Capítulo 1: No lo deseo.

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Al ser guiado por el director policial a través del largo pasillo hospitalario, la mente de Kakashi recreaba posibles escenarios por los cuales sería llamado, especialmente después del ataque de la banda Animals ocurrido una semana atrás, que mantuvo a toda la agencia en constante ajetreo. Kakashi agradecía no estar en esa área, donde el papeleo parecía su peor enemigo.

Un bostezo escapó de sus labios, mientras las ganas de dormir envolvían su cuerpo. Una nueva alerta de su organismo necesitaba su programada siesta. Levantó los brazos para liberar la tensión corporal, estirándose. Era miércoles y el clima primaveral solo provocaba que su cuerpo se volviera gelatina, buscando el mejor lugar para descansar.

Miró de reojo al director Hiruzen, esperando que se detuviera en algún cuarto. Desconocía lo que pasaba por la mente del anciano. Hacía unas horas había llegado de su misión encubierta. Apenas logró ducharse y dormir lo que Kakashi consideraba solo dos horas, antes de que su puerta fuera tocada con urgencia por su molesto compañero, Gai.

Ahora solo caminaban por los blancos pasillos, ignorando las presencias de los internos, quienes lo miraban con extraña tristeza. Ni siquiera hablaban entre ellos, además de eso, el olor de los medicamentos y los utensilios de limpieza, empezaban a marearlo. Quería saludar a quien estuviera herido y largarse a la primera oportunidad.

—¿Puedo saber... ¿Quién resultó herido? —preguntó Kakashi, cansado de dar un paseo por los pasillos del hospital. Se preguntaba si el hombre trataba de reconocer dónde iría a morir, porque si era eso, él no quería ser partícipe. Hiruzen dejó escapar un suspiro para detenerse por completo frente a una decorada puerta infantil, demasiado para Kakashi, quien parecía más dormido que despierto.

—Kakashi, antes de venir a mi encuentro, en la oficina te comentaron sobre la situación —el mencionado asintió, mientras detallaba dónde se encontraba. Sus antes dormidos oídos, lograron captar lo que podría llamar música de cuna, incluyendo fuertes llantos al final del pasillo. Kakashi se alegraba estar lejos de ese bebé, que ya podía imaginarlo o imaginarla teniendo buenos pulmones, sin enfermedad respiratoria, muy saludable.

—Tengo conocimiento del último ataque.

Golpeó dos veces con su dedo índice la punta de su nariz cubierta por su máscara, para volver a prestar atención a lo que decía su jefe. Esperaba que no se fuera por las ramas y que le dijera de una vez por qué estaba en la sección de bebés. Si acaso una de sus compañeras había dado a luz en alguna misión.

—Bien, el ataque reciente de los Animals fue mucho más violento que los dos anteriores. Ocurrió el sábado por la tarde, había al menos cincuenta oficiales fuera de servicio con sus familias, incluyéndome. Supimos de su llegada por la explosión repentina en los regalos ofrecidos por la familia anfitriona, luego ellos entraron —el hombre mayor calló, recostando su espalda a la colorida pared, cruzando los brazos a la altura de su pecho. Kakashi notó su mirada perdida, como si rememorara lo ocurrido, en esos momentos deseaba saber más, pero no quiso presionar y solo esperó—. Nos mantuvimos con la guardia baja, por lo que fue más fácil para ellos amenazarnos con hacerle daño a los niños y mujeres, incluyendo la esposa de Minato, Kushina.

Un clic en su cabeza esfumó cualquier señal de querer dormir. Ahora fruncía el ceño y los engranajes de su cabeza empezaban a funcionar. Por lo que miró fijamente al hombre frente a él.

—¿Qué ocurrió con mi maestro? —Hiruzen no despegó la mirada de los oscuros ojos de su agente, notando las dudas y las incógnitas que empezaban a surgir—. ¿director?

—Kushina falleció en el parto y Minato está en coma —cerró los ojos, mientras pensaba en las palabras correctas para explicarlo. Sin embargo, la palabra "cobarde" se repetía en su mente, al no lograr mirar los ojos de Kakashi, no quería ver esa expresión dolorosa en su rostro—. En un intento de salvar la situación, Minato creó una distracción, golpeando a uno de los hombres enmascarados, provocando una revuelta en todo el lugar. Debes saber que el bebé de Kushina estaba destinado a nacer dentro de dos meses, pero su vientre fue apuñalado dos veces con una navaja al tratar de salvar a la hija de Teuchi. Luego de eso, huyeron. Llamamos una ambulancia para los heridos, trasladamos a Kushina y a Minato en auto.

Tú y yo, contra el mundo 「au」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora