14

107 29 1
                                    

Los niños e Izuku entraron en pánico cuando los villanos se acercaron y... empezaron a vendarles los ojos?

- Eh, que pasa?-

- Incluso si vamos a trabajar juntos, no sería muy inteligente de mi parte dejarte saber el camino hasta mi guarida, no crees?-

Un incómodo viaje a ciegas después

Le quitaron la venda de la cara, logrando dislumbrar una sala blanca e inmaculada, casi como un hospital.

E inmediatamente después se dió cuenta que los pequeños no estaban con el.

- Y LOS NIÑOS?!?!- pregunto

- Haciéndoles compañía a Eri, no te preocupes, luego los vas a ver - dijo desinteresado el máscara de tucán - ahora, tu y yo vamos a hablar de lo que pasará aquí desde este momento en adelante.-

El pecoso simplemente asintió en silencio.

- Bien, tengo un gran experimento entre manos, y tú me vas a ayudar,de una forma u otra- añadió amenazante.

- Vale, que... quieres que haga?-

El hombre fue y regreso con varios papeles desordenados , un cuaderno y un bolígrafo.

- Quiero que analices y órdenes estos apuntes hasta que hallan terminado de preparar la sala, entonces te llevaré y lo harás en vivo.-

- Por cuanto tiempo?-

- Eso ya se verá - contesto el hombre

- Y.... cuando veré a los niños?-

- Cuando terminemos la sesión de hoy. Además quiero que vigiles en todo momento a Eri.-

El pelo brocoli asintió y empezó a ponerse manos a la obra.





Estuvo ensimismado en aquellos resultados y fórmulas, lo cierto es que lo tenían fascinado por las posibilidades que ofrecía.

Según aquello, se estaba trabajando en una fórmula de borrado peculiar, como el de la peculiaridad de Eraserhead, pero permanente y sin la limitación de las peculiaridades mutantes.

Lo cierto es que era algo muy poderoso.... ya se imaginaba a varios héroes perdiendo sus poderes, y aquello si que le puso nervioso al haber algo de semejante calibre en manos de ese hombre.

Cómo lo estaba logrando de todas formas? Que se supone que usaba? Porque había un ingrediente principal que no ponía exactamente qué era.... Lograría copiarlo? Podría usar ese suero contra ellos y así escapar... y luego a sus perseguidores...

Y así su mente no pudo evitar fantasear sobre un mundo donde todos eran mukosei, sin discriminación peculiar o a falta de esta, donde no habría gente sufriendo por culpa de sus peculiaridades...

Claro, le encantaban las peculiaridades, eran tan asombrosas y fascinantes, pero el daño que estás podían causar , la segregación peculiar, las peculiaridades que no se adaptan bien a sus usuarios y los terminan dañando....

Parecía la solución a aquellos problemas, si no fuera por el sufrimiento que pasarían al no tener peculiaridades, pero...sí fueran suficientes no peculiares.... podría ser menos malo? Cómo hace una generación, donde al menos eran un 40 %, o algún porcentaje lo bastante grande....

Su tren de pensamiento se cortó en cuanto uno de los subordinados entró a la sala y pidió que le acompañara.

Allí vio una habitación lúgubre y siniestra , con una silla grande con correas, donde estaba atada la pequeña peliblanca.

Y antes de siquiera poder preguntar aquello empezó.

Sus ojos se abrieron horrorizados por los gritos de la niña, el líquido carmesí brotando torrencial y al hombre recogiendo su sangre.

- QUE HACES?-

El pelo castaño se volvió hacia el con una mirada siniestra - tu calma a la mocosa- dijo fríamente - o los siguientes serán tus críos - añadió al ver que el pecoso empezaría a protestar.

Aquello se repitió una y otra vez, y el tuvo que resignarse, agarrando su manita que la niña apretó fuertemente, mientras trataba de calmarla acariciándola y dándole palabras de aliento, además de obstaculizar un poco el método de extracción.

Hasta que inexorablemente la vio pálida, inerte y sin vida.

Antes de que pudiera hacer nada, el hombre se acercó, usó su peculiaridad y Eri volvió grotescamente a ser ella misma.

Solo para que su tormento volviera a empezar.

proyecto de reeducación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora