la presencia que a decir verdad, ya estaba demasiado cerca mío. pude verle por completo. parecía un tío común y corriente, alto de cabello oscuro, estaba vestido completamente de negro, pero sobre sus ojos reposaba el antifaz de... un ¿Perro?, ¿Zorro? ¿Lobo? No supe decirlo con certeza por la mala iluminación.
Creo que pudo leer el desconcierto en mi cara cuando no dije nada, ni siquiera hice por correr <<Es definitivo, ya me estoy volviendo loco>>
— Claro que no, esto es muy normal. — Sonrió con un leve halo de ternura.
— Escuchas lo que pienso.
— Naturalmente.
— Eso no tiene nada de natural.
— ¡Es un sueño! ¿Qué sabes tú?
Con esa sonrisa amable se acercó un poco más, despacio, consciente de mi miedo.
— Tranquilo, principito, no voy a herirte, ahora mismo podría ser lo más cercano a tu mejor amigo.
— ¿De que hablas?
— ¿Alguna vez viste "Pinocho"? Digamos que soy como tú "Pepillo" solo que tú subconsciente me dio una forma, no vamos a hablar de los modos de defensa de la conciencia ahora.
De acuerdo, debo admitir que para ese momento estaba no solo asustado, sino confundió y más aún, me sentía ridículo, mi mente pudo crear un ser, ¿y tenía que lucir como miembro de un carnaval o algún tipo de prostíbulo barato?
— ¿Y tengo que darte un nombre? Podría llamarte "Fido".
— ¿Que clase de nombre es ese? — Se rió ampliamente, en mi cara. — Yo tengo un nombre, es Bangchan.
— Creo que prefiero "Fido"
— No me vas a llamar "Fido"
En teoría, esto era como pelear conmigo mismo no pude reprimir del todo una sonrisa, la idea era ridícula y me hacía gracia.
— Esa mueca me gusta, deberías mantenerla.
Me abordo de nuevo, me ponía nervioso estar en su presencia pero no tanto como podría esperar.
— Bueno, Bangchan ¿Qué haces aquí? Creí que era una simple pesadilla por el estrés.
— En esencia lo es, pero tú alto nivel de tensión creó un espacio altamente reactivo a tu situación. Lo más probable es que cuando esto pase me vaya yo también.
Todo lo que decía lo acompañaba de una gran sonrisa, una sonrisa llena de alegría y de calma. incluso al hablar de su desaparición, parecía no preocuparle en absoluto honestamente quiero que todo termine así que, bien por él.
— Entiendo, pero aún tengo duda, entiendo cómo llegaste acá, pero no que quieres.
— Primeramente, acompañarte en segunda, aconsejarte, estás en una situación delicada los motivos que Bin tenga, son un misterio para ambos, pero su comportamiento ya mostró un patrón.
— ¿ "Bin"? Con la situación, ¿no sería mejor llamarle Changbin?
— Mi naturaleza es optimista. — levantó los hombros con suavidad — Además, le diré como yo quiera.
— Vale... Continúa.
— El punto es que te conviene seguirle el juego.
Se agachó para sentarse invitándome a sentarme también, accedí, estaba seguro de que no iba a hacerme daño.
— ¿No es peligroso? Es como aceptar lo que hace.
— Ya viste lo que pasa cuando no lo sigues. ¿Eso te parece menos peligroso?
Por menos que me gustara tenía razón.
Ganarme la confianza de Changbin en esta situación me daba más oportunidades para escapar.
— ¿Y por dónde empiezo?
Tras su antifaz pude notar una sonrisa burda y sin censura.
Sentí escalofríos en todo el cuerpo.
— Bueno...
ESTÁS LEYENDO
Missing [ChangJin]
DiversosEn lo profundo de esa oscuridad mirando detenidamente, siempre estuve allí, preguntándome, temiendo, dudando, soñando sueños que ningún mortal jamás se atrevió a soñar antes. El amor ¿Qué sabemos de él realmente? Changbin siempre ha estado enamorado...