Capítulo XVI: El cuaderno.

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Los meses siguientes a septiembre la seguridad del castillo fue reforzada al punto que un 40% de la división de aurores del ministerio de magia estaban en Hogwarts. Esto debido a que fueron avistadas las mismas criaturas que se hicieron ver la primera noche. No se sabía con exactitud que eran, lo que hizo que fueran llamadas provisionalmente Rake, por el hecho de que, cuando se logró capturar uno por el profesor McGinell, se dieron cuenta que contaban con unas 5 garras inmensas dotadas de un filo excepcional, las cuales fueron, en una suposición, las causantes de la muerte de la alumna que se encontró hacía ya unos meses. Las criaturas también fueron clasificadas como XXXXX lo que ocasionó pánico entre las comunidades de padres del alumnado. Como medida precautoria, se les dejó salir de vacaciones de navidad una semana antes, para evitar ataques y hacer que el ministerio pudiera trabajar de manera completa y así expulsar o erradicar la amenaza de Rakes. Esto fue bien visto por todos, menos por Marian que comenzó a quejarse debido a que no tenía muchos deseos de regresar a su casa y menos por esas fechas donde el clima era terriblemente crudo por la caída de constantes nevadas y vientos polares. Flammer por su parte, estaba indiferente. Había mandado una lechuza avisando a sus padres que llegaría a Kingcross en la noche del día siguiente. También les pidió permiso a sus padres para invitar a Grinza y a su hija a cenar con ellos en noche buena.

—Te mandaré una lechuza en cuanto me den la respuesta y si es posible, mañana mismo en Londres te aviso, ¿de acuerdo?

—Vale, Flam. También invita a Marian, la pobre está echando humo de la nariz ante el enojo que le hace saber que deberá ir con sus padres.

—Ya la invité, me dijo que estaba bien, pero hoy recibió una carta donde le prohíben ir con nosotros. Realmente dudo que les haga caso pero la hizo enfurecer.

—Muy bien. Mañana en la estación les comento a mis padres. Estarán encantados de aceptar, siempre están insistiendo en que quieren conocer a todos mis amigos y esto sería una perfecta oportunidad. Aparte, la casa es grande y tendrían donde quedarse.

— ¿Y Herman, también vendrá?

—No lo sé. Digo que su familia es algo tradicionalista por lo que no le comenté, pues supongo tomarán navidad como una fiesta familiar.

—No importa, dile. Tal vez es de otras tradiciones y no tiene inconveniente. —Contestó Hada que caminaba junto a Flammer por los terrenos que en ese momento estaban pintados de un color blanco por la nieve que cayó durante en la madrugada. El frío era insoportable, pero a ambos les relajaba caminar a un lado del lago congelado. Cuando una ventisca comenzó, se vieron forzados a entrar al Gran Comedor a refugiarse del viento y a tomar algo para calentarse. Estando ahí, Flammer habló con Herman sobre pasar las fiestas en su casa a lo que el muchacho contestó de manera alegre y dio una respuesta positiva.

—Por mi familia no tendré problemas. Sí, yo sé que dije que son tradicionalistas pero en un sentido referente a la magia. Prefieren que todo se haga de un modo más místico, ¿me doy a entender?

—Para nada, pero no importa, mientras puedas ir todo está perfecto.

—Claro que podré, ¿pero no se enojarán si llevas a 4 chicos magos a dónde vives?

—No, para nada. Al contrario.

—Bueno, no se diga más. —Contestó Herman llevándose un vaso de jugo de calabaza a la boca.

Al día siguiente, todos bajaron a desayunar de manera ordenada tal y como lo pidió la directora junto a Potter para poder establecer un orden e inspeccionar uno por uno de los alumnos. Cuando llegó el turno de Flammer no pudo evitar sentir cierto desprecio por el muchacho.—No sé porque odiarme, señor Potter. Supongo que piensa que tengo algo que ver, pero le juro que estoy limpio. ¿Por qué no le pregunta al buen Tomás sobre lo que pasa, o perdió su piedrita? —Dijo Flammer riendo por la referencia hacía Riddle y a la piedra de la resurrección que Hada tenía en su poder. Harry no pudo decir nada por cuestiones del trabajo pero lo miró con ojos de odio puro.

Harry Potter y la amenaza paralelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora