Perfecto || lukamos

Good Old-Fashioned Lover Boy

Era innegable decir que Sergio se sentía mucho mejor y estaba volviendo a jugar como antes, o tal vez incluso mejor.

Luka también se veía mucho mejor, tomando nuevamente un color que no sabía que había perdido y jugando como todo un mago, al menos es lo que opina Sergio.

La primavera por fin había tomado el ambiente y comenzado a pintar manchas verdes en el aire, borrando finalmente y por completo el blanco y frío del invierno dejando solo belleza a su paso.

Sergio se sentía feliz, más de lo que nunca se había sentido, su corazón martillaba cada día como si estuviese a punto de explotar de amor, no sabía explicar como su vida había cambiado porque fue un aumento de la vivacidad en los colores a su al rededor, cambiando todo y nada a la vez.

Sus rutinas no eran realmente muy diferentes, pero cada pequeño momento quedaba tatuado en su corazón y solo saber que tenía a Luka en su vida lo hacía querer llorar y sonreír lleno de amor, porque era una reacción inconsciente de su cuerpo que lo hacía ver galaxias hasta en el lienzo más oscuro.

Habían pasado unos cuantos días y con ellos abril se había ido para dejar a mayo abrir sus puertas con la semifinales de la Champions y el Real Madrid estaba decidido a no bajar la cabeza para poder mantener su corona en alto.

Estaba extasiado por decirlo menos y se sentía drogado por el aumento de dopamina y oxitocina en su cerebro. Cuando Cris anotó el hat-trick y aseguró un probable paso a la final, dejó llenar de adrenalina su cuerpo y la euforia endulzar su garganta cuando se unió a su novio para corear al goleador una vez camino a los vestidores.

El 3-0 contra el Atlético Madrid quedó grabado en su cerebro y lo dejó hablando todo el tiempo desde que entraron a los vestidores, abrazando a todos hasta que tuvo que despedirse uno por uno. Estaba tan lleno de energía y alegría en su corazón que se sentía cálido en su pecho y las mejillas le dolían de sonreír, se sentía tan bien y seguro que quería que esa sensación fuera permanente dentro de él.

Se despidió de Isco con una sonrisa y una palmada en la espalda, quién pareció ser el último en irse antes de dejarlo solo con Luka colocándose su anillo y enfocado en sus cosas con una mueca cálida en su rostro; lucía tan bello aún haciendo algo tan mínimo, pensó Sergio, escuchando su corazón como un tambor en sus oídos haciéndolo sonreír temblorosamente.

Reviso a su alrededor para asegurarse que no había nadie más con ellos, manteniendo un silencio demasiado extraño para toda la adrenalina que estaba en él. Se mordió el labio todavía sonriendo y se acercó a Luka, quién se giró para comprobar que seguía ahí confundido por la calma después de una victoria.

Ni siquiera lo dejó reaccionar cuando lo tomó entre sus brazos como el objeto más valioso que hubiese tenido nunca, dejándole un beso casto y lleno de adoración entre sus labios, envolviendo sus manos en el hueco de su cintura y rompiéndolo para levantarlo tan fácil por su peso, permitiéndole envolver sus piernas alrededor de él para ver su cara desde abajo con una sonrisa pura, determinado a no dejarlo caer.

- "¡Sese! ¡Alguien pudo vernos!"- reprochó Luka con sus orejas comenzando a tomar un color tan propio del verano y la vergüenza, y apoyó sus manos en los hombros de Sergio para una mejor vista.

- "No te preocupes, ya no queda nadie aquí"- intentó calmar las aguas levantando su rostro para estar más cerca del croata.

- "No estás seguro de eso"- y notó los hombros tensos del mayor sobre él, aún desconfiado de ser visto por alguien que no sea la luna o el sol.

- "Estoy seguro, no hay nada de que preocuparse, Lukita de mi vida"- sonrió con ternura intentando trasmitirle paz a su amado, entrecerrando sus ojos por la expresión.