capítulo 9 el poder del agua (parte 1).

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"¿Puedes leerla?", preguntó Elementor.

"Es un dialecto muy antiguo. Dudo mucho que haya un ser vivo que pueda siquiera entenderlo. Pero eso también es algo que me preocupa. ¿Cómo es que los goblins entraron en un lugar tan protegido?" La maga tocaba la roca en busca de alguna grieta en la barrera que parecía no ceder. "Si tan solo pudiera entenderla".

"¿Tú no puedes entenderlas?", preguntó Elementor, dirigiéndose a Albaz.

"Esto es peligroso". Albaz miraba con cierto interés las imágenes de demonios que estaban peleando. "Esta es una puerta archidemónica".

"¿Archi qué?", la maga estaba algo confundida por la palabra tan extraña.

"Esta puerta es de una entrada a unas viejas catacumbas de los archidemonios, un antiguo clan de demonios que fueron conocidos por su deseo de la guerra. Pero estos nunca fueron buenos con los sellos de protección. Esto es muy raro", explicaba Albaz, poniendo su palma en una brecha donde estaba la imagen de un cráneo. "Deberíamos irnos antes de que...". Su advertencia fue interrumpida por el grito de una mujer.

"Demonios", exclamó Albaz.

"No podemos dejarla ahí adentro, Albaz", dijo la maga.

"Demonios", repitió Albaz.

"¿Qué tanto miedo tienes, dragón?", cuestionó Elementor.

"Hay archidemonios que nos superan a nosotros dos por mucho. No importa qué tan fuerte creas que eres, pero hay seres fuera de nuestra imaginación que nos ven como simples hormigas", advirtió Albaz. Abrió la puerta frente a él, revelando una calavera que sostenía una gran cantidad de cadáveres de goblin en sus garras.

"¡Apartaos!", exclamó, lanzando los cadáveres a un pozo cercano. "Largo". Con estas palabras, comenzó a adentrarse en las catacumbas.

"Entremos", dijo Elementor sin miedo, acompañado por sus dos compañeras, que fueron ignoradas por la criatura esquelética que no se sentía amenazada. "Dijiste que eran conocidos por su deseo de guerra".

"Lo eran hace varios años, o bueno, los que conocí. Sé que no debería pensar que todos ellos son iguales, pero la mayor parte de mi vida luché contra ellos", explicó Albaz.

"Esta criatura es algo rara", comentó la maga.

"¿De qué hablas, maga?", preguntó Albaz, siendo el único capaz de tener una conversación con ella, ya que Elementor no mostraba interés en ellos.

"Esta criatura nos está guiando", afirmó Elementor.

"¿Por qué piensas eso?", preguntó Albaz.

"Nos está guiando porque mantiene una velocidad constante y no parece querer distraernos o algo parecido", explicó Elementor.

"O quizás nos ve como insectos indefensos que no merecemos su atención", sugirió Albaz. Media hora más tarde, la criatura abrió una puerta que era catorce veces más grande que Elementor. "Interesante". Dentro de la puerta, varias mujeres estaban comiendo arroz con algo de carne.

"Convoca al cráneo, San, está de vuelta", dijo una de las mujeres, acercándose con un plato de comida que fue recibido por el esqueleto. "Ustedes son nuevos", observó, notando a Elementor. "Hola, ¿cómo estan?"

"No tienes miedo de mí, humana. Para ti debería ser aterrador", comentó Elementor.

"Lo siento por no asustarme, pero he aprendido que no todos los monstruos son tan malos", respondió la humana.

"Doncella, ¿por qué estás aquí?", preguntó la maga.

"Es el único lugar seguro que conocemos dentro de estas catacumbas", explicó la doncella.

el máximo depredador (elementos en goblin Salayer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora