14 de enero. Hoy era el cumpleaños de Dave Grohl.
La fiesta no era en un lujoso salón, sino en el patio trasero de la mansión del músico, el cual estaba equipado con la cantidad de mesas y sillas suficientes para recibir a todos los invitados, un bufete con distintos platos y postres, una barra para pedir tragos de cualquier tipo y un DJ reproduciendo distintos géneros musicales, todo esto sumado a la piscina que estaba ahí disponible para el que la quiera utilizar y darse un chapuzón.
Era temprano aún, pero ya había varios familiares y algún que otro amigo de la vida de Dave merodeando por su hogar, aunque esos no eran los invitados que le importaban en realidad. Ahora mismo estaba sentado en una de las mesas, con su hija más pequeña sentada sobre sus piernas y rodeando su cuello con sus delgados bracitos, sin poder dejar de pensar en la inminente llegada de alguno de sus ellos. Su cuerpo temblaba ligeramente como una hoja y las palmas de sus manos sudaban al igual que su frente.
Y estaba pensando en Taylor. No lo iba a negar o a restarle importancia: saber que este podía llegar a faltar a su fiesta de cumpleaños por primera vez en 22 años le dolía más de lo que uno podía creer. Pero al fin y al cabo, ¿acaso Dave no lo había lastimado a él primero?
—Cariño, ¿a qué hora vendrán tus amigos?—dijo su esposa al oído del morocho, sacándolo de sus pensamientos, notando que ni siquiera sus compañeros de banda habían llegado.
—A la hora que decía en la tarjeta, a las 20.30.—mintió.
No había enviado ninguna tarjeta. Entre toda la revolución de emociones provocada por la discusión con Taylor no había podido enfocarse en nada. Pelearse con aquél rubio lo afectaba más de lo que estaba dispuesto a confesar y la ausencia de este en su vida lo hacía una persona más distante y aburrida.
No le importaba Kurt, ni Axl, ni Krist, ni nadie... Él sólo quería estar junto a Taylor y temía que fuera el único ausente esta noche.
Aunque pensaba que ninguno de sus amigos recordaría su cumpleaños si no enviaba la invitación, así que tal vez Taylor y unos cuántos más faltarían a su fiesta.
Pero se equivocaba, porque fue Kurt el primero en aparecer.
—¡El cumpleañero!—exclamó el rubio sonriente, largando a su pequeña hija en el suelo para que camine de la mano de su madre y fue directo a abrazar a Dave.—Feliz cumpleaños, amigo.
El morocho apretó el pequeño y delgado cuerpo de Kurt entre sus brazos con fuerza, temiendo que este otra vez desaparezca de su vida como lo hizo durante tantos años, saliendo de la nada solo para revelar que se iba a casar. Y ahí estaba su mujer, con la cual aún no estaba legalmente casado, Courtney Love, sonriente mientras sostenía la manito de su hija con su mano izquierda y con la derecha una botella de vino para Dave.
—Feliz cumpleaños.—dijo la rubia un tanto incómoda y le tendió el regalo, el cual Dave aceptó con una pequeña sonrisa en agradecimiento.—Espero que lo disfrutes, es un vino exclusivo proveniente de una bodega de Argentina.
—Eso haré.—replicó y se lo pasó a las manos de su esposa.—Lo disfrutaremos juntos, ella ama el vino.—la señaló a su mujer, haciendo una mueca en referencia a la botella de alcohol con sus manos y todos rieron al unísono.
—Me gusta el vino, lo admito, me gusta demasiado.—le dio un golpe juguetón en el brazo a su esposo y luego cambió de tema:—¿Puedo ofrecerles algo de beber yo a ustedes?
—No, gracias. Sólo tomaré agua hoy, debo conducir.—Kurt negó amablemente y luego volvió a tomar a su hija en brazos.—Desde que tengo a Frances nunca más bebí una gota de alcohol.—contó, acariciando con dulzura el cabello de la niña.
