Братва (Bratva)

Capítulo 39 - Final

Registraron la casa de arriba abajo. Harry mandó cerrar puertas y ventanas y mirar en cada minúsculo rincón.

Luka no apareció.

Louis sentía que el oxígeno desaparecía de sus pulmones a cada segundo que pasaba, dejándolo vacío y mareado.

Niall apareció corriendo, con el ceño fruncido, en busca del problema, pero no le dio tiempo a preguntar. Ni siquiera sabía qué decir.

"Llamad a Gemma" acabó diciendo "Decidle que no haga nada."

Niall se quedó quieto.

"¿Qué?"

"Luka no está" espetó, notando las lágrimas otra vez, ardientes. Ahogándolo. "Luka no está, se lo han llevado. Se lo han llevado a pesar de tu sistema de seguridad. Llamad a Gemma. Llamad a Gemma. Paradla. Traedme a Luka"

Niall palideció. Dio un paso atrás; Louis casi podía ver los planes en su cabeza haciéndose añicos y reconstruyéndose de nuevo.

"¿...Qué?"

"No está" ya no sabía si estaba gritando o no. Los brazos de Harry se enroscaron a su alrededor "No está. Se lo han llevado"

"Tienes que dormir"

Louis sacudió la cabeza. Eran las dos de la mañana. Habían acabado en el dormitorio de nuevo. Harry había perdido el color en las mejillas, y él iba a volverse loco de un momento a otro.

"Tráemelo" las lágrimas ahogaron sus palabras "Tráeme a nuestro bebé, Harry"

Él respiró hondo. Temblaba.

"Te lo traigo" juró. "Intentas descansar, por favor. Por favor"

Louis ni siquiera se molestó en negar con la cabeza. Le daba vueltas a la pesada pistola entre sus dedos, con la mente en blanco. El dolor en su pecho era intenso, insoportable, y no le dejaba respirar. No sentía nada que no fuese la desesperada necesidad de oír los gorjeos de Luka, de ver sus ojos azules y acariciar sus manos diminutas.

Se pasó una mano por el pelo, pero acabó agarrando un puñado para tener algo de lo que tirar. Le escocía todo el cuerpo, le dolía respirar y le temblaban las manos.

Necesitaba a Luka. Necesitaba el olor dulce de su bebé entre sus brazos, la seguridad de sus manitas en su piel y su respiración en la oscuridad.

"No le darán de comer" dijo en voz baja, desesperado "No sab-bemos... Es prácticamente un recién nacido. Harry, por favor, por favor..."

Él cerró los ojos. Sabía que la desesperación en su voz le estaba afectando, pero no tenía tiempo de pararse a pensar en eso.

Se levantó. Harry lo siguió con la mirada, pero no se movió. Parecía tan agotado y atormentado como él.

"¿Dónde vas?"

"A p-por mi bebé" Ni siquiera sabía a dónde iba, pero sabía que no podía quedarse en esa habitación. Sentía las paredes cerrándose a su alrededor, la cuna de Luka enorme, dolorosa, ineludible, el único mueble visible de toda la habitación.

"Louis" Harry suspiró.

"Ven conmigo." pidió, recuperando la calma. "Coge la pistola. Vamos a por él"

"No es tan sencillo." Harry ocultó el rostro entre las manos. "No funciona así"

"Me da igual cómo funcione. Vamos a por Luka."

Su alfa suspiró.

"Ven aquí" murmuró. Obedeció instintivamente; Harry lo envolvió con los brazos, sin levantarse, y apoyó la cabeza en su estómago. Fue un gesto simple, pero Louis ya lo conocía lo suficiente como para entender la agonía de su alfa, idéntica a la suya. Harry se deshacía entre sus manos, impotente, pero todavía se estaba esforzando por mantenerse entero. Louis se había resquebrajado hacía un buen rato. "Luka va a estar bien. Vamos a por él. Vamos a traerlo y luego vamos a quemarlo, todos. Te lo juro, Louis. Me muero antes que equivocarme" dijo con los dientes apretados, los ojos cerrados y el ceño fruncido.