Capitulo 5

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-Robin! Robin! Despierta, ya está el desayuno listo- Decía Chico Bestia intentando despertarlo, el omega abrió los ojos lentamente tratando de acostumbrarse a la luz, se había quedado dormido en el sillón, y ahora tenía el cuello torcido.

-Al fin despiertas viejo, ven a desayunar- Pidió Chico Bestia caminando hacia la mesa, Robin se estiró antes de levantarse, caminó a la mesa y se talló los ojos.

-Buenos días chicos- Saludó Robin sacando su celular mientras se sentaba en una silla, vio que tenia un mensaje de Slade "Buenos días Grayson, te veo hoy a las 9 p.m. en el casino." Robin sonrío y contestó con un OK.

-Quién te hace sonreír tan temprano viejo?- Preguntó Chico Bestia riendo un poco, los demás lo miraron con sonrisas cómplices, exceptuando a Star Fire, quien sentía algo de celos.

-No...solo estaba viendo algo...- Contestó Robin sonrojándose un poco, le avergonzaba darse cuenta de que estaba sonriendo por un mensaje de su archienemigo, sacudió la cabeza y desayunó para evitar sobrepensar la situación.

Un rato más tarde los titanes estaban descansando en la sala pero Robin se hallaba algo inquieto, se fue a su habitación un momento y buscó el frasco de pastillas que le había dado Slade, pero aunque buscó por todos lados no lo encontró, estaba poniéndose más y más ansioso, donde lo había puesto? Su celo era algo irregular y ahora mismo le estaba empezando a afectar, se suponía que no debería sucederle eso hasta la siguiente semana pero ahora estaba estresándose, si no encontraba el frasco pronto su aroma dejaría de esconderse, y sus amigos sabrían su verdadera identidad como omega, sintió su cuerpo debilitándose, su rostro se calentaba cada vez más, y sentía una erección creciendo en sus pantalones de mezclilla, de pronto recordó que tenia supresores de farmacia, no le hacían el mismo efecto que los supresores ilegales por los que hacía tratos con Slade, pero al menos evitaban que acabara acostándose con cualquier alfa cerca suyo, tomó una pastilla y se recostó hasta las 8 p.m.

Cuando vio la hora en su celular se levantó rápidamente, se metió a bañar con agua fría para intentar tranquilizarse, eso ayudó un poco pero seguía sintiendo sus mejillas sonrojadas, ya con la ropa puesta vio que tenia un mensaje de Slade "Ya estoy en el casino, cuando llegues pregunta por mi" Robin salió de la Torre evitando a sus amigos, no quería que se dieran cuenta de su estado actual. Llevó en su motocicleta el maletín para Slade y empezó su camino, el viento que lo enfriaba hacia que su calor corporal disminuyera, aliviándolo un poco, pronto llegó al casino, que estaba algo alejado de la zona central de la ciudad, sabia que el casino tenia algo que ver con lavado de dinero pero estaba dispuesto a ignorar eso...en la entrada solo tuvo que mencionar el nombre de Slade para que lo llevasen a una sala privada en la parte de atrás del establecimiento. Ahí no se escuchaba la multitud de gente jugando en las maquinas, era una habitación algo oscura con luces cálidas, donde se encontraba Slade, sentado cómodamente en un sillón con una bebida en la mano, Robin se sentó frente a él, el joven omega se sentía extremadamente ansioso, necesitaba las pastillas en ese instante, sentía que su cuerpo temblaba, y no podía percibir correctamente lo que sucedía a su alrededor.

-Necesito las pastillas- Dijo Robin cortante, Slade dio un sorbo a su bebida.

-Dijiste que tu celo sería hasta la próxima semana- Dijo Slade, podia oler la esencia del omega, era dulce, y eso lo estaba irritando un poco.

-Eso pensé, pero se adelantó...-Contestó Robin intentando no respirar el aroma del alfa.

-Bueno Grayson, si quieres las pastillas dame el maletín- Ordenó Slade, Robin se giró para tomar el maletín, pero se dio cuenta de que lo había dejado en la recepción.

-Ahh...lo dejé en la recepción...- Se quejó Robin frustrado, Salde soltó una risa burlona.

-No puede ser Grayson, no actúes como un incompetente solo por tu celo, haré que vayan por él- Dijo Slade molestando a Robin, luego hizo un ademan con la mano al único guardia de la habitación, ordenando que fuera por el maletín, dejándolos solos, algo que hacía que Robin se tensara, a cada segundo se le hacía más difícil ignorar el aroma del alfa.

-Puedes dejar de hacer eso? Es muy molesto- Espetó Robin molesto.

-Qué cosa Grayson?- Cuestionó Slade confundido, Robin pensaba que Slade estaba dejando salir su aroma intencionalmente.

-Nada...- Contestó Robin avergonzado. -No hay algún ventilador? O alguna botella de agua? Un baño? Ah...es que hace demasiado calor...- Preguntó Robin jadeando, Slade se arregló la corbata y aclaró su garganta.

-No Grayson, no lo hay, tendrías que ir al exterior- Dijo Slade poniéndose ansioso al ver un omega entrando en celo justo frente a él.

-No puedes darme las pastillas?- Pidió Robin tragándose los gemidos, Slade suspiró.

-No Grayson, no hasta que traigan el maletín- Contestó Slade, Robin jadeó desesperado, no dejaba de mirar a los lados, sentía que su entrada no dejaba de mojarse y su corazón se estaba acelerando, debía tomar algo para refrescarse, se acercó a Slade y tomó su bebida, Slade lo vio indiferente, el omega solía robarse sus bebidas, Robin arrugó la nariz al darse cuenta de que era alcohol, sintió su garganta caliente, al parecer no aprendía la lección, su decisión solo lo había empeorado todo,  dejo su esencia omega salir por completo en un descuido y Slade se dio cuenta al instante.

-Grayson, detente ahora mismo- Ordenó Slade usando su voz de alfa accidentalmente, lo cual terminó por someter al omega, Robin sintió sus piernas fallar, y cayó en las piernas del alfa.

-Por dios Grayson, qué haces?- Preguntó Slade enojado, al ver que el omega lo orillaba a sucumbir a sus instintos.

-Lo siento, fue un accidente- Se disculpó Robin aún viéndose incapaz de levantarse, sus ojos fueron directamente a la entrepierna del alfa, se sorprendió mucho al ver que había un bulto en el pantalón de Slade.

-Qué...qué es eso?- Preguntó Robin en un susurro asustado, Slade intentaba controlarse, pero cuando Robin puso su mano cerca de la entrepierna del alfa, cualquier tipo de auto control desapareció, ambos se vieron a los ojos, y en la mirada azul de Robin había un deseo terrible por ser dominado...

Entre Tratos Ilegales-Sladin (+18) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora