Cap 25. No te reconozco.

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La cabeza de Anne se estaba yendo a muchos lugares muy oscuros, esto estaba mal.
-Doctor, doctor, por favor, solo dígame ¿Qué fue lo que pasó?
-Un conductor se pasó la luz roja y chocó contra la camioneta de la Señora Ta mientras iba conduciendo con su hija. - Soltó el teléfono. No podía ser posible.

Anne iba como alma que lleva el diablo por la ciudad para llegar al hospital, le había llamado a Matero y a Griffin. Convenció a Mateo que regresara a los ángeles hasta el día siguiente y Griffin ya estaba en camino de encontrarse con ella. Cuando Anne le pidió a Griffin que le avisara a su hermana ya que seguramente él sería una mejor persona para darle la noticia no esperaba que le contestará tal cosa. En ese momento Anne perdió la batalla con Hailee. Escuchar que había salido del país sin avisar y no podŕian localizarla hasta su aterrizaje le pareció surrealista. por algo Tn tenía ese comportamiento con ella estos últimos días como le había contado Jess. Ahora todo tenía sentido. Pero ya con la carga que tendría Hailee por esto sería suficiente. Ella tenía que preocuparse solamente en su amiga y sobrina. Cuando llega al hospital pregunta por Tn y la mandan al quinto piso de la torre del hospital. Las manos le sudan, tiene mal cuerpo y una sensación de ya haber estado en esta situación. Los pasillos con esta luz que te molesta en los ojos, los pacientes, las enfermeras corriendo de un lado a otro, los sonidos, el olor a hospital, pero sobretodo el venir a buscar a su amiga esperando encontrar lo peor, al menos esta ocacion no había sido su culpa, pero el mal cuerpo no se iba por eso. El estómago le dolía y las manos le sudaban, sentía la boca seca, nada podría prepararla para lo que se venía y la verdad es que odiaba pasar por esto sola, pero no podía esperar a que alguien más llegara tampoco.
Cuando creyó haber llegado a su destino con las indicaciones que le dieron las personas de recepción miro el número de habitación, era el correcto. Respiro profundamente y un escalofrío recorrió su cuerpo, odia estos lugares, y los odia gracias a su amiga, fríos, tristes y con ese olor horrible a desinfectante químico. Le provocaba dolor de cabeza. Soltó todo el aire que guardaba en sus pulmones y con la mano temblorosa abrió la puerta.
Su amiga estaba en cama, estaba despierta pero tenía algunos rasguños en la cara y en las manos. en su mirada se veía la desesperación, en cuanto la ve parecé que da un respiro pero el estado alterado de Tn prevalece. Al verla bien, consciente y moviéndose le trae de nuevo el alma al cuerpo. 

-Anne, Anne que bueno que estas aquí, ellos no me hacen caso. No me dicen nada. Quiero ver a Alba. Solo me dicen que está bien pero no me la traen, y mi telefono se hizo mierda en el accidente y no puedo… Ya no puedo. -El semblante de tn se rompe, desde que comenzó a hablar, se veía la desesperación en sus movimientos, como intentaba hacer algo con sus manos pero no llegaba a nada, como su voz le suplicaba desde el fondo de su ser ayuda, como sus ojos le pedían casi de rodillas que hiciera algo. estaba al borde, en sus últimas palabras no pudo más, las lágrimas caían por sus mejillas. su respiración temblaba junto con todo su cuerpo, parecía que seguía en shock pero lo único que quería era ver a su bebe. Era una madre muerta de miedo y de preocupación, sola.  -Anne, tráeme a mi bebe, por favor.

Anne siempre fue la más fría de las tres amigas, pero ver a su amiga así le arrancó el corazón del pecho, se acercó a ella y sostuvo sus manos. tn intentaba soltarse, manotear, estaba desesperada, fuera de si. Sujeta sus brazos y la sostienen cerca de su cuerpo, la abraza.

-Si, yo te la traeré. Ella está bien. No le pasó nada. shhh, respira. No estás sola, estás aquí conmigo. Calma, en un segundo voy por alba pero necesito que te tranquilices. Si no, no la dejaran estar aquí. ¿ok? -Tn solo se dejó arropar por el calor de su amiga, no sabía cuanto necesitaba esto hasta ahora, Fue un día de locos, desde la noticia de nana, su ataque por la mañana, cuando se rompió antes de ir a la playa y después el accidente, solo necesitaba que alguien pusiera las piezas juntas. Necesitaba que alguien estuviera ahí para ella. Era todo lo que pedía, lo que gritaba y nadie escuchaba. Asintió con la cabeza y se aferró a la blusa de su amiga.
-No puedo creer que deje que le pasara esto a Alba. Yo debía cuidarla, protegerla. yo… Es que… y Nana… -Dejó salir todo lo que llevaba conteniendo, lo que desde hace horas guardaba en su corazón y nadie estuvo para ella. todo eso por lo que tuvo que pasar sola mientras tenía que ser madre para su bebe. Su voz estaba rota al igual que toda ella, era desgarrador verla, no había ni rastro de la mujer que su amiga recordaba que era. La habían destruido. la atacaron por cada lugar que más le dolía y solo habían dejado los pedazos. 
-Ya estoy aquí. respira por favor. Saldrás de esta porque eres increíblemente fuerte, más que nadie que conozco y tienes una enorme razón para luchar, esa bebe que voy a traer en unos segundos. ¿Vale?

Ecos de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora