Capitulo 3

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Lo de mi colegio ya estaba todo arreglado. Empezaría el lunes siguiente.

Conocía al nuevo colegio por lo que me había comentado ayer Noah y por una foto que mi madre me había mostrado, y, la verdad, no me había gustado nada. Parecía un convento, o una cárcel.
Me había quedado grabada la imagen de una paredes altísimas de ladrillo rojo salpicadas de ventanas que miraban a un patio triste de baldosa gris.
Tendría que tomar el metro y hacer una combinación porque no había una linea que me llevara directo.

Martín y mama estaban hablando de trámites y preparativos. Yo escuchaba a medias, no tenía ganas de oír el parloteo .

Creo que si Noah no hubiera tocado el timbre, me hubiese quedado dormida en el sillón de la sala.

Me despedí de mi madre y cuando ya estábamos fuera del edificio le pregunte a Noah:

-¿A donde vamos?-

-Cerca de aquí esta el parque El Retiro , ahí hay una heladería - me respondió mientras íbamos caminando.

Compramos un helado para cada uno y nos sentamos a la sombra de un árbol del parque. Era hermoso, con bancos de cemento y arbolado, con un enorme estanque donde la gente alquilaba botes.
Parecía que ninguno de los dos tenía algo para decir así que Noah me preguntó:

-Oye, quieres andar en un bote?-

-Buena idea- le contesté, mientras nos encaminabamos hacia el local de los botes.

La tarde se pasó volando, llena de risas y algún que otro susto ,ya que casi me caigo,pero por suerte Noah me sujetó.

La pasamos genial hasta que cada uno se fue a su piso ya que se estaba haciendo tarde.

Esa noche, cuando me senté frente a la computadora, no pude evitar mirar hacia la ventana de enfrente, las cortinas de la ventana de Noah estaban abiertas, pero no lo suficientemente para ver si el chico se encontraba, asi que la peor idea que se me ocurrió fue estirarme un poco por arriba de mi computadora, tratando de lograr verlo.

Hasta el momento en que Noah salió a abrir las cortinas sorprendiendome.
Tan rapido como apareció yo trate de volver a mi lugar, hice un movimiento tan brusco que termine tirando la torre de mi computadora y un fuerte golpe se escucho.

- Creo que tus padres no van a estar muy contentos al saber que rompiste algo- Escuche a Noah decir, estaba mirandome con cara divertida desde su ventana.

-Definitivamente asi es- dije mirando al aparato ya roto en suelo.

-Creo que no fue una buena idea tratar de espiarme vecina- Agrego Noah.

Mis sonrisas se pusieron mas rojas que un tomate, su sonrisa aún más se ensancho.

-Yo n- iba a mentirle que no estaba espiandolo, cuando mi madre entró a mi cuarto sobresaltandome, su mirada se dirigió hacia la ventana de Noah, luego hacia mi, y por ultimo termino en el piso, su respuesta no fue muy buena y podia sentir a Noah disfrutando esa escena...

La Ventana de enfrenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora