Capítulo 4

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ACLARACIÓN: para que no queden dudas les aviso que a partir de este capítulo ya no habrán más saltos en el tiempo, por lo que la historia va a seguir transcurriendo en 2016.

11 de enero. 

Dave estaba sentado en el aterciopelado sofá de su sala de estar con un bolígrafo en su mano derecha y una hoja en la izquierda. Seguía confeccionando la lista de invitados para su cumpleaños y sentía que se estaba devanando los sesos en el intento. Juntar a sus amigos bajo un mismo techo era como meter una bomba dentro de un ascensor y darle el control para detonarla a un bebé. La mayor de sus hijas hoy en la mañana se quejaba porque no podía resolver unas ecuaciones para su tarea de matemática, y ahora mismo Dave se sentía capaz de resolverlas con más facilidad que con la que estaba resolviendo todo este lío de su lista de invitados.

-KRIST

-KURT

-DUFF

-AXL

-SLASH

Aquellos nombres eran los únicos que había escrito hasta ahora, pues esos eran los únicos que ahora mismo le suponían un gran problema. Después de haber conocido toda la historia relatada en primera mano por Axl no podía permitir que se reunieran fingiendo que nada había sucedido y pasar una gran noche juntos como en los viejos tiempos, como cuando algunos de ellos aún podían denominarse amigos. Dave no podía permitir que alguno de ellos sufra y las cicatrices del pasado vuelvan a sangrar por un estúpido error que él cometió.

Y no era un niño pequeño. No podía molestarse por el simple hecho de que su cumpleaños no había salido de acuerdo al plan, aunque si le dolía un poco que algunos de sus amigos más cercanos no estarían junto a él en su fiesta por los roces y diferencias de hace más de 20 años. Ni siquiera sabía cómo resolver esto. Mordía la tapa del bolígrafo con frustración mientras miraba los nombres en aquella hoja y pensaba algún tipo de acuerdo o solución.

—Amor, ¿qué haces?—la dulce voz de su esposa lo sacó de sus pensamientos.—¿Aún sigues con los preparativos de tu cumpleaños?—preguntó con curiosidad sentándose a un lado del morocho y enredando sus delgados brazos en el cuerpo de este.

—Así es.—contestó cansado y dejó tanto la hoja como el bolígrafo a un lado para devolverle el abrazo a su mujer.—Aún estoy armando la lista de invitados. Todavía no hice el resto de las cosas: no compré la comida, la bebida, el pastel y tampoco busqué la ropa de la lavandería que me pediste ayer.—enumeraba con sus dedos a medida que hablaba. Largó un pesado suspiro lleno de frustración y soltó a su esposa para cubrir su rostro con ambas manos.—Seguro piensas que soy un desastre, lo siento.

—No eres un desastre.—negó la rubia de ojos claros largando una pequeña risa y acarició el largo cabello de su esposo con ternura.—Estás estresado, eso es todo. Suele pasar cuando tienes eventos así de importantes.—intentaba calmarlo, pero eso parecía fastidiar al morocho aún más.

—¡Pero es sólo mi maldito cumpleaños! ¡No debería estresarme por esto!—exclamó harto de la situación.—Me molesta tener que preocuparme por mis amigos como si fueran niños pequeños, preocuparme porque se crucen y peleen tal como hacían hace 20 malditos años.—admitió.—Y de alguna forma u otra aunque no estén presentes en mi vida aún se las arreglan para cagarmela.

Su esposa se quedó sin palabras luego de oír tanta sinceridad salir de los labios de Dave. No era nada normal verlo así de molesto y alterado, por lo que sospechaba que había algo más detrás de todo esto que él no se animaba a contar.

—¿Qué es lo que sucede, cariño?—preguntó posando una mano en la mejilla del morocho y obligando a este a mirarla a los ojos.—¿Hay algo más que te preocupa? Si es así quiero saberlo, así podré ayudarte.

Dave pensó unos segundos y por un momento consideró contarle todo lo que había oído aquél día en la casa de Axl... hasta el más mínimo detalle. Le haría bien sacarse ese peso de encima y qué mejor que con la mujer en la que más confiaba, pero no lo iba a hacer por el simple hecho de que prometió guardar silencio por su amigo.

—No, nada, amor.—mintió.—Estoy cansado y tengo muchas cosas por hacer, eso es todo.

—Bien...—ella asintió no del todo convencida por su respuesta, pero finalmente lo dejó pasar y con una cálida sonrisa sugirió:—¿Quieres que llame a Taylor para que venga a ayudarte? Creo que eso podría animarte.

El morocho rápidamente negó con su cabeza.

Desde ayer el rubio no le contestaba las docenas de mensajes que Dave le había mandado a su celular. Sabía que estaba molesto por mantener su romance en secreto aún luego de tantos años y aventuras que habían tenido juntos, pero era normal que discutieran por eso y a veces ni siquiera intentaba pedirle perdón o reparar el daño que había hecho. Pero esta vez parecía diferente y temía que Taylor realmente se haya cansado de él, de su inmadurez y las ideas poco claras en su mente sobre el amor.

—¿Por qué no quieres que lo llame?—preguntó su pareja intrigada. Dave amaba pasar tiempo junto a Taylor y a veces hasta sentía celos de no recibir la misma atención por parte de su esposo como la que recibía el rubio.—Tal vez él este aburrido y no tenga problem...—el morocho la interrumpió.

—No, él...—pensó una respuesta coherente que darle, una corta y sencilla respuesta que aclare su duda pero que no de el pie a más preguntas.—Él está un poco molesto conmigo. Ayer discutimos respecto a unas canciones y... No sé, no quiere hablarme.

—¡Pero que idiota!—exclamó la rubia molesta. Había atado clavos en su mente y parecía haber llegado a la conclusión de que el extraño comportamiento de su esposo se debía a aquella discusión.—No tiene el derecho a enojarse contigo, él sería un don nadie si no fuera por ti.

—No digas esas cosas.—contestó Dave negando con su cabeza, un tanto molesto por la reacción de su esposa que no conocía realmente cómo fueron las cosas.—Taylor es tan buen músico como yo lo soy.

—Aprendió de ti, eso es seguro.—replicó la rubia.

—Tampoco es de tu incumbencia lo que pase conmigo y Taylor.—espetó el contrario ya cansado de esta discusión y el rumbo que estaba tomando.—Somos amigos y compañeros de banda, es totalmente normal discutir por una canción, por los acordes, por la letra. Esto no quiere decir que vayamos a separarnos.

El morocho se levantó del sofá y dobló la hoja con los nombres de sus amigos para guardarla en el bolsillo trasero de su pantalón.

—Hablas de Taylor como si él fuera tu esposa.—renegó la mujer mientras veía como su esposo tomaba su chaqueta y las llaves del auto.

—Ojalá lo fuera.—admitió este con sinceridad, pero nadie más que él sabía que sus palabras eran ciertas.

—Ya quisieras.—se burló la rubia.

Dave no dijo más nada al respecto porque sabía que saldrían secretos de su boca que luego se arrepentiría de haber revelado, así que dejó a su esposa en medio de la sala con miles de preguntas sin respuesta dando vueltas por su mente y salió de su casa dando un fuerte portazo.

Estaba decidido a resolver las cosas.

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¿qué piensan de la historia hasta ahora? ¿shippean a mis papis dave y taylor?👀

Estranged «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora