Capítulo 12: Asajj Ventress y un Mundo Shinobi Parte 2

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Habían pasado ya varios días desde que Ventress se había reunido con su aprendiz y éste le había mostrado algo que la había puesto de muy buen humor, al principio la Sith había tenido sus dudas a la hora de unir fuerzas con el y más aún enseñarle a manipular el lado oscuro de la fuerza pues sólo lo consideraba un mero hombre con deseos de grandeza y poder, pero su gran astucia, paciencia, su gran control sobre sus emociones y gran talento estratégico así cómo su profundo conocimiento del mundo ninja y su comprensión de la mente humana en especial de la mente de los shinobis, le había hecho entender que el hombre de negocios cómo así se hacia llamar no era cualquier cosa, más aún qué no parecía tenerles ningún miedo, y eso era un gran mérito para el hombre de baja estatura pues había comprobado a mano propia lo cruel que aquel mundo era con los débiles, aquellas personas que no gozaban de algún tipo de genética especial que le dieran la ventaja en el campo de batalla, ya sea que los volviera más fuertes o más veloces, o les brindara algún tipo de habilidad ocular, esas personas sin ningun tipo de ventaja la podrían pasar muy mal pues los seres de ese mundo al que llaman shinobis tienden hacer demasiado despiadados con los debiles, tanto así que en ese punto eran más parecidos a los Sith aunque de una forma un poco más grotesca.

Ventress había estado estudiando el holocrón de Revan durante varias semanas, intentando descubrir todos sus secretos y la historia contenida en aquel artefacto Sith, le había tomado un tiempo considerable y se había tornado difícil y en extremo pese de sus habilidades y experiencias que había logrado cultivar a través del tiempo, había obtenido una cierta victoria pues descubrió que el hombre había venido a este mundo por la misma razón por la que ella estaba ahí, lo que le hizo sospechar aún más que lo que buscaba se encontraba en ese planeta, Revan había logrado localizar una gigantesca puerta en las profundidades de una montaña, dentro de esta había una gran puerta de piedra de gran tamaño a los lados de aquella puerta había dos esculturas del mismo tamaño las cuales adornaban el lugar, algo que le llamó la atención era los tres cerrojos para tres llaves, aquello no le había gustado, eso significaba que su búsqueda se alargaría aún más pues cada llave podría estar en cualquier lugar..

– Si quiero irme de esta triste roca tendré que encontrar esas malditas llaves, afortunadamente mi pupilo a demostrado ser bastante útil localizando hallazgos –

Para facilitar más su misión recurrió a los recursos de su aprendiz, él le había comentado que en cada aldea había instalado una base de operaciones donde podría vigilar los movimientos de cada aldea, además había lanzado un comentario algo jactancioso, había mencionado que se encontraba tan bien escondida que ni los propios shinobis lograron imaginar la ubicación de dicho escondite, Ventress le había cuestionado con eso y regañado pues en su experiencia ningún escondite era seguro y que si no la habían encontrado es porque simplemente no había mirado lo suficiente o ni siquiera habían intentado buscar su base.

Después de aquella platica ella se diriguio hacia el primer indicio que había descubierto se encontraba en Konoha específicamente debajo del monumento Hokage, entrar le sería sencillo pues lo había hecho en varias ocasiones usando sus habilidades en el lado oscuro de la fuerza, habilidades que le había enseñado su maestro Darth Tyranus, estas le facilitan las cosas, para desgracia de ella no podía entrar volando pues había una barrera invisible que detecta a los intrusos ya sea que vengan por cielo o por tierra, aun cuando su nave tenga aquel sistema de camuflaje que había instalado Madness esta no la hace intangible lo que le ayuda a la barrera a detectar cuando un cuerpo sólido pero invisible entrar a los límites de dicha barrera además aun cuando lograra entrar sin ser detectada si por mera casualidad alguna persona se encontrara en el mismo sitio que la nave tal vez no la vería pero si al ave parada en medio de la nada a una altura de varios metros, por otro lado esa barrera lo qué podría en alerta a los shinobis, pues estos individuos le han demostrado en más de una ocasión lo buenos que son a la hora de rastrear lo que sea que no se ven a simple vista, si eso llegara a pasar y descubrieran su nave era posible tres escenario el primero de ellos que la emboscarían entre varios ninjas de elite lo que resulta en una batalla a muerte y estos shinobis son mucho más habilidosos y fuertes que los soldados que tiene el imperio, el segundo que la destruyeran por considerarla un arma que podría aprovechar el enemigo y el tercero y último se la llevarán para saber cómo funciona lo que implica que tendría que rescatar su nave y todo lo que eso conllevaría por eso mismo ninguno de esas opciones le agradaban es por ese motivo había decidido aterrizar en una zona más alegada de aquella aldea más específicamente en las profundidades de un lago que se encontraba en las cercanías de la barrera, también podía dejar la nave en piloto automático y que esta se encontrara estacionada en órbita de esta manera sólo tendría que llamar la nave a control remoto, algo que Null le había recomendado hacer.

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