Maya
Ya es un día un nuevo, estamos todavía en el hospital. Le agradezco a Maya de ayer por empacar un cambio extra para Malcom, la linda enfermera de ayer me ayudo a bañarlo y cambiarlo, mi hijo adora bañarse, dice que el agua lo relaja.
Cuando salió de bañarse me dijo que estaba hambriento, así que aproveche y Susi, la enfermera, nos trajo la comida. Ella ayer en la noche, antes de dormir me dijo que Pedri había dejado la cuenta abierta, o sea que podía pedir lo que sea y se cargaría a su cuenta.
No quise aprovecharme de su dinero, y mucho menos de su amabilidad. Así que solo he pedido comida para Malcom fuera de lo incluido, para mi desgracia mi niño es alérgico a muchas cosas, por ejemplo, al maní, apio, miel de abeja y más cosas. Por ello necesitaba estar checando su comida, también por eso no comíamos muy seguido en la calle.
En estos momentos me encuentro mensajeándole a mi jefa, le estaba explicando lo que había sucedido, ella no se lo tomo muy bien. Dice que soy su mejor barista, pero comprendió y me dio un mes de descanso, obvio no me lo pagaría, por desgracia.
-Hola- Saludo Pedri recargado en el marco de la puerta.
Pedri
Ya tenía todo preparado para la sorpresa que le tenía al hijo de Maya, Gavi me ayudo en todo así que se lleva la mitad del crédito de todo.
En estos momentos íba camino al hospital, le tenía tres sorpresas al pequeño. Sabía que la última sería su favorita.
Una vez llegue tome lo de la cajuela y entre al hospital para dirigirme al cuarto de la chica, una vez estando ahí solo dije.
-Hola- Salude desde la pueta llamando la atención de los Mendoza.
-¡Pedri!- Dijo Malcom parándose de su lugar para ir a donde yo estaba y abrazarme.
De inmediato lo envolví con mis brazos y lo eleve, el solo se reía mucho, su risa era muy linda.
-Hola campeón- Lo volví a saludar mientras lo bajaba, me acerque a Maya y me senté en la orilla de la cama- ¿Cómo sigues?
-Ya estoy un poco mejor, la enfermera me dijo que puede que me den de alta hoy- Respondio con media sonrisa de lado- ¿Tú cómo estás?
-Me alegra escuchar que ya estás mejor, yo estoy bien, aún preocupado y apenado- Admití.
Hablamos unos minutos más hasta que recordé que en el corredor estaba la sorpresa para Malcom, así que le pedí perdón a Maya y les dije que ya volvería. Salí y acomode los últimos detalles, una vez listo me asome y le pedí al niño que cerrara sus ojos, entre ya con las cosas en las manos.
-Abre ya tus ojos- Le pedí.
El abrió sus ojos y se le quedo viendo a lo tenía, el se acerco y sus ojos le brillaron mucho. Lo que traía en mis manos era los últimos tres uniformes del barca firmados por todos los jugadores, un balón de igual forma firmado.
-¿Por qué me das esto?- Pregunto el niño anonadado.
-Supe que ayer fue tu cumpleaños y siento que por mi culpa se te arruino- Le dije mientras le daba todo a el- Ah, y no es todo. Podrás ir a todos los partidos del barca que sean en el Camp Nou.
Nuevamente el niño me abrazo muy fuerte, yo le devolví el abrazo.
-Mira mami- Malcom tomo el balón y se lo llevo a Maya.
Cuando la vi ella estaba llorando, me paré muy rápido para acercarme a la castaña.
-Maya, ¿Qué tienes? ¿Te duele otra vez la nariz? ¿Quieres que llame a la enfermera?- Pregunté de manera rápida mientras le tomaba la cara con cuidado y la examinaba.
Ella hizo algo muy repentino, me abrazo, yo me quede helado unos momentos y después correspondí su abrazo, ella seguía llorando y no comprendía porque.
-Gracias por hacer esto, por hacer feliz a mi Malcom- Susurro ella en mi oído.
Sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, ella todavía lloraba. Yo no soy muy experto en esto, pero sabía que ella no solo lloraba por el regalo que le di a su hijo, la abrace un poco más fuerte pero no lo suficiente como para hacerle daño y le acariciaba su cabello.
-Debe ser difícil criar a un hijo sola, te admiro Maya- Le susurre de vuelta intentando consolarla.
Pero creo que no funciono, ella lloro más, de alguna forma pude sentir todo su dolor, como si lo hubiera sentido hace mucho y nunca lo saco. Después de unos minutos ella se calmo y se separo de mi haciendo que me diera frio.
-Lo lamento, no era mi intención que me vieras así. No suele pasar- Se disculpo ella limpiándose las lagrimas.
Quiso sonarse pero recordó que no podía, así que solo puso un papel debajo de la nariz.
-No hay problema Maya, a veces llorar es la mejor manera de sanar- Le dije quitándole otras lagrimas que caían sobre su mejilla- No debes sentirte apenada por ello.
Ella nuevamente me agradeció y me dio otro abrazo, pero ahora más corto.
-Sonará raro decirte esto, pero eres la casualidad más linda que he tenido- Dijo Maya.
-Es la cosa más bonita que me han dicho en mucho tiempo, y eso que a diario muchos fans me dicen cosas- Le dije con una sonrisa.
Pase el resto de la tarde con Malcom y Maya viendo películas, estaba esperando a que llegará las ultimas dos sorpresas. Vi mi teléfono y tenía un mensaje de Gavi diciendo que ya había llegado.
Me paré y les dije que ya volvía, fui al estacionamiento donde estaba mi amigo con Piqué, el era la gran sorpresa que le tenía a Malcom, el me había dicho lo mucho que lo admiraba y quería conocerlo, así que lo traje.
-Que bueno que llegan, ya van a dar de alta a Maya y quiero que el niño te vea antes, así que vamos- Les pedí mientras me adentraba nuevamente.
Voltee de reojo y vi a Pablo con el otro regalo para el niño, pero este se lo daría el para que supiera que era sorpresa de ambos. Subimos al elevador y nos dirigimos a la habitación donde estaban, nuevamente les pedí que cerraran los ojos, pero esta vez a ambos.
-Listo puedes abrirlos- Pidió Gavi.
Ambos abrieron sus ojos y se quedaron helados al ver al número tres del Barça, yo me reí un poco.
-Tu debes ser Malcom- Le dijo el español al pequeño que solo asentía- Estos dos me han hablado mucho sobre ti y de lo mucho que me admiras.
Me acerqué a la cama junto con Maya para ver si reacción y que pensaba, ello me regalo una sonrisa y me dio las gracias.
-Mira mamá, es Piqué, es el mami- Dijo con felicidad el niño ya que comprendió bien.
-Sí amor, es el. Saludado- Le dijo su madre.
Gerard y Malcom estuvieron platicando un rato mientras Gavi, Maya y yo les prestábamos atención, el pequeño se veía muy feliz, había cumplido mi misión.
¿Que les pareció? No se les olvide votar, los quiero<3
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COINCIDENCIA|ᵖᵉᵈʳⁱ
FanficUn golpe cambia la vida de estos dos, una nariz rota y alguien apenado es todo lo que se necesita para tener esta inusual coincidencia.