Pretty Boy

1.3K 125 44
                                    

Luka se veía más brillante cuando pudo volver a los entrenamientos, Sergio amaba verlo mejorar.

El croata se había frustrado tras perderse la primera ronda de las eliminatorias para el mundial, y con cada día que pasaba sentado en la banca se veía aún más inquieto, recuperó todas sus energías de golpe y no podía gastarlas hasta recibir la aprobación de los médicos. Cuando la recibió no se quedó un segundo quieto.

Sergio también se sentía mucho mejor con todo, el tiempo arregla las cosas y se lleva consigo cualquier escándalo, claro, aún no había pasado tanto tiempo y siguen recibiendo de vez en cuando algún comentario fuera de lugar, pero se sienten más libres y sus rostros ya no son la noticia del momento.

Sin notarlo se mudó con Luka, no está seguro de cuando se ira o si realmente lo hará porque con el tiempo hasta Zafiro se encontraba en la casa, pero ambos parecen muy felices con la idea de quedarse; del mismo modo, por consecuente a tanto tiempo juntos, inconscientemente convirtió su Instagram en una página de Luka en su lugar, siempre había sido muy activo con dicha app, pero ahora que tiene la libertad de frotarles en la cara a todo el mundo su relaciones, no iba a desaprovechar el más mínimo momento que mereciera ser recordado.

Como cocinar juntos, que aunque fue un desastre fue divertido de hacer de nuevo, el brillo en los ojos y la sonrisa de Luka cada vez que ve la foto valían la pena.

Sin embargo, las noches de cine, que tanto calientan su corazón por la forma en la que se acurrucan juntos y fingen prestar atención, eran solo para él.

El tictac sigue sonando, el reloj sigue moviendo sus manecillas con cada momento qué pasa y la Tierra sigue su curso normal, pero ahora no sentían que debían correr, huir y esconderse del mundo, ya no más cuidado de dónde darse la mano o que tan cercanos se ven cuando los enfoca una cámara, solo eran ellos y nada más.

- "¡Sergio!"-.

La voz de Luka en un grito llena sus oídos y le recuerda donde estaba y hacía donde debería ir, porque se dejó llevar romantizando su vida en la ducha que se olvidó que el tiempo seguía moviéndose y ahora iban a llegar tarde al entrenamiento para prepararse para el partido de esa noche.

- "¡Que ya voy, joder!"-.

Sale saltando sobre un pie acomodándose el zapato en el otro, la piel del torso desnuda ante la ausencia de una camiseta y todavía agua chorreando por su espalda y cabello como prueba de su irresponsabilidad. Es mediados de septiembre ahora y están cada vez más cerca del otoño, el frío se incrusta como cristales de hielo a través de su cuerpo húmedo y tiene escalofríos cuando intenta no tropezarse con sus agujetas desamarradas.

No lo hace a propósito, fue un pequeño desliz que no había notado aunque solo eran minutos de diferencia con la hora acordada, él sabe que Luka está emocionado porque es su regreso a la cancha, parece realmente extasiado de jugar de nuevo después de un tiempo en la banca, y sería recibido de vuelta en un partido de fase de grupos de la Champions, competencia en la que eran bicampeones en años seguidos.

- "No me explicó como te tardas tanto en la ducha ¿sabes la hora que es?, estás un desastre"- ve al croata frente a él con las manos en la cintura y sus bolsos en el suelo apoyados a su lado, está listo con su cinta reteniéndole el cabello y parece molesto con el ceño fruncido mientras despotrica extendiéndole una camiseta en la mano.

- "Sí, sí, sí, no necesito que me reprendas"- se queja mientras toma la camiseta y se enreda buscándole forma.

No le parece gracioso como el destino siempre hace que te compliques en lo más mínimo cuando estás apurado, le da un par de vueltas hasta que por fin encuentra por donde meter la cabeza y mira a Luka mirándolo fijamente como una madre decepcionada.

Perfecto || lukamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora