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All for one  estaba tratando de encontrar a Tomura.

Donde se supone que estaba?

Ni siquiera sabía si estaba muerto.

En la televisión decían que su sucesor y otros dos de la liga habían muerto, pero también dijeron lo mismo de él así que...

Lo normal sería olvidarse de él y buscar a otro sucesor.

Tendría que dejar su venganza personal contra la séptima portadora.

Pero existía la posibilidad de que estuviera vivo, y de una forma u otra, encontraría a Tomura, o lo que quedara de él. Al fin y al cabo, tenía contactos.

Por otro lado, la liga en verdad creían que esos tres habían muerto.

Twice estaba destrozado por la muerte de Toga.

Mientras tanto, Kurogiri sabía que el maestro no pararía hasta encontrar el cadáver del joven Tomura.

Al resto no pareció afectarles  especialmente,claro que no se les podía culpar. No se conocían mucho.



La clase A estaba más tranquila.
Varios de los villanos más peligrosos a los que se habían enfrentado estaban muertos.
Después de eso, no recibieron más ataques, así que ahora solo quedaba encontrar y  acabar con el resto de la liga.


Izuku y los niños estaban jugando al Súper Mario Brothers de la Wii.
Izuku había convencido a los agentes de tener una televisión y video juegos, claro que no había canales de ningún tipo, así que el televisor solo servía para ver series de un reproductor de DVD y jugar juegos de la Wii, luego de terminar sus deberes, claro.

A los niños se les hizo extraño que no hubiera canales, hasta que Izuku mencionó que se lo dieron sus superiores, y los niños aceptaron entonces el porque.

Esos siempre hacían cosas raras como lo de no dejarlos salir, o lo de las pulseras que cancelan poderes.

Y si preguntaban demasiado, seguro les harían daño.

Al menos los anteriores cuidadores, a los que no habían vuelto a ver, cosa que agradecían.
Aún tenían pesadillas con ellos,se despertaban a veces chillando, y una vez Tenko se había orinado del miedo.

Cuando llegó Izuku, pensaron que sería como los otros, que les haría cosas feas, como romperles los dedos o dejarlos encadenados todo el día.
Pero... El siempre les trató bien.
Les enseñaba de forma divertida, nunca los llamo monstruos, y cuando los regañaba, era por hacer algo que les hicieran daño o molestará a 'ellos'.
Ni siquiera era frío con ellos, de hecho, era amable, incluso más que sus padres.

Les costaba creer que el trabajará para esos señores que los trajeron aquí.

El era tan distinto...

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