—Pues yo beberé por él.—dijo Courtney sonriente.
—Ven entonces, de paso te presentaré a las demás chicas.—la esposa de Dave tomó a la otra por su muñeca y la apartó de los dos hombres.
Una vez que estaban lo suficientemente lejos como para no oírlos, Dave se expresó, aliviado:
—Al fin... No la soporto, amigo.—le dijo al rubio, el cual asintió, ya acostumbrado a oír frases de ese estilo contra la madre de su bebé.—No sé como puedes aguantarla.
El morocho comenzó a caminar hacia el fondo del patio, seguido por Kurt y la niña, a dónde estaba la enorme piscina y unas enormes reposeras de madera junto a ella. Se sentaron allí en silencio y Dave encendió un cigarrillo.
—Sé lo que piensas...—el rubio estaba dispuesto a hablar sobre el tema que el otro no quería explayar.
—¿Y qué pienso? Dime.—lo retó el contrario, sin observar a su amigo a la cara.
Kurt bajó a Frances de su regazo y la sentó a su lado, rodeándola protectoramente con uno de sus brazos y observándola como si ella fuera el único objeto de valor que tuviera en este mundo... Y así era.
—Me crees un idiota por volver con ella, más aún pudiendo tener a cualquier otra mujer en el mundo.—afirmó, un tanto dolido porque esta decisión siempre era cuestionada por sus conocidos, especialmente por Dave.
—Te equivocas.—replicó el morocho rápidamente, viendo como las esposas de ambos charlaban y bebían champaña alegremente junto a las hermana del cumpleañero, su madre y su cuñada.—No es eso.
—¿Entonces...?
—Pienso que eres patético, Kurt.—fue sincero, porque tanto él como su amigo apreciaban la honestidad y más cuando uno de ellos estaba cometiendo un error que podría costarle caro. Este error a Kurt le estaba contando su felicidad.
—¿Y por qué?—preguntó un tanto descolocado por esa repuesta que claramente no esperaba.
—¿Acaso no te das cuenta?—Dave ya estaba cansado de lo cegado que estaba su amigo ante la realidad. Le dio una última calada a su cigarro y arrojó este contra el suelo, aprovechando los segundos para pensar con claridad el impacto que su mensaje debía causar en el otro y por fin despierte del trance:—Eres patético porque estas con Courtney cuando hay alguien más ahí esperando por ti... Y tú sabes bien que esa persona no es una mujer, ya sabes a quién me refiero.—hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran profundo en la mente del contrario.—Lo que no sé...—pensó unos segundos.—Es si eres ciego y no lo ves, o simplemente con los años decidiste poner una venda en tus ojos y fingir que ya no existe.
Kurt quería responder pero no sabía qué decir. Estaba con la mente en blanco. Las palabras de su amigo lo picaban como púas y el dolor solo le recordaba todo lo que hizo para perder a quién una vez amó.
—Puede que tengas razón.—fue lo único que pudo decir.
—Además no sientes nada por Courtney...—el morocho siguió quejándose, haciendo catarsis con su amigo y buscando los defectos en la vida de este cuando la suya no era precisamente un cuento de hadas.—Y mira que yo a Courtney no la quiero, pero lo único que lograrás será lastimar a esa mujer. La usaste para casarte y tener una familia, para no pasar lo que restaba de tu vida solo y...—frenó en seco, posando su mirada en la entrada.
El rubio que escuchaba con atención lo siguió con su propia vista al notar que había parado de hablar y ahí se encontró con el motivo del abrupto silencio: Axl Rose.
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¿qué creen que pasará? ¿kurt y axl volverán a hablar? ¿habrá más invitados en esta fiesta?👀
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Estranged «Nirvana+GN'R»
FanfictionLa esperanza es lo único que a veces logra mantenernos vivos en los peores momentos, pero cuando la perdemos, terminamos sumidos en la oscuridad. Axl lo sabía y no podía salir de ella. Amores trágicos, una vida llena de desgracias, adicciones y ment...