Todos tienen un pasado, incluido los dragones. Y algunas veces, ese pasado pude volver para atormentarte.
Chimuelo se encontraba dormido disfrutando de la cercanía de su novia en sus brazos, aunque para su horror fue despertado por un horrible escalofrío que le recorrió en todo el cuerpo al sentir una no muy placentera presencia que parecía venir de debajo de la tierra.
Soltó un ligero gruñido como si estuviera a punto de lanzarse al ataque, pero se le había olvidado la pequeña vikinga que tenía con él.
-¿Chimuelo?...- preguntó de forma somnolienta.
-Perdón, Hicca. No pasa nada, vuelve a dormir.- le respondió en un susurro acariciando de forma cariñosa su cabello, soltando una pequeña risa cuando respondió con un ronroneo y se pegó a su pecho nuevamente cayendo dormida.
Más Chimuelo solo la abrazaba observando el suelo de forma insegura.
Y cuando lo haga, necesitarás estar a su lado para ese momento...
...
Hicca había despertado a la mañana siguiente con la sorpresa de no sentir a su dragón al lado suyo, pero le sorprendió más verlo sentado en su forma de dragón en su ventana observando el horizonte.
-Buenos días, Chimuelo.- saludó Hicca.
Chimuelo volteó a verla y sus ojos brillaron cuando la vio despierta. Se acercó a ella casi tirándola al suelo como saludo y ambos bajaron para desayunar.
Decidieron salir a caminar un rato por la aldea, ya que era un día nublado y querían tomarse un pequeño descanso de los vuelos. Aunque Hicca sabía que era una fantasía cuando notó a algunos vikingos reunidos.
Al acercarse notaron un gran agujero, Hicca lo veía de forma curiosa y Chimuelo olfateó un poco el suelo, solo para gruñir y tensarse al instante, lo cual extrañó mucho a Hicca.
-¿Qué pasa, amigo? Es solo un agujero.- trató de calmarlo con una palmada en la frente, cosa que funcionó por unos segundos.
Antes de que Chimuelo pudiese responder escucharon a Cubeta que estaba en el agujero y como Abono respiró aliviado de saber que su amigo estaba bien.
-¡Cubeta! Ahí estás. ¡Te estuve buscando toda la noche!- le gritó Abono a su amigo.
-Perdona, Abono. Pero creo que finalmente lo encontré... ¡Mi lugar feliz!- le respondió un muy feliz Cubeta. Hicca no quería indagar en ese asunto.
De la nada el agujero comenzó a temblar y Cubeta salió disparado de éste, aterrizando encima de algunos vikingos. Los demás observaron todo sorprendidos.
-¿Qué ocurrió?
-¡Algo me empujó! Hay algo hay debajo, algo grande...
Hicca estaba a punto de preguntar sobre lo que vió cuando notó con horror como Chimuelo se lanzó hacia el agujero.
-¡¿Chimuelo?!- le gritó horrorizada Hicca a punto de saltar.
-¡No me sigas, quédate en tierra firme!- le respondió Chimuelo bastante enfadado y ansioso.
Hicca se congeló completamente, pues era la primera vez que Chimuelo le gritaba de aquella forma y ni tenía idea del porqué. Si se metían en problemas todo el tiempo desde que eran crías y Chimuelo la regañaba por ello; pero jamás era un enfado real como el que había experimentado hasta ahora.
Por primera vez ella estaba genuinamente asustada de su mejor amigo.
Dió unos pequeños pasos hacia atrás cuando sintieron el suelo temblar nuevamente y lo que parecía ser un silbido salió del agujero. Un retumbar que se volvía más fuerte con cada segundo.
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Dragons of Berk
FanfictionLa guerra finalizó en Berk. Hicca, después de catorce largos años, finalmente regresó a casa y comenzó a aprender como vivir como una vikinga y ser un dragón al mismo tiempo. Aún así, Hicca y Chimuelo deberán aprender que vivir una vida pacífica jam...