𝐃 𝐈 𝐄 𝐂 𝐈 𝐒 𝐈 𝐄 𝐓 𝐄

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Maya

-Mami, ¿Dónde está Pepi?- Preguntó mi hijo.

Él no se encontraba en casa, habíamos discutido. Nunca nos habíamos enojado el uno con el otro, me sentía terrible por haberlo tratado así, pero en ese momento los celos e inseguridades me segaron.

Les contaré que paso, salió un rumor donde decían que Pedri se había metido con una tal Tania, ella era una chica que aparecía en un Reality Show de España. Yo hable primero con él sobre todo esto, no quise darlo por hecho y solo enojarme con el.

El canario me dijo que todo era falso, yo quise confiar en él, pero al ver que en las redes sociales ambos se seguían y en las fechas que ellos estuvieron juntos Pedri no llego a casa a dormir dude completamente.

Quise tragarme todo y solo dejarlo, pero no logré hacerlo. Me sentía muy mal, me dolía mucho mi corazón al solo imaginar que me engañaba.

-No lo se amor, no he hablado con el- Respondí a la pregunta mi niño obligándome a salir de mis pensamientos.

Él solo se me quedo viendo y ladeo un poco la cabeza, estaba segura que Malcom sabía que estaba enojada con el español. Nadie me conocía mejor que mi hijo.

-¿Por qué están peleados?- Cuestiono.

Yo solo suspire y me acerqué, no quería contarle la verdad. No quería que le cayera mal o algo por el estilo.

-Es una chorrada corazón, ya lo resolveremos. No te preocupes tú por eso, probablemente Pepi venga después del entreno- Dije.

Él asintió, me dio un pequeño beso en la mejilla y después se fue a su cuarto.

Yo me centré en terminar de recoger para irme a trabar, Fer vendría a cuidar a Malcom, ha sido de gran ayuda en estos meses.

Una vez acabe me fui a bañar y ponerme mi uniforme, realmente me encantaba, era muy cómodo y de un color lindo. No era el típico blanco, era tipo azul bebé, combinaba con la temática del restaurante.

El timbre de la casa hizo que saliera de trance y bajará para ver quien era.

-Hola preciosa- Saludó Fer.

-Hola- Saludé haciéndome a un lado para dejarlo pasar.

-¿Mi hermano todavía no llega?- Pregunto.

Yo negué con la cabeza y me acerqué al perchero para agarrar mi chaqueta y bolso para poder irme, le agradecí a Fer por cuidar a Malcom y me fui al trabajo.

Se supone que debí volver hace 2 horas, pero llego alguien importante y mi jefe me impidió irme. Dijo que yo era su mejor chef y me necesitaba para impresionarlo, yo no tenía ni idea de quien era, uno de mis compañeros me dijeron que era un futbolista, pero no me dijo quien.

Él había pedido El solomillo Wellington un platillo viral por ser complicado de cocinar, les voy a hacer sincera. Solo he cocinado ese plato una vez en mi vida, y no me salió tan bien como esperaba. Tenía miedo, pero haría mi mejor esfuerzo.

Junto con Carlos, mi sous chef, terminamos el plato. Ambos estábamos nerviosos, nuestro gerente nos dijo que sí el cliente se iba satisfecho nos subiría el sueldo. Eso era más que motivante para mi, el saber que ganaría más me hacia feliz.

-Maya, Carlos, acompáñenme por favor- Pidió Marcos, mi gerente.

Él chico y yo nos volteamos a ver y seguimos al señor, ¿será que nos corren por intoxicarlo? Intentaba respirar muy profundo para calmarme, pero no podía. Cuando llegamos a la mesa me quede sorprendida de ver quien era.

COINCIDENCIA|ᵖᵉᵈʳⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora