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- Creo que sabe las consecuencias que va a haber por culpa de su plan, no?-

El adolescente peliverde se encontraba sentado y con la cabeza gacha,sin mirar a nadie.

- Sabes? Es una pena lo que les ha pasado a los niños...

- Que les ha hecho?

- Tranquilícese, no les ha pasado nada.... Aún.
Ahora, quiero que me diga exactamente el porque del intento de fuga. Creo que sabe cómo serán tratados fuera, no?-

- Sí

- Entonces... Tiene a un cómplice fuera quién le ayudaría a llevárselos.
Tal vez... Su madre por ejemplo

- NO META A MI MADRE EN ESTO

Hubo un pequeño silencio lleno de tensión, y luego el adolescente suspiro

-Simplemente estaban hartos de entrenar, Touya no para de lastimarse en ellos, y vosotros habéis exigido tanto que....- Izuku se callo- solo... No los obligue más a entrenar, entonces le prometo que no nos fugaremos.

- Lo pensaremos...

A la mañana siguiente, Izuku fue llevado al cuarto donde estaban los niños.

Dentro los niños se acurrucaron en una esquina, pero al ver a Midoriya se calmaron un poco, y fueron corriendo hacia el.

- Chicos, estáis bien?-

- Sí.Y tú?- preguntaron los niños.
No eran tontos, habían notado que el adolescente también tenía miedo de esos hombres.

- Sí, tranquilos. Traigo buenas noticias: se cancelan los entrenamientos.

- No más entrenar todo el día?
- no más entrenar todos los días - les dijo con una sonrisa- pero tendremos que ser buenos y no volver a intentarlo.

Sabía que no se arriesgarían a otro intento de fuga y eliminarían tantos factores como pudieran, así que los entrenamientos de los niños quedaban fuera, aunque solo fuera temporalmente.


Gracias a todos los que halláis seguido leyendo esta historia, de verdad, os lo agradezco mucho.

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