Capítulo 13: Secretos Rebelados Parte 1.(Editado)

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Null y Sadlish, dos aprendices Sith poderosos, talentosos y habilidosos provenientes de un planeta ubicado en la región mas escondida de una galaxia satélite olvidada, dos individuos tan similares como lo son de diferentes, ambos con un pasado trágico, uno perseguido y despreciado por su pueblo, mientras que la chica abandonada por la vida misma al presenciar como sus padres eran asesinados por unos Shinobis mercenarios frente a sus ojos, desterrada de todo sentimiento de amor y acogida por un hombre solo para ser convertida en un simple peón en sus planes.

– Oye Null, dime una cosa, no extrañas nuestro mundo natal o tu pueblo o a alguien en específico –

– A qué viene esa pregunta tan de arrepentirse, es bastante curioso que tú la hagas siendo como eres –

– No lo sé, de repente me entro una profunda soledad, para ser franca ese planeta de mierda nunca me ha importado, no hay nada que me vincule con ese lugar, excepto una cosa –

– ¡¿Exceptuando una cosa!? y de que se trata eso – pregunto Null que se encontraba arreglando uno de sus droides de reconocimiento.

– Bueno, yo en particular extraño a Karin, aunque no éramos hermanas de sangre si éramos parientes cercanos y ella a diferencia de todos los demás bastardos que conocí en ese nido de serpientes fue la única que me trato con decencia, decía que la familia debería de estar unida, si fuera a regresar iría por ella y quemaría todo lo demás eso siempre me ha quedado claro, pero siempre me he preguntado algo – Sadlish o como antes se llamaba Tayuyá miraba intrigada a Nu, los ojos de la chica reflejaban curiosidad pura mientras veía como su compañero trabaja en aquella máquina – Cuando dices curiosidad te refieres a si yo tengo a alguien en aquel mugroso planeta a que regresar para después quemarlo completamente hasta sus cimientos hasta que no quede nada, pues la verdad no, no hubo ningún cretino ahí que me defendiera de los aldeanos cada vez que se les antojaba usarme de saco de boxeo cuando se acordaban de cierta tragedia, no hubo nadie que me alimentara cada vez que yo estaba hambriento, o que me abrazara cuando sentía miedo, no hubo nadie que me extendiera la mano después que llegaran algunos idiotas de quien sabe dónde para hacer conmigo lo que quisieran, no hubo nadie que simplemente me abrazara o me hiciera una acaricia para reconfortarme o que me alimentara. En pocas palabras no tenía ninguna idiota excepto un anciano que de vez en cuando me mandaba a llamar para saber cómo estaba, insultando mi inteligencia, como si yo no supiera que él tenía una estúpida bola de cristal con la capacidad de ver cualquier cosa siempre y cuando estuviese dentro de la aldea. Me encontraba tan solo como tú lo estabas, o tal vez incluso aún más. Pero a todo esto porque la pregunta. –

– Solo... era simple curiosidad, quería molestar un poco al hombre – respondió la chica con una pequeña sonrisa picara – Entiendo, espero que ya estés lista, pronto llegaremos a nuestro destino –

– Ya estoy preparado como siempre Nu, y dime ahora a donde tenemos que ir, espero que no sea a uno de esos planetas locos que tanto te gusta ir –

– Alderaan –

– No es acaso ese planeta donde se encuentran una de esas familias que impulsa una rebelión en contra de ese zoquete de Palpatine –

– El mismo, prepárate nuestra misión es ahí –

– Ya veo, sabes una cosa Nu me encantaría toparme con la hija de Vader, he escuchado que la princesita tiene un carácter difícil – Si, yo también he escuchado eso tal vez se cumpla tu deseo, escuche que en estos momentos se encuentran en su mundo natal y la misión es infiltrarnos y robarles algo que ellos tienen en una de sus bóvedas –

– Vaya que interesante, me pregunto qué edad es la que tiene la princesita en estos momentos, según mi cuenta ella tiene ya al menos unos doce, catorce años tal vez... o, posiblemente más – Nu le miro intrigado, aunque no demasiado pues en todos los años que tenia de convivir con ella ya la conocía inclusive mejor de lo que ella se conoce así mismo – Alístate, en tres horas llegaremos a nuestro destino – Sadlish le miro por unos momentos, los ojos de la Sith habían cambiado repentinamente , Null los miro y sabía que no profetizaban nada bueno – Si vas a ser lo que creo que vas hacer espero que no te explote en la cara, no quisiera tener que salvar tu pellejo – la mirada que todavía seguía teniendo aquella maliciosa no cambio, ni respondió, en su lugar solo camino hacia la puerta de salida silbando una extraña melodía que Null ya había escuchado antes, en la otra galaxia – pobre de la mocosa, no quisiera estar en el pellejo de la cría con semejante psicótica – comento Null.

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