Capítulo 61

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Un año atrás, Misaki, Distrito B, cementerio.

Las flores de cerezo en los árboles revolotearon en el aire, alrededor de una tumba un grupo de personas rezaba.

Midory observó la escena con su abuela al lado, miro el nombre de la persona enterrada antes de soltar unas cuantas lágrimas.

Fue acogida por la mano de su familiar, mientras escuchaba como terminaban sus oraciones.

-Gracias por estar aquí Mei-dijo un hombre chino vestido de negro, al lado suyo su esposa le esperaba.

-No ha sido nada Ming, era mi amiga, jamás pensé que moriría de repente ¿Realmente no saben quién lo hizo? Puedo decirle a mi esposo que busque al culpable para hacerle pagar-confesó la mujer con ira en su voz.

La familia se quedó callada mirándose entre sí, la mujer entendió el gesto frunciendo el ceño.

-¿Saben quien lo hizo? Díganmelo y haré justicia-pidió la señora, Ming medito un momento antes de asentir.

A lo lejos el Ejecutor observaba a los presentes, a pesar de mantener la compostura, alrededor de su rostro se iban formando laceraciones de las cuales sangre brotaba, dos lágrimas rojas cayeron desde la comisura de sus párpados, sin embargo se limitó entrecerrar la mirada, sus ojos brillaron en rojo.

En el presente, Misaki, Distrito A, Alcaldía.

Un toque a la puerta hizo que el gobernador dejara los papeles en su escritorio, dio permiso a que entrará quien le buscaba encontrando a un anciano vestido de traje, en sus manos portaba una carpeta naranja con una hoja en el interior, ajusto sus gafas al ver al jefe de la ciudad y se inclinó.

-Abogado Kimura ¿Qué lo trae a mi oficina? -consulto el señor Sakaguchi, el mayor saco la hoja de la carpeta antes de hablar.

-He venido a leer el testamento de Shao Sheng, usted es mencionado en una sección del mismo ¿Si me permite?-dijo el anciano.

-Está bien-concedió el gobernador.

-Para Sakaguchi Hitsui, solo tengo una cosa que decir, me equivoque, lo siento-comentó el abogado leyendo la hoja, ajusto sus gafas cuando termino guardando la hoja de nuevo en la carpeta.

El Alcalde se quedó en silencio un buen rato, luego le hizo un gesto para que se retirara, estando solo el jefe de la ciudad se levantó de su asiento y miro por la ventana las calles concurridas.

Sus ojos se mostraron tristes mientras un suspiro salía de sus labios.

En el presente, Misaki, Distrito B, Instituto de Alto grado, en el interior de una barrera.

Yoko confundida miró a su alrededor, sus compañeros de clase y el profesor no se movían, sus ojos estaban fijos en una dirección sin mostrar ningún ápice de vida, curiosa paso una de sus manos por el rostro de un chico, pero no respondió.

La reliquia en su muñeca brillo en tonos celestes antes de sentir una presión en su cuerpo apuntando en una dirección.

Siguió el camino que creía era el correcto hasta llegar enfrente de dos chicos pelirrojos, Byron le observó confundida mientras Deiner miro su anillo comprendiendo.

-Eres una portadora de reliquia, soy Deiner, portador del fuego, este es mi hermano Byron-se presentó el mayor, Yoko asintió, sin embargo al escuchar la palabra reliquia recordó a su hermana.

Su semblante se tornó oscuro mientras corría hacia la entrada del instituto, confundidos los chicos decidieron seguirla.

Midory tenso su cuerpo por instinto, su amiga retrocedió incapaz de entender que estaba pasando, sus ojos vagaban entre la calavera en llamas en la puerta y el resto de estudiantes que no se movían, miro a Midory notando qué ella estaba cubriéndole con su cuerpo.

Midory Y Las Reliquias Sagradas - #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora