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El día en que JiMin recibió la visita de sus padres, la misma visita donde le dirían que estaba comprometido con un desconocido, ese día fue la primera vez que se enfadó con ellos, pero no lo demostró. Luego de despedirlos y quedar solo en su departamento reprimió todos sus sentimientos de enojo y tristeza que la amarga cena con sus progenitores le habían dejado.
Entonces sus padres nuevamente agarraban algo que era solo de él y lo manipulaban para su conveniencia.
El amor; JiMin quería conocer a alguien algún día por casualidad, enamorarse poco a poco, tener citas, besos tímidos, agarrarse de las manos, pasar años junto a esa persona hasta recién pensar en casarse, tener hijos en un buen ambiente, uno donde haya amor. Pero ahora debía alejar cualquier ilusión con tener un primer amor y someterse ante la decisión de sus padres de casarlo con un hombre que ni siquiera conoce.
El día de la cena donde conocería a su futuro esposo y familia política, su madre vino dos horas antes de la hora acordada a su departamento sin avisar, con un montón de bolsas en mano de marcas de ropa y joyería.
—Debes verte bonito y sexy, pero no mostrar piel porque pensará que eres un cualquiera. —fue lo que le dijo mientras le elegía la ropa. Él solo quedó sentado en la cama esperando a que ella decidiera.
Después de varios minutos acabó vestido con una camisa blanca semi apretada al cuerpo, todos y cada uno de los botones abrochados, también unos pantalones negro apretados acentuando las curvas que tenía. De accesorios su madre eligió un cinturón negro con detalles plateado, un par de aretes, un reloj finísimo y nada más. Iba elegante y a la vez casual.
—No lleves chaqueta o algo parecido, cuando te dejemos a solas con él finge frío y espera a que él te dé la suya.
JiMin pensó que eso era estúpido pero entendió el fin.
Salieron de casa yendo al auto dónde los esperaba su padre ya listo y arreglado. El viaje duró poco tiempo, al parecer el restaurante reservado estaba a tan solo unas cuadras de su departamento. Al llegar habían algunos paparazzi en la entrada, el restaurante es conocido porque personas famosas o de alto prestigio lo asisten, así que siempre hay paparazzis buscando capturarlos en fotos.
Obviamente ninguno de ellos se salvó de los flashes. Su padre le abrió la puerta del auto a él y a su madre, mostrando sus modales. Entraron los tres dando sonrisas de oreja a oreja a las cámaras.
Al entrar, a tan solo unos cortos metros estaban sus futuros suegros y su prometido.
La primera impresión que se llevó de YoonGi es que era un hombre bastante guapo, no tuvo interés inmediato en él pero a medida que se acercaba se fijaba más en el aspecto del hombre. Su piel blanca como porcelana, ojos pequeños y negros, unos labios delgados totalmente rosados, cabello hasta los hombros tirado hacia atrás. Sí, aceptaría que el hombre le llamó la atención por lo guapo que era. Y más cuando le sonrió, los ojos se hicieron más pequeños, las encías relucieron y JiMin sintió más atracción.
