—¡Aléjate de JiMin!— es el grito de YoonGi el que nos hace separarnos.
—Debemos irnos, JungKook.— dice SeokJin, tomando a su hermano con la mano temblorosa por el tono agresivo y tosco de YoonGi.
JungKook me mira una última vez antes de ser arrastrado por SeokJin, sus brillantes ojos parecen querer decirme algo más, pero no puede hacerlo.
—¿Qué demonios crees que hacías con ese idiota?— me cuestiona YoonGi enfurecido, tomándome por los hombros y estrujándome como si fuera nada.
—¿Qué te importa?— respondo con deje, empujando su pecho, pero no logro moverlo ni un solo centímetro, él es fuerte aun si no lo parece.
YoonGi me toma por las muñecas y me estampa contra la pared a nuestro lado. Después lleva mis manos hacia arriba de mi cabeza con una sola de las suyas y con la sobrante me toma el mentón para apretarlo hasta hacerme jadear.
—D-Duele.
—Te lo mereces, te portas mal, muy mal. No deberías estar viendo otros chicos, yo soy tu hermano y ni a mí me dejas acercarme como a ese imbécil.
No puedo creer lo que está diciendo, realmente no entiendo si se escucha a sí mismo o solamente se hace el tonto. Me remuevo con todas mis fuerzas para salir de su agarre, pero no me permite liberarme.
—Somos hermanos, tú mismo lo has dicho. No tengo por qué tolerar tu irracional manera de verme, YoonGi.— suelto sin más, harto de todo esto —Los señores Min me adoptaron para ser tu amigo, tu hermano y no tu maldita pareja.
YoonGi me mira con otros ojos en cuanto le digo eso, su respiración se torna pesada y puedo sentir sus agarres ejerciendo más presión, está molesto y yo estoy tan jodido por haberlo provocado de esta manera.
—No compartimos sangre, no somos hermanos y no busco un amigo.
—Pues agrega a tu lista de no el hecho de que NO SOY NI SERÉ TU PAREJA.
—Lo serás.— asegura, chocando su frente con la mía y sus finos labios sobre los míos, no se mueven, solo están rozándose, tentándome para que caiga.
Si hablo abriría la boca, movería los labios y eso es justamente lo que quiere, pero no pienso hacerlo bajo ningún motivo. Por lo que se cansa de esperar tras unos instantes y me besa distinto, presiona sus belfos con rudeza, exige que le corresponda.
Cuando no lo hago, me muerde al punto de lastimarme y entonces inevitablemente me quejo por el dolor y aprovecha para introducir su lengua dentro de mi cavidad. YoonGi saborea todo cuanto puede y se aleja solamente para ambos poder respirar, su oscura mirada recae en mis ojos, los cuales están acuosos y tiemblo por impotencia.
No muy a gusto con nada más hacer eso, lame mi barbilla, limpia el rastro de sangre que sale de mi labio partido.
—Eres tan dulce, tan exquisito, quisiera cortarte, abrirte y comerte.— confiesa, rozando sus dientes contra mi mandíbula con una lentitud tortuosa.
—Eres un puto enfermo.
YoonGi se ríe, se aparta de mí y me libera, fue tan repentino que no me dio tiempo de reaccionar y terminó en el piso sin poder moverme por el terror.
—¿No te quedó claro cuando me viste con SeokJin?— interroga, tomándome por el cabello para echar mi rostro hacia atrás y lo mire hacia arriba —Me lo folle pensando en ti, me masturbo pensando en ti, eres tú y siempre serás tú ¿Por qué crees que nadie te adopto mi precioso, JiMin?
—¿D-De qué hablas?— preguntó incrédulo, sin procesar lo último del todo.
—Wendigos, JiMin.
—¿Wendigos?
—¿Recuerdas el bosque cerca del orfanato, JiMin?
—¿Cómo sabes...
Me interrumpe —¿Sabes lo que les pasa a los que se adentran en el bosque y terminan perdidos como tú?— insiste, sonriendo enfermizamente —Los wendigos se los comen, los poseen y a ti nunca te pareció raro que todos a tu alrededor desaparecían como si nada.
—Los matrimonios venían y adoptaban, luego se iban.— digo sin entender.
—"Los matrimonios" escogían y sacrificaban, luego se iban.— me corrige y yo niego porque es irreal —¿Cuántas veces entraste al bosque, JiMin?
—N-no lo sé.
—¿Qué viste en el bosque, JiMin?— sigue, insistente con mi nombre, pero su tono ahora tiene burla.
—No lo recuerdo... No lo recuerdo... ¡NO LO RECUERDO! — grito desesperado, rasguñando su mano, encajándole las uñas para que me suelte. Cuando lo hace, me libera y yo no dudo en salir corriendo por la puerta.
La noche me recibe al salir y me giro para ver a YoonGi, pero las luces de la mansión se apagan y lo único que puedo distinguir en la puerta es una sombra enorme que me mira. El pánico se apodera de mí, salgo huyendo lo más rápido que mis piernas me permiten y aunque caigo una y otra vez no me detengo, esta vez asegurándome de ir por el camino y no el bosque.
Sin embargo, todo el trayecto está rodeado de árboles, lo único que me impide adentrarme es la vereda que estoy siguiendo y con pavor, curiosidad e inquietud miro a los lados solo para asegurarme de que nada ni nadie me siga. Pero fue justamente ese mi error porque a mi lado derecho puedo ver entre la niebla y la oscuridad los cuernos de venado enormes, la sombra gigante negra corriendo a la misma velocidad que yo.
—¡VETE! ¡DÉJAME!— le gritó en un intento estúpido de que me obedezca.
Estaba tan ido en la horripilante imagen que ni siquiera me digne a seguir viendo el camino que según yo seguía rectamente, pronto eso me llevó a topar contra algo y caer al suelo. Reaccione rápidamente alzando la mirada y ahí estaba YoonGi, pero era imposible porque él estaba en la mansión y giró el rostro para asegurarme de que pueda verla a lo lejos, a la distancia que corrí.
No hay nada más que naturaleza.
—Ya no puedes huir, no lo harás más, estás en mi bosque, JiMin.— dice YoonGi vorazmente —Siempre estuviste en mi bosque.— asegura.
—¡Corre!— escucho el grito de JungKook a mis espaldas que me hace despabilar, apenas puedo verlo, está borroso por mis lágrimas.
Me limpio como puedo con el torso de mi mano y veo que viene con SeokJin, HoSeok, los señores Jung y unos cuantos pueblerinos más que desconozco totalmente. Decido hacerles caso porque ellos parecen venir armados contra YoonGi y yo realmente no tengo otra opción, pero solo hay dos caminos:
El bosque o YoonGi.
Y terminó escogiendo el jodido bosque.
🌙
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𝖂𝖊𝖓𝖉𝖎𝖌𝖔
Fanfiction¿Has escuchado sobre los wendigos? Son monstruos, seres oscuros que en su momento también fueron humanos, pero que por diversas cuestiones terminan siendo poseídos. O quizás, solo tal vez, haya otras razones, unas más aterradoras que ese cruel desti...