¿Puppies? - Wenclair

O27

La latina caminaba junto a Bianca por los pasillos de Nevermore, charlando unas que otras trivialidades. Enid está vez no las acompañaba, ya que ella dejó de asistir a clases desde los 5 meses y medio. Ahora, estudiaba desde su dormitorio.

Wednesday y ella acordaron de fingir que Enid estaba enferma, ya que era "tardía." Los profesores no cuestionaron y simplemente lo dejaron pasar; permitiendo que Enid terminara su ciclo escolar en su habitación.

El mejor truco era meter la licántropia tardía de Enid, nunca cuestionaban nada. Simplemente asentían y decían que estaba bien.

Wednesday se encargó de ayudar y orientar en los estudios de Enid. Su amante, dijo que era mejor dejar de estudiar, pero Wednesday insistió en terminar ya que era último año que quedaba. Porque bueno, ya casi se graduaban y era mejor continuar con los estudios.

—Realmente no puedo creer que serás madre. —Dijo su amiga Bianca, algo incrédula. —Tú.. ¿De mamá? Es malditamente raro, pero viniendo de ti no me sorprende.

Wednesday se acomodó el cuello de la camisa, tomándolo cómo orgullo. —No hay necesidad de halagos por ahora. —Hizo una pausa, mirando fijamente a Bianca. —Mejor, oriéntame de quienes invitar al convivio social.

Bianca asintió. —Cierto, bien. Primero que todo; los padres de Enid. Es lo más importante, cualquier mala presentación considérate acabada. Los suegros son unos demonios, créeme.

Wednesday apretó la mandíbula, frunciendo su ceño. —Oh, ¿Pero si ellos no están al tanto?

Bianca abrió sus ojos con sorpresa, deteniendo sus pasos por el pasillo. —Wednesday, no me digas que..

La latina entrecerró sus ojos, con dirección a Bianca. —Si, ellos.. no saben.

Su amiga cerró los ojos y suspiró. —¿Enserio? Enid ya tiene como.. 6, 7 meses, ¿Y no saben?

Wednesday se cruzó de brazos y asintió con la cabeza.

—Si. —Resonó sus labios. —No eran merecedores de saberlo. Pero me satisface la idea de ver su reacción al ser invitados a un convivio relacionado a sus futuros nietos, que ni tenían alguna idea de su existencia.

Bianca miraba con la boca abierta a Wednesday, asintiendo confundida.

—Wednesday, a veces me alegro de al menos estar en el mismo bando.

—No digo lo mismo.

Bianca inclinó la cabeza hacia un lado y volvió a hablar. —Al menos considera la idea de invitarlos a comer, Enid no puede viajar a San Francisco. Sería bueno que ellos al menos sepan algo, ¿Sabes?

Wednesday frunció su ceño, pareciendo pensar por un momento. —Le consultaré a Enid.

La sirena sonrió divertida.

—Wednesday gobernada, ¿Eh?

Wednesday resopló y se cruzó de brazos.

—A lo mejor. —Un brillo divertido apareció en los ojos oscuros de Wednesday. —Pero me suena más atractivo, "de Enid."

Bianca sonrió de lado y miró a Wednesday.

—Como siempre dicen, nunca te enamores de un licántropo, realmente son salvajes.

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Wednesday ayudó a acercar el bote de pintura a Enid, quien le sonrió cálidamente cómo agradecimiento. Cómo respuesta, los ojos de Wednesday se ablandaron y fue a la pared contraria a pintar.