Parecía ser que todo el mundo estaba en contra de que él e Hicca estén juntos. Culpaba a ese viejo que trataba de separarlos todo el tiempo, al jefe de la aldea por creerle, recordando sus primeros días cuando trataban de matarlos a ambos...
Esta isla le recordaba cuando estuvo a punto de morir, haber traído a los vikingos para derrotar a la Muerte Roja, misión que se les había dado a ambos pero no pudieron cumplir en el tiempo establecido, Hicca llegando para salvarlo, pelear contra esa tirana... El casi perder a su mejor amiga gracias a todas las llamas a su alrededor... No eran los recuerdos más gratos de su última vez en ésta isla.
Y vaya la ironía, se encontraba estancado de nuevo en aquel lugar sin ningún modo de escape. Y sabía muy bien que Hicca igual estaba nuevamente estancada en tierra firme en Berk.
La isla era fría y casi desierta, muy diferente al Nido al que él e Hicca crecieron. Llena de dragones, naturaleza, vida... Como extrañaba esos días en los que solo se preocupaba qué Hicca no se cayera de uno de los pilares de roca.
Ella era su única luz, al estar junto a Hicca sentía que tenía un propósito, olvidaba que era posiblemente el último Furia Nocturna de todo el Archipiélago. Éste lugar lo hacía sentir vacío, solitario, triste...
No sentía nada.
-Confía en mí.
Claro que confiaba en ella. Le había dejado claro muchas veces que él arriesgaría su vida para asegurarse de que ella estuviera a salvo.
-Te amo, Kreston.
Él la amaba de la misma manera. Y si de algo servía conocerla toda la vida, sabía que Hicca haría todo lo posible para regresar por él.
Debía de admitir que estaba sorprendido que todos los dragones se hayan quedado en la isla, ellos fácilmente podrían irse volando a Berk sin ningún problema y reunirse con los jinetes. Al parecer les habían agarrado un gran cariño y decidieron quedarse para no causarles problemas.
Lo hacían para protegerlos.
Salió de su tren de pensamientos cuando escuchó a los gemelos maravilla peleando con Colmillo. Chimuelo llegó a donde estaba el Cremallerus y el Pesadilla y les gruñó para que dejaran de pelear.
-¡Ya paren ustedes dos!- ambos dejaron de mandarse miradas asesinas- Dejen de pelear y manténgase lejos del otro y dejen de gritar. ¡Hoy no es día para hacer tonterías!
Chimuelo no estaba de humor para aguantar las tonterías de sus compañeros. Solo deseaba volver a Berk para tomar a Hicca y regresar al Nido. Donde ella siempre estará segura y no habría nadie que intente separarlos.
Colmillo voló hacia el oeste y Eructo y Vómito se fueron al este. Chimuelo de hecho esperaba que le respondiera algo por el regaño, pero se sorprendió cuando no dijeron nada.
Chimuelo se acercó a su silla y la olfateó, pues quería asegurarse de que el olor de Hicca siguiera en su silla para poder mantener su sanidad intacta. Se acercó a paso lento a la playa y terminó ocultándose en las sombras y observaba la niebla.
Ella regresaría y lo arreglaría.
O eso esperaba.
...
Hay un viejo dicho vikingo que dice: "Cuando tus amigos se están quemando en la hoguera, eres tú quien siente el fuego". Puedo sentirlo y apesta.
Mildew les ha hecho creer a toda la aldea que los vikingos y dragones no pueden vivir juntos en armonía. Él está equivocado.
Y le voy a probar exactamente eso.
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Dragons of Berk
FanficLa guerra finalizó en Berk. Hicca, después de catorce largos años, finalmente regresó a casa y comenzó a aprender como vivir como una vikinga y ser un dragón al mismo tiempo. Aún así, Hicca y Chimuelo deberán aprender que vivir una vida pacífica jam...