Dragons of Berk

Cómo elegir a tu Dragón

Aquí en Berk las cosas se han hecho de una manera: La manera vikinga. Desde que los dragones llegaron, la manera vikinga se volvió... Bueno... La manera difícil.

Desafortunadamente algunas personas siguen negándose a cambiar.

Hicca estaba junto a su novio, padre y padrino en uno de los muelles observando como algunos vikingos acercaban un barco. Lamentablemente, éste se encontraba casi destruído en su totalidad.

-Es ese dragón salvaje de nuevo.- dijo Bocón.

Los pescadores tenían un problema con algún dragón y por eso no estaban consiguiendo pescado.

-Es el segundo bote ésta semana que está siendo destruido.

Chimuelo hizo gárgaras mientras los demás se veían de forma seria.

-Bueno, acabamos de perder otra pesca.- Estoico dijo hablando con Bocón.- Lo hubiéramos podido salvar si llegábamos antes.

-Yo sé cómo hubieras llegado ahí antes.- se metió a la plática Hicca, quien ha estado intentando convencer a su padre de entrenar un dragón.

Para su mala suerte, la terquedad de su padre era más grande que toda la isla de Berk.

-No otra vez.- susurró su padre mientras rodaba sus ojos de forma cansada, ya sabiendo a qué se refería su hija.

-Si volaras en un dragón, hubieras llegado ahí en cuestión de cinco minutos en vez de dos horas.- trató de convencerlo.- Y puede ser que hayas asustado a ese dragón salvaje. Y además, la palabra de un dragón habla más que la palabra de un vikingo.

-Como el jefe de Berk yo hago las cosas a la manera vikinga.- le respondió su padre tratando de salvar las partes buenas del barco.- No la manera de los dragones.

-Bueno, la "manera vikinga" está haciendo que perdamos barcos y peces.

Ahí fue cuando Bocón se metió donde no le llamaban.

-Tu hija tiene un punto. Si tu estuvieras en un dragón...- Bocón comenzó a hablar, y ahí fue cuando Estoico escuchaba y hasta parecía pensarlo.- Podrías proteger a la isla de muchas cosas. Incluyendo Alvin.

-Exacto. Podrías usar un dragón para-

Fue interrumpida por su padre como si no la hubiera escuchado en primer lugar.

-Tienes razón, Bocón.

Hicca tenía los ojos como platos y la boca casi tocando el suelo. No podía creer que Bocón convenció a su padre en cuestión de segundos cuando a ella le estaba tomando semanas.

-Alvin sabe que tenemos dragones. Él volverá.

-Tu viste lo que los dragones hicieron.- Bocón continuó hablando haciendo gestos a Chimuelo, quien se encontraba sentado un poco alejado del muelle.- Tenían a Alvin acorralado. Imagina si tu fueras quien les ordenara.

-Estoy escuchando.

Hicca nunca tuvo más ganas de tomar la barba de su padre y arrancarla de un jalón. No creía que su padre en serio estaba escuchando a su padrino. Estaba considerando tomar a Chimuelo y regresar a casa para esconder su cabeza entre dos rocas y jamás salir.

-¿Estás escuchando?- le preguntó Hicca indignada a su dragón.

-¿No llevabas semanas tratando de decirle eso?

-¡EXACTO!

Ambos observaron como Estoico y Bocón seguían caminando y hablando sobre el tema.

-Eso es lo que he estado tratando de decir-

Volvió a ser interrumpida por su padre.

-Bocón tiene razón.