Capítulo 13

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JungKook llegó corriendo hasta el bar, donde JiMin estaba sentado, riendo con Hoseok y Hara, sosteniendo una copa con whisky. Tras la barra, Namjoon le dio una mirada apenada acompañada de una sonrisa casi imperceptible que hizo a JungKook nadar en su miseria.

El pecho del rubio se hundió al ver al pelinegro reír igual a como era antes. Mientras que a él no le había dedicado ni una sola sonrisa torcida. Parpadeó para resistir el ardor que se concentraba tras sus ojos y presionó sus manos hechas puños en cada costado.

JungKook se acercó al chico y jaló la manga de su jersey negro. JiMin detuvo todos los movimientos y se frunció el ceño al encontrar a JungKook parado a un lado suyo; Hoseok bajó la mirada y se concentró en su trago, el cual parecía lo más interesante que podría encontrar en esos momentos mientras que Hara alzaba una ceja y su mentón, desafiando a JungKook con la mirada.

Lo levantó, dándole un fuerte tirón en su manga que lo obligó a ponerse de pie y se lo llevó caminando a tropezones con las demás mesas que obstaculizaban su camino, mientras JiMin se dejaba hacer con la mirada puesta en su manga apresada por la mano de JungKook, lo siguió hasta que el rubio lo sacó del bar y lo hacía caminar unas y calles más.

Apenas notaron las frías calles vacías frente al bar. JungKook parecía concentrado en hacer caminar a JiMin sin aferrarse a su manga. Sentía que llegaría a perderlo si lo dejaba ir, sería finalmente un adiós irremediable por el cual terminaría siendo el culpable.

─Perdóname, JiMin─. JungKook se detuvo al instante y se giró para ver al chico─. Perdóname. No sé qué hacer para que no estés molesto conmigo.

Soltó entre balbuceos torpes, por fin dejando ir su manga. JiMin volvió a fruncir el ceño, pareciendo salir de una ensoñación por las veces que parpadeó para enfocarse en el lugar que estaba. Cruzó sus brazos sobre su pecho y miró a JungKook casi impasible.

─ Yo no estoy molesto contigo, JungKook─. El chico bufó ante la mentira del pelinegro.

─Mientes. Tú nunca me llamabas "JungKook"; siempre me decías bebé.

JungKook imitó la acción de JiMin y cruzó los brazos sobre su abdomen, frunciendo su ceño con el dolor causado por las palabras ensayadas que salían de la boca de JiMin. Apretó los dientes y se maldijo en su mente por ser tan estúpido.

¿Qué estaba haciendo justo ahora? Rogarle a un jugador que volviera con él igual a como eran antes. Cuando la regla número uno de los jugadores era no repasar a los juguetes más de dos veces. Ya podía visualizarse metido en su sofá, con una caja de pañuelos como su nuevo mejor amigo y los botes de helado para superar su depresión causada por sus propias tonterías.

─Sólo deja las cosas así como están, JungKook. Será mejor para los dos.

─No quiero─. Se dio un golpe mental─. Vuelve a como eras antes...

─Se acabó─. El cuerpo de JungKook se congeló al escuchar esas palabras.

─No...

─JungKook, tú debes...

─¡No...!

─Se acabó y ya.

─ ¿Qué me quieres decir?

JiMin suspiró y se acercó a JungKook, cerrando la distancia entre ambos cuerpos, tomándolo de la cintura, lo apretó contra su cuerpo. Se tomó unos segundos para detallar el rostro del menor y guardarlo en su memoria. Gimió cuando sintió el cuerpo del otro acomodarse entre sus brazos, encajando a la perfección en su cuerpo. JungKook había nacido para estar entre su cuerpo.

Su mano libre se colocó detrás de la nuca del rubio y lo atrajo a su boca, reclamando en un beso necesitado. Ansiado en casi una semana por parte de ambos. La boca de JungKook correspondió al instante, mordiendo los labios de JiMin.

lips to divide up › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora