Midoriya se encontraba algo cansado, había estado haciendo trabajos varios bajo un nombre falso para ganar dinero con que pagar comida para los 4.
Vigilando bien que no se fijaran en él, se metió a lo que antes era un complejo de departamentos, ahora semiderruido, y con cuidado fue hasta uno de los pisos de la planta baja en mejor estado.
- Izuku - salió a recibirle Himiko.
- Hola.... y Tenko y Touya?-
- Tenko no se, pero Touya se ha vuelto a quemar - informó.
- Chivata - se escuchó algo más lejos en el lugar.
- Touya, te he explicado bien porque no puedes hacerlo sin supervisión - regañó el pecoso.
- Pero-
-Nada de peros, vale? Sabes que es muy peligroso, y no quiero que te hagas daño.... o que accidentalmente acabes descontrolando tu quirk - le regañó suavemente.
- Lo siento....- murmuró por lo bajo
- Bien, ahora vamos a curarte esas quemaduras, de acuerdo?- dijo con una sonrisa yendo por el botiquín.
Fue mientras estaba vendando la última herida que pregunto
- Oye, sabes dónde está Tenko?-
- Dijo algo sobre un perro, y luego oí un chirrido de una puerta -
Al pecoso inmediatamente se le cayeron las vendas y el algodón.
- QUE? CUANDO?-
- No lo sé.... poco antes de que llegarás?-
- Si, aquí no tenemos reloj - comentó la rubia.
- AY NO NO NO NO TENKO- grito el peliverde saliendo corriendo del lugar, seguido por los otros niños.
Mientras tanto
El pequeño siguió mirando por todas partes en busca del perro que vio en el exterior y que había seguido inconscientemente.
Pero por más que buscó, no volvió a verlo, y no tardó en darse cuenta de que se había perdido.
Aquello le trajo unos recuerdos para nada agradables.
Camino, tratando de encontrar algún punto de referencia, pero al estar encerrado la mayor parte del tiempo no pudo orientarse bien.
De repente, oyó un ruido, como de pasos apresurados.
Vio entonces a una niña peliblanca, de ojos rojos y con un cuerno en la cabeza, con vendas en sus extremidades y absolutamente aterrada.
La niña se le quedó viendo, sorprendida, y el no sabía bien que hacer. Estaba corriendo, no? Es decir, que estaba jugando.... o escapando.
Dicho esto empezó a correr, y varias calles después, se escondió en un contenedor que solo estaba medio lleno.
Poco después oyó como se levantaba la tapa del contenedor, y la misma niña de antes se tiró dentro, escondiéndose.
- EH, QUE ESTE ES MI ESCONDITE - le reclamó.
No quería que quien perseguía a la chica lo encontrara, bastante tenía el escapando de villanos y de los jefes de Izuku como para tener más gente detrás de él.
- Lo siento - murmuró nerviosa la chica, su cuerno estaba empezando a brillar, y eso la aterrorizó.
- No no no - empezó a lloriquear del pánico
- Oye pero que pasa?-
- Es...es mi peculiaridad - lloró silenciosamente.- es...l-le hace daño a la gente -.
Tenko solo se la quedó viendo con algo de simpatía. Su peculiaridad era como la de él? También había matado a alguien por accidente?
La chica entonces trató de salir para que no afectara al chico,pero justo se escucharon unos pasos, y se quedaron quietos.
El cuerno de la pequeña empezó a brillar con mayor intensidad.
Se oyeron varios ruidos, como de quien busca algo, y poco después se abrió la tapa del contenedor, y un hombre la saco a rastras.
- Aquí estás - dijo triunfal el hombre con máscara de pájaro.
Tenko siguió escondido en el contenedor, y oyó a la niña llorar, suplicar, revolverse un poco, procurando no tocar nada,pero el rubio no la soltaba.
Le recordó cuando aquellos borrachos le pegaban y decían cosas feas, como nadie lo había ayudado....
- Y tú que miras mocoso?- el hombre se había percatado de su presencia y se le acercaba, aún tirando de la niña.
- TENKO- se oyó una voz - TENKO, DONDE ESTÁS?- la voz se escuchaba cada vez más cerca.
- Mierda - el rubio entonces empezó a huir con la peliblanca, pero Tenko se le tiró encima.
- IZUKU ESTOY AQUÍ, AYUDA - chilló el niño pero el adulto lo tiró con fuerza al suelo.
- Maldito mocoso de-
Demasiado tarde.
En el callejón aparecieron unos tres mocosos. Sólo uno de ellos iba armado
- NO TE ATREVAS A- amenazó una pequeña rubia con una navaja de bolsillo, que inmediatamente le quitó usando su peculiaridad.
- Bien, parece que esto tendrá que ser por las malas, no Eri?- susurro el hombre sacando una pistola.
El peliverde inmediatamente actuó como escudo humano para proteger a los niños.
- Lo siento, no es nada personal, pero mi jefe necesita a la niña. Y no puedo dejar testigos.- dicho esto puso su dedo en el gatillo.
La niña entonces lo empujó en un arrebato de valentía, y debido al uso involuntario de su peculiaridad, el rubio fue afectado.
El pecoso miró incrédulo por unos segundos como ese hombre retrocedía corporalmente hasta volver a ser un niño de más o menos la edad de Himiko.
La pistola cayó al suelo, al igual que su máscara y apresuradamente la cogió y se volvió a ambos niños desconocidos.
- Lo siento - berreo la niña
Mientras, el ahora niño rubio miraba para todos lados, desconcertado y confundido.
Izuku solamente suspiro
- No te preocupes- le respondió a la niña con una sonrisa- los accidentes pasan. Buscaremos la forma de arreglarlo, vale?-
Eso pareció calmar un poco a la niña, que aún derramaba lágrimas.
- Yo me llamo Izuku, y estos son Touya, Himiko y Tenko. Tú cómo te llamas?- pregunto delicadamente mientras hacía amago de acariciarla.
- sniff sniff E-eri. Sniff -
- Eri.... que nombre tan bonito tienes.-
Luego se volvió al niño rubio
- Y tú, como te llamas?-
- Yo.... soy Toya - respondió.
- Encantado de conoceros. Bien, que os parece si vamos a buscar a vuestros padres?-
Eri se revolvió y casi empezó a llorar de nuevo.
- N-no -
- Yo.... no sé dónde están - dijo el rubio
- Bueno,pues entonces iremos a-
- Me parece que ustedes no irán a ninguna parte.- habló un hombre de pelo castaño con la misma máscara de pájaro.
Para los que no sepan, el yakuza rejuvenecido es un personaje canónico, no me lo he inventado, su nombre completo es Toya Setsuno, y es uno de los ocho prescindibles.
Gracias por leer y que tengan un buen día.
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proyecto de reeducación
Fiksi PenggemarDespués de que los villanos Dabi, Toga y Shigaraki fueran atrapados debido a una pelea, en la que fueron afectados por un don de rejuvenecimiento, haciendo de estos unos niños y llevándose los recuerdos de sus yo adultos. El gobierno vio esto como u...