Maya
Ya pasó una semana desde que salí del hospital, Pedri y Gavi vienen a visitarnos casi todos los días. Hoy no vendrían, hoy tendrán partido así que estarán ocupados todo el día, quisieron llevar a Malcom a verlo, pero como yo no podía ir a cuidarlo no lo quise dejar, me daba miedo.
Ahora mi hijo estaba en la sala jugando con el carro que le habían dado los chicos, era de esos carros grandes donde el se podía meter y simular que estaba en un auto de verdad, pero de juegue.
Han sido muy lindos con mi pequeño demonio, en especial Pedri. Mi hijo lo adora, nada más está esperando que toquen a la puerta para correr y abrir esperando que sea el, es raro ya que Malcom no era así con casi nadie.
Yo estaba en la cocina haciéndonos comida, la enferma me indicó que podía hacer de todo pero con mucha precaución y no hiciera movimientos bruscos, así que me tomo mi tiempo en hacer todo.
-Mami, ¿a qué hora juega Pedri?- Pregunto mi bebé sacándome de mis pensamientos.
-Creo a las 8 corazón, ahorita veo la programación- Le respondí.
El solo asintió y siguió conduciendo, me sentía muy agradecida con el canario por todo lo que hacía por mi niño, le ha dado tanto en tan poco y sin conocernos bien, estoy segura que será un gran padre.
Revise la programación y efectivamente jugaban a las 8, así que se lo dije a mi hijo y me dijo que se quería bañar para estar listo para el partido.
Termine la comida y nos fuimos a bañar. Malcom se puso su jersey del Barça y ambos nos sentamos a comer, hice algo muy simple. Spaghetti con filete de pollo, mi hijo amaba comer eso.
El partido comenzó, ahí estaba Pedri y Gavi de centrocampistas, desde el otro lado de la pantalla mi hijo y yo apoyábamos a ambos, se habían convertido en nuestros jugadores favoritos.
Al final el juego quedó 1-0 perdiendo el Barça, eso puso triste a Malcom, no quería ni pensar como se sentían los chicos. Según yo era un partido importante, pero no estaba segura.
Mi hijo me ayudo y dejamos recogido la sala y comer. Ambos fuimos y a acostarnos para ya dormir, Malcom quedo rendido a los minutos de acostarnos, por otro lado yo no podía dormir, el insoportable dolor de nariz no me dejaba dormir.
Me encontraba en la sala haciendo cuentas, necesitaba administrar mi dinero para sobrevivir este mes sin trabajo. No quería que Pedri nos siguiera dando su dinero, no éramos su responsabilidad, ya buscaría yo que hacer.
Después de un rato pude hacer que todos los gastos básicos quedaran cubiertos, tendría que apretarme un poco con otras cosas, pero de dinero estaba por el momento estable. Guarde mi libreta para que Malcom no la fuera a ver y me fui a la cama.
Pedri
Hoy jugamos y perdimos, teníamos que ganas para seguir en número 1 de la tabla de equipos, pero la derrota de hoy hizo que bajáramos. Si querías subir teníamos que ganar y meter una goliza para volver a subir al número 1.
Quería ir a casa a descansar, pero se me pasó por la mente llegar con Maya, estaba seguro que ver a Malcom me subiría el ánimo y lo necesitaba.
Tras unos minutos de camino llegue a mi destino, ya era un poco tarde por lo que me la pensé en timbrar, pero ya estaba ahí así que decidí timbrar.
Dure un rato esperando a que abrieran hasta que por fin la castaña lo hizo, se veía media adormilada, así que me arrepentí de inmediato.
-Lo siento, lo siento. No quise despertarte- Me disculpe.
-No te preocupes, de todos modos no podía dormir. Pasa- Me invito a entrar.
Yo entré y la espero a que cerrara la puerta, se veía cansada, quise irme para dejarla descansar.
-¿Qué haces aquí? ¿Estás bien?- Pregunto ella con angustia.
-Perdón por llegar a esta hora, quería ver a Malcom, necesitaba uno de sus abrazo- Admití mientras me sentaba en el sillón.
-¿Estás mal por el partido?- Cuestionó ella sentándose a lado mío.
Maya se acerco y acaricio de manera lenta mi cabello, sentí un pequeño nudo en mi garganta. El gol que nos metieron fue mi culpa y lo sabía, pero todo empeoró cuando me metí a mis redes sociales y vi todos los comentarios de odio hacia mi.
-Está bien Pedri, no fue tu culpa. Es un trabajo de equipo, si uno pierde todos lo hacen. Eres el mejor jugador y espero lo sepas- Me dijo Maya para después abrazarme.
Me encantaba que sin importar que la conociera hace poco me conocía muy bien, yo no quise decir nada y solo le devolví el abrazo con ganas, lo necesitaba.
No se cuando duramos así, pero me reconforto mucho. Una vez que estaba mejor me separé de ella lentamente, para ser honesto no quería, pero sabía que ella no se separaría, así que yo lo hice.
-Gracias Maya, lo necesitaba de verdad- Agradecí.
-No hay de que, aquí estaré para ti cada vez que necesites ¿si?- Me dijo ella acariciando mi mejilla.
Se notaba que era madre, su manera de abrazarme y consolarme era de manera de protección, queriendo que nada malo me pase, así lo sentí.
-Ya es tarde, creo que debería irme a casa- Dije levantándome del sillón.
-Sí quieres puedes quedarte, tengo un camastro o en el sillón. Pero solo si quieres- Me propuso ella muy rápido.
La idea me agrado, quería despertar y ver a Malcom corriendo por ahí, adoraba a ese niño muchísimo.
-No quiero incomodarte linda.
-No es ninguna molestia, a ver espera aquí, ya vuelo- Dijo y después desapareció por el corredor.
Yo me volví a sentar y la esperé mientras veía mi teléfono, creo que fue mala idea, sentí otra vez ese nudo al ver en lo que me etiquetaban.
-No te tortures así canario, mejor ayúdame anda- Susurro Maya a mis espaldas.
Yo brinque, me había asustado, ella río un poco. Yo le hice caso y deje mi móvil en la mesita de centro, me paré y le ayudé con la bolsa que traía.
Al final dormí en el sillón, Maya saco su lado más maternal y me arropó.
-Nunca olvides lo grande que eres Pedri, tú eres tú único límite. Sigue así y serás igual o mejor que Messi- Dicho eso me dio un beso en la frente- Descansa.
Un capítulo muy lindo para mi, si este capítulo llega a 60 votos haré un maratón. Los quiero<3
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COINCIDENCIA|ᵖᵉᵈʳⁱ
FanfictionUn golpe cambia la vida de estos dos, una nariz rota y alguien apenado es todo lo que se necesita para tener esta inusual coincidencia.