Kakashi cargaba la última caja del camión de mudanzas rumbo al nuevo apartamento en Tokio. Habían dejado atrás la pequeña casa en el pueblo donde Naruto había crecido, con demasiados recuerdos agridulces de Minato y Kushina impregnados entre esas paredes.
Necesitaban un nuevo comienzo, y la oferta de trabajo en la central de policía metropolitana había sido la señal que Kakashi esperaba.
—¡Papá, mira, hay un parque al frente y se puede ver la Torre de Tokio desde aquí! —gritó Naruto emocionado, pegando saltos por el apartamento vacío.
Kakashi sonoro bajo su máscara. Sabía que el cambio no sería fácil para un niño de una vez años, dejando atrás a sus amigos y las únicas calles que había conocido. Pero la emoción infantil de Naruto por la novedad le daba esperanzas de que lograrían adaptarse.
Mientras acomodaban las cajas, sonó el timbre. Kakashi fue a atender, topándose cara a cara con su viejo compañero, Asuma. Solo verlo, parecía que tras de él venía un conjunto de cosas molestas.
—Cuánto tiempo, Hatake. Me enteré de tu traslado por mi padre y vine a darles la bienvenida —saludó Asuma con una sonrisa amigable.
Kakashi lo invitó a pasar y le presentó a Naruto, quién lo miraba curioso. Intercambiaron anécdotas sobre sus respectivas carreras mientras les ayudaban a organizar la cocina.
—Papá y yo íbamos a celebrar mi cumpleaños la próxima semana cuando termináramos de instalarnos —comentó Naruto mientras devoraba una galleta ofrecida por Asuma—. ¡Ahora que estamos en una gran ciudad puedo invitar a muchos amigos!
Kakashi revolvió el cabello de su hijo, maravillado con su capacidad de sociabilizar. Sabía que pronto tendría un extenso grupo de amigos, volviéndose el centro de atención como siempre.
—Quiero ser policía como mi papá y atrapar a muchos criminales, ¿verdad que será el mejor, tío Asuma? —preguntó Naruto con ojos brillantes de determinación.
—No lo dudo, tan enfocado como luce Kakashi criándote, serás uno de los mejores —asintió Asuma jovial.
—Ya. Entonces... ¿Cuál es la razón? —preguntó Kakashi al momento en el que Naruto se alejó. Asuma incluso si decía que iba a visitarlo, nada bueno venia de eso—. ¿Qué quiere Hiruzen?
Asuma suspiró, sin despegar la mirada del niño que seguía soltando las cajas—. Él cree que es necesario recordarte que regresar era una buena opción. Necesitamos más de ti. Kakashi, eres el único que entiende los movimientos que hacen.
—Naruto es mi prioridad.
—Lo sé, y papá lo sabe, pero-
—Estoy ayudando, Asuma, suficiente que este en esa estación policial, lo demás esta fuera de mi tema.
Asuma solo asintió, sin dejar de mirar al niño, por lo que Kakashi se colocó en frente de él interrumpiendo su vista. Señaló hacia la puerta para darle oportunidad de que se fuera. Su presencia era igual de peligrosa que antes. Ni siquiera tenía la fuerza para discutirle algo más, era igual de molesto que su padre.
-Nos vemos después, dile lo mismo a Hiruzen, iré cuando crea que sea necesario.
Asuma quiso decir algo más, pero el gritó de Naruto solo lo acortó-. Lo haré, y... Kurenai también quiere vayas a verla, ya sabes... nos casaremos pronto -comentó avergonzado.
-Felicidades, supongo.
Antes de que él dijera algo más, terminó por cerrar la puerta. La vida de los demás tampoco era algo que le interesara. Su mente solo estaba para el pequeño niño revoltoso que había terminado de romper los platos guardados.
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Tú y yo, contra el mundo 「au」
Fanfiction❛Padre, no es solo el que engendra sino es aquel que ama y cría sin condición❜ Hatake Kakashi tiene como misión cuidar al hijo de su superior, después de su muerte a manos de una banda de criminales. Su maestro deja una carta en donde le deja la com...