Capítulo 68

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Misaki, Distrito A. Zona departamental. 6:25 PM.

Bajo las estrellas del firmamento, columnas de fuego y humo sobresalian desde las calles de la ciudad.

Gritos y lamentos hacían eco en las paredes mientras figuras ocultas bajo las sombras se movían.

Alicia Manhattan saltó hasta lo alto de un edificio de dos pisos apoyándose de las escaleras exteriores.

Rápidamente, sus ojos analizaron lo que veía.

"Ningún sobreviviente, solo enemigos", pensó ella.

Sus pupilas brillaron en verde mientras caminaba lentamente por el techo del edificio.

Los asaltantes dejaron de reír cuando vieron la figura de la mujer.

—Parece que una sobrevivió escondiéndose en el techo.

—Acabemos con ella rápido.

Apenas se pronunció esa frase, la figura de la mujer desapareció.

La hoja de una espada atravesó el espacio cortando en diagonal a tres de las cinco figuras, después la espada giró a su alrededor terminando de cortar al resto.

En ese momento, Alicia apareció en medio de todos levantando su brazo izquierdo y chasqueando los dedos.

Ley de la muerte: Plaga.

Las heridas de los enemigos brillaron en un verde oscuro antes de propagarse por todo su cuerpo.

—¡Auxilio!

—¡Duele!

Gritos fueron escuchados mientras sus cuerpos caían inertes al suelo.

Un charco de sangre negra se formó alrededor de los cadáveres.

Alicia miró el desastre antes de seguir su camino.

Mientras saltaba por los techos de los edificios, más figuras fueron apareciendo.

—¡Ataquen!

Técnicas elementales de fuego, tierra y agua cayeron en su ubicación, pero la mujer hizo un gesto con su mano y desapareció en un vortice acompañada de un oponente.

Apenas aparecieron en otra realidad, el enemigo fue asesinado con un movimiento de espada.

"Qué las leyes se inviertan", pensó Alicia.

Su cuerpo volvió a la realidad apareciendo detrás de un enemigo.

Su espada se movió por si sola cortando todo a su alrededor.

Con movimientos rápidos dejó una estela de luz verde que devastó la zona.

Esta vez, una decena de enemigos fueron cortados por la hoja de su arma.

Luego, la mujer levantó su brazo izquierdo en alto y chasqueó los dedos.

Ley de la muerte: Plaga.

Desde las heridas de cada enemigo se propagó una luz verde oscura que empezó a contaminar sus cuerpos.

Un ardor como ser quemado vivo en fuego y miles de agujas atravesando su cuerpo se sentía.

Alicia se fue a máxima velocidad dejando cuerpos agonizantes a su paso.

Los demás oponentes miraron la escena consternados.

Aquellos ojos verdes iban en su dirección.

—¡Es un monstruo!

—¡Matenla!

—¡Usen los autos! ¡Activen los explosivos!

Apenas se dieron esas órdenes, múltiples explosiones se ejecutaron por las calles.

Midory Y Las Reliquias Sagradas - #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora