Capítulo 5

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ACLARACIÓN: reescribí completamente el capítulo 5, así que si quieren comprender el curso de la historia les recomiendo leerlo.

La pequeña Frances descansaba plácidamente sobre el pecho de Kurt, mientras este se encontraba recostado sobre la enorme cama matrimonial y miraba un documental sobre la Segunda Guerra Mundial en la televisión, con el volumen lo suficientemente bajo para no despertar a su hija. Su esposa se encontraba a su lado, cerrando los ojos con fuerza con la esperanza de que los rayos de luz matutinos que entraban por la ventana desaparezcan.

—Maldito sol, ¿puedes irte a la mierda ya?—renegaba Courtney por lo bajo, haciendo reír a su pareja.

—Creo que el sol no se irá a ningún lado, cariño.—respondió este burlón, acariciando el dorado cabello de su hija y observándola con un cariño que jamás había sentido antes por nadie.

Pues ser el padre de Frances había cambiado su vida para bien, le había dado la esperanza que necesitaba para seguir adelante cuando ya no había nada por lo que luchar.

Ahí es cuando recordaba al mismísimo Axl Rose y pensaba en lo que había sido de él. ¿Acaso el pelirrojo tenía una razón para seguir levantándose de la cama todos los días? Cada vez que lo recordaba la culpa le carcomía la cabeza hasta el punto de querer dejar todo atrás y salir en busca de él, pero ahora Kurt era un hombre de familia y no podía dejar a su mujer a hija atrás por un hombre al que una vez amó. Lo seguía amando. Tenía que revolver entre sus confusos sentimientos y ahí encontraría escondido todo el amor que aún sentía por Axl.

*****

Dave siempre llevaba consigo la llave que Taylor le había obsequiado de su departamento, pues en ese lugar hacían el amor más de una vez cuando el morocho quería alejarse de su esposa y todas las responsabilidades que el matrimonio conllevaba. Y aquí estaba sentado en la cocina del rubio, dónde se había servido un vaso de agua mientras esperaba a que el dueño del lugar se dignara a aparecer. No tenía idea de dónde estaba, pero necesitaba que aparezca cuanto antes para aclarar sus confusos sentimientos.

El morocho tomó otro sorbo de agua y en ese preciso instante se oyó la puerta principal. Taylor apareció en la cocina cargando un par de bolsas de mercadería y se sorprendió ante la inesperada visita.

—¿Qué haces aquí?—preguntó desentendido.—Yo no te dije que vinieras.

—Lo sé.—respondió Dave con seriedad.

Se acercó al rubio para tomar las pesadas bolsas y las colocó sobre la mesa, mientras el contrario observaba con intriga y atención cada uno de sus movimientos.

—¿Entonces a qué viniste?—volvió a preguntar Taylor y cruzó ambos brazos sobre su pecho. Esta vez no se sentía cómodo con la presencia de Dave ahí, no cuando su último encuentro había acabado en lágrimas y discusiones.—Dime, por favor.

—Necesito que hablemos.—dijo Dave sentándose nuevamente en la mesa, esperando que el contrario lo imite y así fue.

Taylor estaba seguro de que esta conversación no sería suficiente para reparar el daño que Dave le había hecho todos estos años al ocultar y negar su relación, pero a pesar de todo, aún tenía la esperanza de que un día su amor pueda ser compartido con el resto del mundo y no solo a los límites de una habitación.

—Pues habla. Si quieres hablar, habla, Dave.

—Necesito ser claro contigo y necesito que entiendas mi situación.—comenzó lentamente y tomándose el tiempo necesario para buscar las palabras correctas.—Te amo y yo sé que tú me amas también.

—Así es.—susurró el rubio bajando su mirada.

—Pero nuestra vida no es un cuento de hadas, Taylor.—continuó.—Tú quieres que yo salga afuera y corra por la calle gritando a todo pulmón que estamos juntos, pero no es así de sencillo.

—A mi no me parece tan complicado.

—Pero lo es, Tay.—respondió el morocho rápidamente.—Yo no puedo dejar mi vida atrás de un día para el otro y comenzar una nueva contigo. No es... No es justo.

—¿No es justo para quién? ¿Para ti?—preguntó Taylor incrédulo por lo que estaba oyendo.

—Yo sólo quiero lo mejor para todos.—explicó Dave, intentando razonar con su amante y buscar la solución al problema que su relación había creado.—Créeme.

—¿Lo mejor para quién? ¿Para ti?—preguntó Taylor con sus ojos cristalizados y su voz entrecortada sobre el final de la oración, intentando mantenerse fuerte cuando su corazón estaba a punto de partirse en mil pedazos.—¿Lo mejor para tu esposa? ¿Para tus hijas?

—Tay, no es así...—Dave hizo un gesto con sus manos para intentar apaciguar los intensos sentimientos de su pareja, pero era en vano.

—¿Y qué hay de mi? ¿Qué es lo mejor para mi? Porque parece que sólo lejos de ti podré ser feliz.—mas lágrimas caían, una detrás de la otra sin poder volver atrás.—Todos estos años me has repetido una y otra vez el mismo discurso, Dave: me dices que me amas y no estás dispuesto a demostrarlo.

—Sabes que es difícil...—replicó Dave bajando su cabeza avergonzado por las verdades que salían de los labios del contrario.—Pero yo te amo, te amo y sé que encontraremos una forma de resolverlo.

—No es difícil, si me amas tanto como dices tienes que estar dispuesto a demostrarlo, sino no soy nada más para ti que un refugio cada vez que estás solo. No quiero eso para mi vida, ya no lo quiero más.—Taylor negaba con su cabeza repetidas veces, aliviado por exponer sus sentimientos pero dolido porque estos no eran recíprocos.—Seguiremos siendo amigos, pero ya no me llames más cuando necesites de mi compañía. No permitiré que me uses nunca más.

—Taylor, no hagas esto...—suplicó acercando su mano al rostro de Taylor para acariciarlo.—Yo te necesito.

—Ponte de acuerdo contigo mismo, Dave.—el rubio se puso de pie para dar el ultimátum:—Ordena tus sentimientos. Volveremos a tener está conversación cuando estes seguro de que me amas realmente.

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pronto habrá más de kurt y axl... ¿pero qué creen que pasará con ellos? 👀

Estranged «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora