Братва (Bratva)

Capítulo 25

"Louis"

Frunció el ceño. Le dolía el hombro, y todo estaba demasiado oscuro y tenía la boca llena de algo insípido y arenoso, y la cabeza le pesaba, le pesaba, le pesaba...

"Louis"

Harry. La voz grave, suave, maravillosamente ronca de Harry. Louis abrió la boca para intentar hablar, pero sólo pudo tomar una bocanada de aire.

"Louis, por favor. Mírame"

Consiguió abrir los ojos, poco a poco. No vio nada; sólo una luz cegadora, demasiado blanca y brillante, pero empezaba a tomar conciencia de su propio cuerpo, despacio. Oía un pitido regular, lento. Olía a alcohol y a algo plástico. Notaba una mano grande, cálida, sobre el estómago. Notaba un ligero entumecimiento en las piernas, un dolor punzante en el hombro... y un calor sólido y agradable amoldado en uno de sus costados.

Parpadeó hasta darse cuenta de que era la lámpara lo que estaba mirando; apartó la mirada. Estaba en su habitación, en la cama, con la figura larga de Harry acoplada a su costado.

"Harry" murmuró instantáneamente; su cuerpo entero se puso en marcha con esfuerzo.

"Louis. Louis, Louis, mírame, por favor..."

Lo intentó; lo intentó hasta que le dolieron los ojos. Gimió. El pitido se tambaleó y aumentó, acelerándose al instante.

"Estás bien" no tenía el aire suficiente en los pulmones como para hablar, pero lo necesitaba "Estás bien, estás bien, Harry, Harry, estás..."

"Sh" él lo cortó con rapidez "No, no, Louis, despacio, por favor."

"Estás bien" insistió con desesperación "¿Est-toy soñando? ¿Estás bien?"

"No, Lou, estoy bien. Te juro. Respira, tranquilo. Está bien ahora. No te preocupas. Abre los ojos, por favor. Mírame"

Lo intentó de nuevo. Harry apareció, borroso y preocupado, en uno de los lados de la cama... ¿de la cama?

Su alfa sonrió, aliviado.

"Hola, mi amor" susurró.

"Est-tás bien" suspiró, notando los sollozos crecer en su interior como olas rompiendo contra su pecho. "Oh, dios, dios, estás bien, estás bien, Harry"

Él parpadeó. Atrapó una de sus manos entre las suyas y le besó el dorso con ternura.

"Tranquilo, tranquilo. Necesito que respiras" murmuró, con la voz suave y lenta, y Louis se echó a llorar definitivamente. Lo notó moverse hasta que tuvo un pecho cálido en el que apoyarse.

"Harry" murmuró, y él frunció el ceño. Le secó las lágrimas que le empapaban las mejillas, pero otras frescas las sustituyeron enseguida.

"No, no. Quédate conmigo. Escucha, Louis, está bien. Está bien"

"Hub-bo disparos" balbuceó. "Los oí. Temblaste. Tu padre hablaba y yo no entendía nada, y había..."

"Sh. No, no" Harry acabó hundiendo el rostro en su cuello para besar su mordida, provocando una nueva corriente que lo llenó con suavidad. Louis cerró los ojos y gimió en voz baja, tembloroso. Su mente era un torbellino caótico y abismal, pero Harry era sólido y real, y se aferró a él como a la vida, exhalando con brusquedad cuando él lo mordió y la sensación lo bañó como fuego abrasador. Ahora sí que no podía estar soñando. No había forma de que aquella sensación la hubiese creado su mente.

"Dime qué ha pasado" consiguió mascullar, con la voz pastosa. Harry no se separó de él ni un centímetro; le acarició la espalda, sosteniéndolo contra él y respirando en su pelo. No fue hasta ese momento cuando se dio cuenta de que el alfa temblaba.