𝐃 𝐈 𝐄 𝐂 𝐈 𝐎 𝐂 𝐇 𝐎

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Maya

Llegué a casa un poco tarde, las luces estaban apagadas excepto la de la cocina. Me acerqué y vi que había un plato tapado con una nota.

¨Maya, te he dejado la cena, cómetela por favor. Te quiero y nos vemos mañana -Fer¨

Yo sonreí, adoraba a ese chico. Destape el plato y era una hamburguesa, mi boca se hizo agua de manera inmediata, me fascinaba la comida el canario, era deliciosa. Deje mis cosas en el sillón y me dirigí a calentar la hamburguesa, lo hice en el microondas, me daba pereza prender la estufa.

Una vez que termine de cenar me dispuse a ir a dormir, estaba muy cansada, fue un día pesado. Fui al cuarto de Malcom para ver como estaba, él estaba en su quinto sueño. Me acerqué a el para taparlo y dejarle un beso en su frente, salí del cuarto emparejando su puerta.

Cuando fui a mi cuarto Pedri estaba dormido también, con cuidado me dirigí al baño para no despertarlo. Me di una ducha rápida y me puse el pijama para a la cama. Conecté mi teléfono y me acosté con cuidado.

-¿Cómo te fue?- Pregunto el canario en forma de susurro.

Yo solo respondí un ¨bien¨ sin voltear a verlo o moverme, yo me encontraba acostada dándole la espalda. No me sentía bien todavía, quería sanarme un poco para poder estar bien con él, pero me costaba mucho.

-¿Sigues molesta?- Pregunto con inseguridad en su voz.

Sentí como se acercaba a mi, yo seguía muy quieta. No estaba segura de tomar esta conversación ahora. Respiré muy hondo y voltee para tenerlo de frente, Pedri busco mi ojos, se veía raro.

-No estoy molesta, solo necesito tiempo para reacomodar mis pensamientos- Respondí.

No quería ser grosera con él, no se lo merecía, intenté contestarle lo más tranquila posible. Él español con miedo se acerco todavía más a mi, al ver que no me alejaba o hacía algo para detenerlo, se acerco con más seguridad hasta quedar a centímetros.

-Linda, jamás haría algo para dañarte o hacerte sentir mal- Dijo mientras tomaba mi cara entre sus manos- Eres mi coincidencia más bonita, desde el día uno me llamaste la atención y supe que serías la mujer de mi vida, despertar contigo todos los días es lo más maravilloso. El saber que al volver a casa tu y Malcom estarían aquí esperándome, echarle más ganas a los partidos porque se que ustedes estarán ahí viéndome. Maya lo que siento por ti es más que amor, me haces sentir cosas inexplicables que jamás pensé experimentar.

Me quede muy quita escuchando todo, sentía mis ojos arder. Jamás me habían dicho algo por el estilo, mi corazón se quería salir de mi pecho, no sabía que hacer o que decirle.

-Te amo Maya, y quiero que eso te quede más que claro. Eres tú y solo tú y no habrá nadie más en mi vida, lo prometo. No tienes que decir nada, solo quería hacértelo saber- Termino de decir.

Lo único que hice fue abrazarlo, no lo había hecho desde hace unos días y lo extrañaba mucho. No quería estar peleada más con él.

Pedri

Anoche había resuelto los problemas con mi chica, le aseguré todo lo que sentía y se resolvió todo.

Faltaban semanas para el mundial, y no tenía tiempo de nada. Todo el día me la pasa en entrenamientos y diferentes pruebas, solo llegaba a casa a dormir, Maya comprendía eso, sabía que era importante para mi.

Le había pedido a ella que fuera conmigo, que estuviera ahí apoyándome. Sin pensarlo me dijo que sí, así que ahora se encontraba haciendo tramites de los pasaportes y hablando con la escuela de Malcom para que lo dejen faltar.

-Estoy muy nervioso, no puedo creerlo ¡El mundial hermano!- Celebró Gavi.

Pablo me estaba acompañando al mall para comprar unas cosas que necesitaba, íbamos lo más cubiertos posible, no queríamos entretenernos. No me malentiendan, adorábamos a mis fans, pero teníamos prisa, íbamos de entrada por salida.

-Lo sé, es fantástico. Si le dijera a mini Pedri lo que está viviendo ahora, se volvería loco- Comenté riendo.

Después de un rato llegamos, ambos entramos y fuimos a la tienda que me importaba llegar. Les contaría que fue lo que compré, pero quería que fuera sorpresa, pronto lo sabrían.

-¿Ya sabes como hacerlo?- Pregunto Gavi.

-Tengo algo en mente, pero no lo se- Dije.

-Deberías pedir ayuda, así tienes una idea más clara- Aconsejo mi mejor amigo.

Yo asentí y fuimos a comprar más cosas, una vez todo lo que queríamos nos fuimos de ahí. Lleve al sevillano a su casa, y de ahí me fui a la mía, sabía que mi castaña no estaría ahí, así que le quise hacer una pequeña sorpresa.

 Lleve al sevillano a su casa, y de ahí me fui a la mía, sabía que mi castaña no estaría ahí, así que le quise hacer una pequeña sorpresa

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Más corto que de costumbre, pero espero y les guste. Los quiero<3

COINCIDENCIA|ᵖᵉᵈʳⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora