La casa

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Estuvimos sentados en el frío suelo del sótano por un rato mientras mi cuerpo retomaba fuerzas, él se sentó conmigo, mantuvo su cuerpo cerca todo el tiempo, dándome un poco de calor.

Pasado el tiempo suficiente, se levantó primero para tenderme una mano, la poca luz del sitió apenas me dejaba ver el suave brillo de sus ojos, recordando lo sucedido recientemente, no encontré motivo válido para negarme a estrechar su mano.

Cuando me consiguió en su agarre, tiró suavemente para ponerme de pie, atrapándome en sus brazos, asegurándose de que me pudiese mantener por mi cuenta.

— Estoy bien. — murmuré al tratar de alejarme un poco.

— Lo sé, estoy aquí.

Su respuesta me tomo por sorpresa, pero no dejé que lo notara, nos dirigimos después a la puerta metálica que él abrió con naturalidad del otro lado al salir, vi apenas de reojo una de aquellas grandes chapas de seguridad con cuatro pequeños tubos no hay nada similar por dentro, esta puerta solo podía asegurarse por fuera.

— Cuidado con los escalones.

Mi vista volvió al frente en un parpadeo al frente de ambos una corta escalinata terminaba en una puerta más, de lejos, no veía muy bien ya que la iluminación aquí también era baja, pero al menos sabía que no había reflejo raro en ella, era una puerta completamente normal.

Una vez llegando arriba, abrió la puerta para mí, dejándome entrar a la verdadera casa <<Joder, joder...>> Y que casa, los muros del sitio eran de piedra, una casa notablemente vieja, más de tipo campo, sin embargo si Changbin tiene algo es sentido de la estética, no viviría en una cueva sin importar la circunstancia los pisos habían sido renovados recién duela oscura, techos limpios y altos, al menos 3 metros.

— ¿Te doy un recorrido? — me hizo pegar un salto cuando apareció sobre mi hombro con una amplia sonrisa.

— Sí, claro...

Lo mire de arriba a abajo, examinando su abrupto cambio de postura y ánimos, antes sonreía pero era obvio que estaba a la defensiva, aquí arriba ese estrés se había ido tenía el semblante de quién efectivamente, solo quiere mostrarte su casa.

— ¡Wow! Grandioso, empecemos por aquí. — tomó mi mano para llevarme directo al living donde otra puerta con metal apareció.

Por dentro, mi instinto era alejar el contacto, pero no sé cuáles eran sus intenciones aún, me conviene tenerlo tranquilo.

La estancia era amplia, con una sala color negro de tela gruesa y espacios amplios, una TV suspendida y un Blu-ray abajo sobre una mesita llena de CD's en la parte inferior en otro soporte, había un reloj de pared, clásico, fondo negro y relieves en... Más negro.

— ¡Este espacio es de los más cómodos de la casa! — Se acercó al centro del lugar para señalarme cada complemento, incluyendo las lámparas incrustadas en el techo, al igual, tomó la orilla de una de las cortinas al fondo antes de correrla, divisando una amplia ventana.

Mi impulso fue precipitarme a ella << ¡Esto podría ser mi escape! >> Mis esperanzas se fueron más temprano que tarde. <<Mira bien, cabrón.>> La ventana era realmente grande, abarcando casi el ancho del muro y de al menos la mitad del alto, no había barrotes ni protecciones en la ventana pero, no lo necesitaba.

En primer lugar, descubrí que estaba muy jodido, estábamos fuera de la ciudad veía al menos dos o tres casas más a lo lejos, el resto era prado o tal vez bosque de esos con buenos altibajos, estábamos en la parte superior así que se podía ver a buena distancia... que no había nada.

Missing [ChangJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora