Estranged «Nirvana+GN'R»

Capítulo 10

La tensión en el viejo estudio de grabación era palpable. Los miembros de Nirvana estaban aún procesando las palabras de Izzy Stradlin, tratando de entender el verdadero propósito de la reunión. Este otro, de pie con la sangre cayendo de su labio herido y la actitud claramente afectada, parecía estar dando un último intento para solucionar lo que se había salido de control.

El rubio, con las manos temblorosas, miró fijamente al ex guitarrista de Guns N' Roses. Las emociones estaban a flor de piel y su voz salió rota al preguntar:

—Entonces... ¿Axl está en peligro de hacer una locura si sigue adelante con esto?

El contrario asintió, su rostro serio.

—Así es. No hemos estado mucho en contacto, pero él ha estado luchando con sus propios demonios. La idea de reunir a la banda no es solo una cuestión de nostalgia. Es...—pensó sus palabras unos segundos.—Es más bien, no sé, un intento desesperado de aferrarse a algo que una vez le dio sentido a su vida. Pero, si no se maneja con cuidado, puede terminar en un desastre.

Dave, con los brazos cruzados sobre su pecho, se acercó a Izzy con una mezcla de incredulidad y preocupación.

—Y tú crees que nosotros podemos hacer algo al respecto. ¿Cómo se supone que vamos a evitar que esto se vuelva una catástrofe?

El guitarrista tomó un respiro profundo, visiblemente cansado, y explicó:

—Axl necesita una razón para seguir adelante sin que esto se convierta en un conflicto abierto. No solo entre él y Slash, sino entre él y sus propios demonios. La reunión de la banda podría ser la chispa que lo impulse hacia una solución o, en el peor de los casos, hacia su destrucción.

Kurt se pasó una mano por el cabello, la frustración evidente en su rostro.

—No tenemos influencia sobre Axl. No lo hemos tenido desde que todo se fue al traste. ¿Qué te hace pensar que ahora podremos cambiar algo? ¿Que yo, específicamente, puedo cambiar algo?

Izzy lo miró con una mezcla de tristeza y determinación.

—La verdad es que no lo sé, pero no tenía a nadie más a quien llamar. Y si no intentamos intervenir, podríamos estar condenando a Axl y a todos nosotros. No es solo sobre la banda. Es sobre lo que aún queda de nosotros como personas, como amigos, como familia.

Dave asintió lentamente, pareciendo considerar las palabras de Izzy. Miró a su amigo y este no se veía muy convencido.

—No somos amigos, mucho menos familia. No te confundas.

—Lo... Lo pensaremos, ¿si?—dijo el baterista, mirando a su compañero, tranquilizandolo.—Kurt y yo debemos hablar bien sobre esto. 

—Bien.—Izzy asintió, satisfecho con la reunión y aguardando una respuesta cuanto antes.

*****

—Él piensa que tenemos un as bajo la manga, pero no es así. Ni siquiera nos hablamos con los demás.—renegaba el rubio por lo bajo, mientras su amigo manejaba de regreso a la ciudad.

El sol comenzaba a ocultarse y los teléfonos de ambos no paraban de sonar. Sus esposas estaban preocupadas por su paradero, pero ninguno quería llegar y explicarles la complicada situación a la que se enfrentaban.

—Tal vez podríamos hablar con Axl.—sugirió el baterista, sin apartar su vista de la carretera. Su compañero de ruta bufó.

—Si, claro. 

—No sé que más podemos hacer al respecto. Esta claro que Axl ya esta decidido a reunir a la banda y subirse a un escenario.

—No sabemos si los demás aún aceptaron.