Capítulo 44

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Leyla observó como era llevada hacia el segundo piso del edificio, en medio de un pasillo múltiples puertas estaban alineadas, Amantis y ella caminaron varios pasos antes de detenerse.

Tocando la madera una silueta conocida se presentó.

"Buenos días, pase por favor, la estaba esperando"confeso Tama inclinándose, la maestra y la joven entraron observando una habitación pequeña.

La cama se encontraba en una esquina, mientras la cocina se ubicaba cerca de una ventana, el baño estaba detrás de otra puerta al lado de una mesa con dos sillas.

El color de las paredes era suave, de tono turqueza.

Con un empujón de su acompañante la menor se posiciono al lado de su compañera.

"Vendré por ella en media hora" dijo la pelinegro antes de salir, la mujer de cabello largo asintió despidiendola, luego volteo la vista hacia la joven quien no despego su mirada de ella.

"Me alegra volver a verte" comentó Tama, Leyla no respondió, la mayor apretó uno de sus brazos con una mano antes de girar sus ojos hacia un costado.

"Ahí esta la ducha, puedes tomar una de las toallas del estante, son nuevas, Menphys trajo tu ropa ayer en la noche, tome una mudada de la maleta, espero no te importe"confeso con una sonrisa leve, los ojos de la menor se entrecerraron con un brillo peligroso.

"¡¿Porqué?!" Cuestionó con voz áspera, la mujer se tenso tratando de entender la pregunta.

"¿Qué quieres decir?" Solicito Tama, Leyla acercó su rostro a ella.

"¡¿Por qué no tengo mi reliquia?! ¡¿Es obra de ustedes?!"Interrogó con la voz elevada, la mayor retrocedió tragando saliva.

"¡Claro que no! ¡Esto lo hizo el portador de la reliquia de la tierra!"respondio con molestia la mujer, se retiro lejos de la menor al sentirse incomoda.

Analizando la respuesta la joven se tranquilizo.

"Si la reliquia me ha dejado, solo significa una cosa"penso con la mirada triste, dejar de ser portadora no era algo que esperaba vivir, pero ahora que había sucedido se sentía incompleta.

Ignorando lo que hacía Tama entro al baño, hizo lo que ella le había hablado despojandose de su ropa sucia, su cuerpo curvilíneo avanzo hacia la regadera abriendo la llave, dejó que el agua recorriera su figura mientras aplicaba jabón.

Escuchando ruido en la ducha la mujer de cabello largo fue hacia la cocina para preparar té, dejo una olla con agua a fuego lento mientras se sentaba en una de las sillas junto a la mesa.

Debajo de esta había una caja con hojas blancas y sobres, tomó un papel del lugar sacando su bolígrafo del bolsillo.

Escribiendo durante unos minutos escucho el agua hervir, fue para apagarla tomando una tetera de un estante, vertió el líquido caliente con cuidado en el recipiente y abrió la ventana, tomó dos tazas de mármol blanco de un armario pequeño al lado de la cocina con una de sus manos dejando todo en la mesa, luego volvio para agarrar dos tarros semiabiertos con cucharas en su interior.

Tomó su carta firmando al final y doblandola, la guardo en un sobre acercándose a la ventana, puso sus dedos en la boca realizando un silbido.

Desde la lejanía un cuervo aleteaba en su dirección, reposo cerca de la mujer curvando su cuello hacia un lado, Tama acaricio sus plumas con una sonrisa.

"Arandano, quiero que entregues esto, Riju debe estar ansioso por saber como me ha ido esta semana" murmuró con un brillo en la mirada, el ave tomó la carta agarrando vuelo, luego ella cerró la ventana al momento de escuchar la puerta del baño abrirse.

Midory Y Las Reliquias Sagradas - #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora